Tras confirmarse el cambio de propiedad de las antiguas cocheras Portillo, emplazamiento icónico del barrio de Carretera de Cádiz, el proyecto que permitirá transformar estas instalaciones en un gran complejo residencial, con posibilidad de albergar un hotel o un edificio de oficinas, se calienta.
La iniciativa, ahora con la firma Cela Properties como impulsora, empieza a tomar temperatura con las primeras actuaciones previas al arranque formal de los trabajos de demolición de las naves. De hecho, se puede comprobar la presencia en el interior de las mismas de los primeros operarios retirando parte de los materiales. No obstante, aún no es evidente el arranque del derribo, actuación para la que hay concedida licencia desde finales del año pasado.
Fue a inicios del pasado mes de diciembre cuando el Ayuntamiento de Málaga dio luz verde a la autorización para la demolición. Conforme a los detalles recogidos en el expediente, el valor estimado de los trabajos de ejecución es de 371.000 euros, siendo el plazo de 7 meses.
La eliminación de estas instalaciones dejará expedito el camino a la construcción de 158 viviendas (50 de ellas de protección oficial), en dos bloques de 7 alturas, y un edificio de 14 plantas (pb+13) que será destinado a uso hotelero u oficinas.
Aunque es Cela Properties la que está al frente de la propiedad, será la empresa Q21 Real Estate la que se encargará de gestionar la promoción inmobiliaria. Su apuesta es la de poner en el mercado 108 viviendas libres "de alta calidad". Todo el proyecto lleva la firma del estudio HCP Arquitectos.
El sector sobre el que se asientan estos inmuebles tiene una superficie de 16.704 metros cuadrados. La inversión prevista en la urbanización es de 1.451.783 euros, con un plazo de materialización de 6 meses. En conjunto, el proyecto prevé una inversión de unos 37 millones de euros.
Aunque aún quedan por concretarse los detalles del proyecto de reparcelación, se maneja la opción de que sea el Ayuntamiento el que asuma el techo edificable protegido, como parte de la cesión obligatoria del 10% de los aprovechamientos del sector. La dimensión en vertical inicialmente pretendido se ve ligeramente alterado por las nuevas servidumbres del aeropuerto de la Costa del Sol. Las mismas han obligado a rebajar una planta de la torre hotelera o terciaria.
El nuevo desarrollo permitirá generar un nuevo espacio público que aumentará la dotación de espacios libres en el entorno, así como mejorar las condiciones de movilidad transversal, tanto viaria como peatonal, respecto a la Avenida de Velázquez. Se prevé la creación de 101 plazas de aparcamiento.
A este factor se suma la potenciación de la diversificación de usos incluyendo, junto al residencial, usos comerciales, terciarios y dotacionales, que promuevan la creación de un lugar de referencia urbana local.