Málaga ha acogido este martes la presentación de un informe internacional elaborado por la Universidad de Viena en colaboración con ONU Turismo sobre el consumo de agua por parte del turismo.
El trabajo, titulado La gestión del agua en el turismo, incide en la necesidad de mejorar la medición del consumo en los distintos sectores y actividades y en la importancia de la reutilización de los recursos hídricos.
Günter Langergraber, uno de los autores del estudio, ha señalado que serían necesarios "incentivos" para la medición del consumo mediante la instalación de contadores y, sobre la reutilización, ha apostado por destinar esta agua a usos como el riego, en los que no es necesaria una alta calidad.
Además, es necesario trabajar en la sensibilización sobre la escasez del agua, tanto entre residentes como entre turistas, y estudiar premios o penalizaciones a visitantes o propietarios de hoteles para reducir el consumo, según Langergraber, del Departamento de Agua, Atmósfera y Medio Ambiente de la Universidad de Agronomía de Viena.
El informe recoge datos de la Organización Mundial de Viajes y Turismo, que estima que el turismo representa entre el 3,5% y el 5,8% del consumo mundial de agua. Alrededor del 80% de este consumo de agua es indirecto (comida, transporte e infraestructuras), lo que significa que el uso directo del agua por parte del sector turístico (alojamientos o actividades de ocio) contribuye a aproximadamente el 1% del consumo mundial de agua.
Por su parte, el director de Desarrollo Sostenible del Turismo de ONU Turismo, Dirk Glaesser, ha resaltado que la sostenibilidad "es un objetivo fundamental, sin excepción, en todos los planes nacionales de los países que analizan cómo quieren desarrollar el turismo en el futuro".
Según Glaesser, ONU Turismo cuenta con una red de observatorios sostenibles de turismo, de la que forma parte Málaga, para que puedan reunirse "los destinos que quieren avanzar en la sostenibilidad" y en la implementación de medidas en esta materia".
"Avanzar significa estar a veces en una posición de soledad, y es muy importante encontrar destinos parecidos para el intercambio de ideas, confirmar avances y evitar errores", ha añadido este experto.
Ha apuntado que, "a veces, se contrasta el uso del agua por los turistas y por los residentes, y esto contribuye a una fricción, porque los comportamientos de los turistas y los residentes son distintos".