Candados en el soportal de una vivienda turística.

Candados en el soportal de una vivienda turística. I. M. R.

Málaga ciudad

Málaga calcula que solo la mitad de los locales transformados en vivienda se destinan a alquiler vacacional

Los datos manejados por la Gerencia de Urbanismo confirman un "equilibrio" en el destino final de los cambios de uso de estos inmuebles.

26 agosto, 2024 07:00

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Los últimos años han visto florecer cientos de viviendas donde antaño los vecinos compraban fruta, carne o pescado. La vieja tienda de barrio, cerrada a cal y canto, ha transformado su naturaleza comercial en residencial. Si durante meses la operación de cambio de uso fue incluso alentada ante la necesidad de alojamiento que tiene la capital de la Costa del Sol, en los últimos tiempos resulta sospechosa, por entenderse que la mayoría de esos inmuebles acaban acogiendo pisos turísticos.

La realidad objetiva, sin embargo, es otra. Más allá de las impresiones particulares, los datos que manejan en la Gerencia de Urbanismo apuntan que de todos los locales comerciales a los que se ha autorizado su reconversión para ser vivienda, apenas el 50% acaban funcionamiento como alojamientos de corta estancia.

Así lo apunta en una entrevista con EL ESPAÑOL de Málaga la portavoz del equipo de gobierno y concejala de Comercio, Elisa Pérez de Siles, cuando se pone sobre la mesa el debate existente. "Parece que se identifican todos los cambios de uso comercial con vivienda turística y no es así; los datos objetivos evidencian que existe un equilibrio entre un cambio y otro", destaca la edil, quien pone en valor que la mayor parte de estas operaciones se producen en zonas "donde, desde hace años, no existía atractivo comercial".

Hay que recordar que el asunto es motivo de preocupación incluso para el alcalde, Francisco de la Torre, quien meses atrás encomendó a los responsables de Urbanismo que estudiasen jurídicamente si hay posibilidad de denegar una autorización de cambio de uso de un local si no se garantiza que o bien va a servir de primera residencia o bien se va a emplazar como producto de alquiler de larga duración.

El planteamiento del regidor forma parte de la hoja de ruta trazada por el Ejecutivo local en los últimos meses en su afán de poner coto al desbordado crecimiento de pisos turísticos en la ciudad. Muestra de ello es que recientemente ha solicitado a la Junta de Andalucía que cancele la inscripción de 1.120 pisos en el Registro de Turismo de Andalucía.

El fenómeno de los cambios de uso se viene acelerando en los últimos años. Tomando como base las licencias otorgadas por Urbanismo en los primeros cuatro meses del año, en ese intervalo de tiempo se dio luz verde al cambio de uso de 113 los locales, en los que se planteaban 141 viviendas. El volumen es mayúsculo si se tiene en cuenta que hasta noviembre de 2023 fueron 125 las autorizaciones otorgadas, con posibilidad de desarrollo de unas 170 viviendas. 

Con el objetivo de propiciar la reapertura de locales comerciales cerrados tiempo atrás, el Ayuntamiento puso en marcha hace un par de años una línea de ayudas de hasta 6.000 euros a fondo perdido (la reserva completa era de 2 millones de euros) mediante la que colaborar con los propietarios. 

Aquella primera iniciativa logró parcialmente el fin, dado que permitió que casi 130 establecimientos recuperasen la actividad perdida. A ojos de Pérez de Siles, la operación tuvo un claro "éxito social", ya que permitió "animar a sacar esos establecimiento de nuevo a la explotación comercial". 

Es por ello por lo que el Consistorio ha decidido retomar la iniciativa y poner en marcha un procedimiento semejante, con 400.000 euros con cargo al presupuesto de este año, a los que sumar otros 500.000 para 2025.