La gran transformación del popular Cortijo Jurado se abre a ajustes relevantes. Si bien la apuesta de SUBA, el brazo inmobiliario de Sinerba, se mantiene firme en la idea de convertir este emplazamiento en un complejo de oficinas de primer nivel en Málaga, empieza a dar forma a la idea de que una parte de los aprovechamientos estén destinados a coliving. Es decir, a residencia temporal de los futuros ocupantes de esas mismas oficinas.
Así lo confirma el director general de la entidad, Bartolomé Inglés, quien subraya el valor de esta actuación para "contribuir a que Málaga siga creciendo". "Un parque empresarial con la posibilidad de alojamiento en régimen de coliving a cinco minutos del Centro", resalta.
"Cuando te sientas con las empresas lo que te dicen es que necesitan metros de oficinas, pero que se encuentran con el problema de que tampoco tienen viviendas que ofrecer a los trabajadores", expone a modo de argumento para justificar el porqué de esta decisión.
A su juicio, es necesario que la ciudad, en su evolución, ofrezca al que viene de fuera "tanto la posibilidad de un desarrollo profesional como de una vivienda". Lo que queda por redondear es el porcentaje de usos que finalmente se plantea. "Eso lo marcará la demanda", apunta
Inglés relata a EL ESPAÑOL de Málaga que el primer objetivo con el que se enfocó esta iniciativa fue la de responder a las necesidades que empezaba a presentar la capital de la Costa del Sol en cuanto a grandes y modernos espacios de oficinas.
Una realidad que pese al paso de los años sigue siendo evidente, como demuestra la existencia de un parque de apenas 500.000 metros cuadrados, de los cuales apenas el 7,7% está disponible, según datos de Savills.
En este escenario, toma forma un proyecto ciertamente ambicioso, con una inversión inicial estimada de 25 millones (cantidad que se superará con creces). "Queríamos ofrecer el modelo de parque empresarial habitual en la costa oeste de Estados Unidos, en la parte de Seattle y en Silicon Valley, con parcelas que cuentan con una gran dotación de zonas verdes en las que se implantan los edificios de oficinas", remarca.
"La idea de Cortijo Jurado sigue siendo perfectamente compatible con la nueva realidad, generando un producto diferenciador, con un concepto de oficina urbana que hay en otras ciudades pero no en Málaga", insiste el director general de SUBA.
"El objetivo es que podamos generar la oportunidad e iniciar las obras lo antes posible; en 2025 o 2026, con la intención de que podamos tener el producto en el mercado a finales de 2026"
El Cortijo Jurado es ejemplo de la dilación con la que se tramitan determinados proyectos. Desde que SUBA tomó las riendas de la operación, activando la tramitación urbanística necesaria, pasan ya tres años sin que aún esté completada. De hecho, una de las pretensiones de la firma era la de instalar su sede corporativa en el edificio histórico de Cortijo Jurado, propósito que se ha tenido que postergar.
"No podremos mudarnos allí antes del año 2027, por lo que hemos tenido que iniciar el trámite para la reforma de un edificio para irnos allí porque es más rápido y más ágil que no esperar al cortijo", afirma.
En este contexto, SUBA mantiene la idea de que a lo largo de 2026 el proyecto esté completado. "El objetivo es que podamos generar la oportunidad e iniciar las obras lo antes posible; en 2025 o 2026, con la intención de que podamos tener el producto en el mercado a finales de 2026", precisa.