La última gran promoción residencial que queda por desarrollar en la nueva milla de oro del litoral oeste de Málaga actualiza y moderniza su nombre. La operación inmobiliaria, en la que el fondo Ginkgo y el Ayuntamiento se han repartido los aprovechamientos del sector sobre el que se levantó la antigua central térmica acaba de ser bautizada con el nombre de Térmica Beach. Una referencia que actualiza a Malaca Delta, emplazada desde hace años.
Según lo que ha podido saber EL ESPAÑOL de Málaga, la nueva denominación engloba "todo lo relacionado con la historia y pasado del proyecto", que se levanta sobre los vestigios de la antigua térmica, al tiempo que evoca la filosofía de regeneración sostenible que desarrolla Ginkgo.
A este elemento suma la palabra 'beach', "concepto moderno y que habla de un proyecto global, dirigido al público local, nacional y también internacional". "Este término sirve para situar al proyecto de forma inequívoca junto a la playa y habla de la proyección internacional de la ciudad de Málaga", indican las fuentes consultadas.
Este movimiento se produce poco más de un mes después de que hayan arrancado las obras de urbanización sobre los terrenos y a pocas semanas vista de que formalmente se active la comercialización de las dos fases en las que han sido divididas las viviendas de renta libre que están en manos de Ginkgo.
Una de las novedades conocidas en los últimos meses es la vinculación de AEDAS Homes como responsable de la gestión integral del proyecto y la comercialización de las viviendas.
Según ha podido saber EL ESPAÑOL de Málaga, aunque el actual planeamiento permite a los promotores privados ejecutar hasta un máximo de 597 viviendas, la estrategia pasa por apostar por unidades de mayores dimensiones, lo que reducirá de manera clara el conjunto de inmuebles.
El techo máximo del que es propiedad Ginkgo es de 54.466 metros cuadrados, conforme al proyecto de reparcelación negociado y cerrado con el Consistorio. Los detalles del pacto alcanzado entre los dos socios, que permitió allanar el camino a uno de los más esperados desarrollos urbanísticos de la ciudad, confirman los enormes beneficios que saca el Ayuntamiento de esta operación.
Si bien renunció a los aprovechamientos que le correspondían para la construcción de viviendas de renta libre, obtiene a cambio, en forma de compensados, casi 19 millones de euros.
A esto hay que agregar la adquisición de un techo edificable de 11.550 metros cuadrados de uso hotelero y de 12.564 metros cuadrados de techo para oficinas. Piezas, ambas, que serán objeto de futuras subastas públicas por parte de la Gerencia de Urbanismo, con el objetivo de transformar esos aprovechamientos en euros a ingresar en las arcas municipales.
Tomando como referencia los valores recogidos en el proyecto de reparcelación, el uso hotelero está tasado en unos 11,5 millones de euros, suma a la que añadir los casi 5 millones del aprovechamiento comercial que hay en esa misma parcela. En el caso de las oficinas, el valor de referencia es de 10.679.000 euros (hay otros 2.457 metros de comercial valorado en 2.579.850 euros).