El Ayuntamiento de Málaga protagoniza un movimiento estratégico en su apuesta por ampliar la actual oferta de vivienda a precio asequible en la ciudad. Con este objetivo, está previsto que en la próxima sesión del Consejo de Urbanismo, que se celebrará este jueves, se dé cuenta de una operación que va a permitir al Ayuntamiento disponer de suelo para la construcción de 1.000 viviendas protegidas.

La concejala de Ordenación del Territorio, Carmen Casero, acompañada del concejal de Vivienda, Francisco Pomares, ha informado este martes de los pasos que se van a dar para poder agilizar la puesta en carga de una gran bolsa de terrenos en Soliva Oeste. El Instituto Municipal de la Vivienda (IMV) funcionará como agente urbanizador.

La actuación, de facto, supone el rescate de una operación inmobiliaria en origen de titularidad privada, pero bloqueada desde hace años por las altas cargas, estimadas en unos 11 millones de euros.

El paso adelante dado por el Consistorio permite, además, levantar la amenaza judicial que pesaba sobre este espacio, dado que los privados habían, incluso, planteado una demanda contra el Ayuntamiento ante la imposibilidad de afrontar este desarrollo debido a los altos costes. Este contencioso quedará anulado con el nuevo convenio.

Pese a ello, a ojos de Casero y de Pomares se trata de una acción de la que hay que felicitarse. "Hemos llegado a un acuerdo con los propietarios de Soliva Oeste para permutar esos terrenos por los aprovechamientos que tenemos en Lagar de Oliveros", ha explicado la edil. 

De acuerdo con los datos aportados por Pomares, el valor estimado de los suelos que serán adquiridos alcanza los 16 millones de euros. El concejal no admite que hay abiertas diferentes opciones a futuro, ya sea promover de manera directa o actuar como se ha hecho con otros suelos de vivienda protegida, caso de Cortijo Merino y de Distrito Zeta, que han sido enajenados y adjudicados a empresas privadas para el desarrollo de pisos protegidos.

Para avanzar en esta hoja de ruta, Urbanismo va a firmar un convenio de ejecución de planeamiento con Miramar y Edipsa, los propietarios de Soliva Oeste. Los mismos recibirán aprovechamientos para la construcción de viviendas libres y protegidas en Lagar de Oliveros, otro de los grandes desarrollos residenciales dibujados en la capital de la Costa del Sol.

Este movimiento incluye una segunda fase, mediante la que se clarifica la composición de Lagar de Oliveros, de manera Aliseda pasará a tener localizados todos sus aprovechamientos en la parte Norte, compartiendo la propiedad con la Agencia de Vivienda de Rehabilitación de Andalucía (AVRA), mientras que en el sur estará Miramar y Edipsa, así como el resto de propietarios, entre los que se encuentra Urbania.