El Ayuntamiento de Málaga tiene previsto aprobar este viernes el documento de Avance del Plan Parcial de Ordenación del Sector SUS-G.4 Huertecilla-Tarajal, una gran extensión de terreno de uso empresarial e industrial en la zona oeste de la urbe. La iniciativa, que aún tiene por delante un largo proceso burocrático y urbanístico, que puede requerir de tres o cuatro años, adquiere especial relevancia para el Puerto de la ciudad y su estrategia logística.
De hecho, la activación de este desarrollo es clave en el marco de la operación del Auditorio, que quedará emplazado en los terrenos de San Andrés, dentro del propio recinto portuario. El compromiso de la Autoridad Portuaria es la de dejar liberados los suelos, ahora ocupados por varias carpas de graneles, antes de finales de año.
A cambio de los alrededor de 40.000 metros cuadrados de terreno portuario para el equipamiento cultural, el Puerto recibirá algo más de 9 millones de euros. La intención es que ese dinero le permita comprar varias parcelas de uso logístico con los que compensar la pérdida del terreno de San Andrés e incrementar, incluso, su capacidad de almacenaje de mercancías fuera del propio recinto.
Y uno de los emplazamientos dibujados por el Consistorio en los muchos meses de negociaciones entre las partes, con el Auditorio como telón de fondo, es el de Huertecilla-Tarajal. Allí el Puerto adquirirá parte del suelo que en el marco de la ordenación va a recibir el Consistorio, con una superficie de 98.000 metros cuadrados de superficie. Los mismos se localizan junto a la antigua fábrica Bacardí.
Atendiendo a la ficha del Plan General de Ordenación Urbanística, el sector, con una superficie global de 510.484,24 metros cuadrados, queda dividido en dos grandes parcelas: una de ellas industrial, con un techo edificable de 102.011,9 metros cuadrados; la otra, con 120.000 metros de techo, empresarial. Y a ambas se suma un espacio reducido de residencial, con un techo de 7.706 metros.