Lejos de la fastuosidad que ha rodeado la presentación en sociedad de los millonarios áticos que Sierra Blanda Estate vende en el litoral oeste de Málaga, con casi 10 millones de euros como precio de salida, Metrovacesa opta por un perfil más bajo a la hora dar a conocer los avances de sus dos torres en el sector, que completan el complejo Málaga Towers. 

Casi en silencio, la mercantil sigue quemando etapas en la terminación de la segunda de las edificaciones, con capacidad para 73 apartamentos, y en el proceso de comercialización, que, según sus propios datos, se aproxima ya al 90%.

Un valor más que considerable si se tiene en cuenta el elevado coste económico de cada uno de los 144 pisos que integran los inmuebles diseñados por el arquitecto Carlos Lamela, cuyo desarrollo va a suponer una inversión próxima a los 150 millones de euros.

"Sin duda es uno de los proyectos más singulares que tenemos en España", explica a EL ESPAÑOL de Málaga, Lorenzo Santana, delegado territorial de Andalucía Oriental de Metrovacesa, quien admite la existencia de otros desarrollos de una mayor dimensión, caso del que se impulsa en el barrio sevillano de Palmas Altas, con 2.300 viviendas, o en Madrid. 

Infografía de las torres del litoral oeste de Málaga.

La puesta de la primera piedra de la primera de las dos construcciones en altura tuvo lugar en abril de 2021. Poco más de tres años después de aquel hito, la promotora casi ha completado la entrega de los pisos de Málaga Towers Living, de la que apenas restan las últimas unidades residenciales por enajenar (de un total de 71). 

Para tomar una medida aproximada del valor de este producto sirva decir que el único piso anunciado en su web está a la venta por casi 2,9 millones de euros, cifra a la que hay que sumar el 10% del IVA. También ha sido vendido el espacio terciario delimitado en dos plantas, con una superficie de 1.500 metros cuadrados, adquirido por un grupo inversor y que dará cabida en pocas fechas a uno de los espacios coworking gestionados por Impact Hub.

En el caso de Málaga Towers Vision, la comercialización es también muy elevada, rozando ya el 80% (de un total de 73). Un dato considerable si se tiene en cuenta que la edificación se encuentra en plena fase de construcción alcanzando ya la planta décima.

Mucho comprador malagueño

Uno de los detalles significativos que puede extraerse de los datos aportados por Santana es el perfil de comprador. Como ocurre con la torre de Sierra Blanca y con otros proyectos en altura, caso de las torres de Martiricos, el peso del comprador nacional es sustancial.

En concreto, del total de compras cerradas, la mitad corresponde a españoles, mientras que el otro 50% se atribuye a compradores internacionales, con un amplio reparto de nacionalidades. El sello malagueño está también muy presente, ya que suponen casi el 25% del total. "Hablamos de vecinos de la ciudad, pero también de otros que viven fuera y que quieren tener una segunda residencia aquí", señala Santana. 

A esto se suma el hecho de que muchos de los adquirentes están relacionados con el sector tecnológico. "Ante el cambio absoluto de la ciudad y del entorno quieren una vivienda de un nivel alto, muy bien ubicada; lo que buscan principalmente, además de estar en primera línea de playa y la singularidad del proyecto, son las buenas comunicaciones existentes", remarca.

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