El cambio de uso que en los últimos años ha permitido transformar cientos de locales comerciales en viviendas puede tener los días contados. Al menos de manera temporal. El Ayuntamiento de Málaga, por medio de la Gerencia de Urbanismo, está estudiando la posible aplicación de una moratoria para este tipo de trámites con el objetivo de frenar la proliferación de pisos turísticos en este tipo de inmuebles.
Porque si bien es cierto que al principio muchos vieron en la metamorfosis de una antigua tienda una salida ante el gran problema de la vivienda en la capital de la Costa del Sol, debido al alza de los precios tanto del alquiler como de la compra, la realidad es que con el paso de los meses la reconversión de estos inmuebles se ha convertido en una alternativa económica más que apreciable, siendo destinadas los nuevos pisos en bajos no a primera residencia, sino a alojamiento vacacional.
La intervención municipal se produce en un escenario delicado, dado el crecimiento exponencial que en los últimos años ha tenido el parque de vivienda turística en la ciudad. De acuerdo con los últimos datos, el Registro de la Junta de Andalucía tiene inscritos más de 11.300 inmuebles de este tipo, lo que no implique que estén siendo explotados en estos momentos.
Al estado general de la cuestión se suma que en apenas dos años, el departamento municipal ha otorgado licencias de cambio de uso que han permitido disponer de unas 300 viviendas, buena parte de ellas destinadas a arrendamiento vacacional. Un proceso que tiene un impacto más que considerable sobre barrios tradicionales y sus vecinos.
Aunque sin un calendario aún claro, las fuentes consultadas por EL ESPAÑOL de Málaga, señalan que la moratoria para el cambio de uso es una posibilidad que se activaría una vez sea aprobada inicialmente la modificación del Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU) con la que el Consistorio pretende ordenar el fenómeno de la vivienda turística.
Hay que recordar que la reciente modificación del decreto de turismo de la Junta de Andalucía deja en manos de los municipios la regulación de esta actividad económica. Tras la publicación del decreto andaluz en el BOJA, lo que tuvo lugar hace poco más de un mes, Urbanismo se puso manos a la obra en el análisis de la documentación y la configuración de fórmulas para ir adelante en este compromiso.
Por lo que señalan las fuentes, finalizado ese proceso de estudio, la modificación del planeamiento urbanístico es por el momento la vía más adecuada para tratar de poner límites al fenómeno de la vivienda turística.
A la espera de que se precisen los detalles, todo hace indicar que el mecanismo dispondrá unos porcentajes máximos en función de las zonas de la urbe. Parece evidente, que donde mayor será la restricción será en el Centro, epicentro de esta actividad desde hace varios años.