La necesidad de vivienda a precio asequible en Málaga sigue condicionando y marcando la política municipal. Y muestra de ello es la puesta en marcha de la nueva Unidad Aceleradora de Proyectos, con la que la Gerencia de Urbanismo pretende premiar con un recorte en los plazos de tramitación a aquellas operaciones residenciales que destinen más del 30% a pisos sociales.
Así lo ha anunciado este jueves la concejala de Ordenación del Territorio, Carmen Casero, quien ha informado de la aprobación de una instrucción que sirva de base para esta herramienta. La gestión de la misma va a estar en manos, inicialmente, del nuevo gerente, José María Morente, mientras que la jefa de servicio será Elena Rubio, antigua jefa del Departamento de Planeamiento.
"Será un órgano con carácter transversal, que sirva para impulsar los proyectos estratégicos para la ciudad", ha remarcado la edil, quien ha incluido en este listado, además de los desarrollos de VPO, los que impliquen la ejecución de grandes equipamientos públicos en suelos rústicos de más de 50.000 metros cuadrados "siempre que esté justificado con datos objetivos, como inversión y generación de empleo".
Por debajo de estos parámetros, se abre la posibilidad de considerar "relevantes" para la ciudad aquellas actuaciones de utilidad pública o interés social por su especial interés urbanístico, empresarial, productivo y turístico, de innovación tecnológica…
A todos ellos pueden añadirse los promovidos directamente por el propio Consistorio. Casero ha incidido en que en el caso de los proyectos privados, serán los promotores los que tengan que justificar el porqué de formar parte de esta unidad aceleradora.
Según la concejala, el propósito es que cualquier promotor que se beneficie de esta iniciativa tenga "una hoja de ruta clara, muy bien definida y que dé certidumbre en los plazos". Para ello, la unidad funcionará como único interlocutor para "desbloquear" todas las cuestiones que afectan al proyecto, no solo en el ámbito municipal, sino también en el del resto de administraciones.
Y esto es ciertamente relevante, por cuanto mucha de la demora que acumulan los trámites urbanísticos de nuevos desarrollos, por ejemplo, tienen su origen en la dilación con la que se emiten los informes ambientales y de Cultura. Pronunciamientos que pueden demorarse años, tocando de lleno el avance de cualquier operación.
En este escenario, Casero no ha sabido precisar cuánto ahorro de tiempo puede suponer la inclusión de un proyecto estratégico en la Unidad Aceleradora. Pero sí ha dado por seguro que ayudará a “dar seguridad en los plazos y certidumbre”. Incluso, ha puesto como ejemplo lo ocurrido con la modificación del plan parcial del PTA para la ajustar la futura llegada del IMEC, que ha sido tramitada en pocos meses.