El centro comercial del puerto de Málaga, Muelle Uno, avanza con viento a favor por segundo año consecutivo. Después de años de zozobra, en los que los números rojos fueron una constante, el proyecto, que tiene como accionista principal a Unicaja Banco y la gestión de Grupo Myramar, vuelve a mejorar notablemente sus resultados al cierre de 2023.
Tomando como referencia las cuentas anuales de la entidad financiera, que cuenta con una participación del 39,74%, el centro obtuvo un resultado positivo de 2.219.000 euros el ejercicio pasado. El registro, que se fija a fecha del 31 de octubre, duplica los valores de 2022, en el que superó levemente el millón de euros positivos.
La fotografía de estas dos anualidades contrasta de manera clara con los primeros años, en los que los resultados al final de cada ejercicio se pintaban en rojo. Y ello, lejos de ser la tónica, supone una excepción en la aún corta vida del complejo empresarial.
Hay que recordar que Muelle Uno abrió sus puertas a finales de 2011, viéndose claramente afectado por la crisis económica que ya se arrastraba en aquellos momentos. A esto hay que sumar el impacto de la pandemia de la Covid, en 2020 y 2021, y la crisis de la Guerra de Ucrania, que también se dejó notar en 2022.
En los ya 12 años de trayectoria del centro, apenas tres han cerrado con valores favorables: 2019, 2022 y 2023. En el caso del ejercicio más reciente, un incremento más que sustancial en el apartado de ingresos, hasta los 10,5 millones de euros. Son casi un 33% más que en 2022, cuando se alcanzaron los 7,9 millones.
Esta subida atenúa de manera clara el crecimiento que también tiene el apartado de gastos. El año pasado, según las cuentas de Unicaja Banco, Muelle Uno tuvo gastos por casi 8,3 millones de euros, frente a los 6.883.000 euros del año anterior.
Durante 2023, el centro comercial ha sido testigo de la consolidación del espacio coworking gestionado por Monday, vinculado a Urbania, en la bautizada como esquina de oro de los muelles 1 y 2. Hay que recordar que en el origen de la operación, esta gran superficie iba a ser destinada a un supermercado. Una iniciativa que finalmente fue desechada ante una gran reacción contraria.
A este atractivo, que se suma al efecto locomotora que tiene el Centro Pompidou, hay que sumar el atractivo que genera la marina de megayates que explotan Igy Marinas y Ocean Capital Partners, aumentando el número de visitantes al centro.
Atendiendo a los valores acumulados de estos once años de explotación del complejo comercial del puerto (hay anualidades en las que los datos financieros son previos al cierre de los ejercicios), las pérdidas acumuladas rondan los 10 millones de euros. De todos los periodos en rojo, 2012 fue el peor, con 5.108.000 euros, seguido de 2013, con otros 2.445.000 euros.