Sensores de movimiento y de respiración en el interior de las habitaciones; huella dactilar para poder acceder al gimnasio o la lavandería; sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado inteligentes que optimizan la temperatura interior. Son solo algunas de las singularidades de la última gran residencia de estudiantes abierta en Málaga por Nodis.
La dimensión del complejo, que cuenta con 338 plazas, adquiere una dimensión mayor por cuanto viene a cubrir parcialmente la enorme necesidad de este tipo de alojamientos en la capital de la Costa del Sol.
"Málaga es una capital con gran desarrollo tecnológico y que registra un crecimiento constante en la acogida de nuevos estudiantes", destaca Berta Guillamón, directora general de Nodis.
Para fortalecer la afirmación cita un informe de JLL en el que la cifra de estudiantes en la Universidad de Málaga es superior a los 36.000. De ellos, casi 10.000 provienen de otras provincias españolas y más de 2.500, el 7% del total, son internacionales.
Con estos datos sobre la mesa, el atractivo de un equipamiento como el levantado por Moraval y explotado por Nodis en la trasera del Hospital Clínico es mayúsculo. Y muestra de ello es que tras abrir sus puertas en septiembre, el nivel de ocupación "está muy por encima de lo que esperábamos, con la residencia prácticamente llena". Los precios medios rondan los 640 euros mensuales, explica Guillamón, quien admite que el valor final varía en función del tipo de habitación y duración de la estancia.
Un detalle del tipo de cliente de Nodis Málaga es que un 10% de sus residentes son extranjeros. "En su mayoría de la UMA, un gran porcentaje son estudiantes de Ingeniería y Medicina", indica, subrayando como uno de los valores del inmueble su "extraordinaria" ubicación, a poca distancia del Campus de Teatinos y del acceso al Metro.
La directora general de Nodis pone en valor la apuesta inversora que se ha realizado en eficiencia energética, dotando al edificio, además, de tecnología domótica "para lograr los máximos niveles de respeto al medioambiente y controlar y reducir el gasto energético y de agua".
"Cuenta con unos sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado inteligentes que optimizan la temperatura interior; el edificio funciona parcialmente con placas solares, que ayudan a calentar el agua y suministrar parte de la energía eléctrica que se consume", añade.
Y en esta misma línea, añade los últimos avances en domótica. "Los estudiantes usan la huella dactilar para el acceso a habitaciones y zonas comunes, como el gimnasio, la biblioteca, la lavandería, el salón de audiovisuales o la piscina…", valora.
Las habitaciones están equipadas con cocina de inducción, lavavajillas, Smart TV, cuya pantalla se puede usar también para el ordenador. La oferta se completa con sensores de movimiento y respiración en las habitaciones. "Digamos que, sin invadir la intimidad, se sabe si están ocupadas o no", precisa.
Avances con los que, apunta, se trata de dar respuesta a las exigencias de los estudiantes y de sus familias. "Tienen criterios muy claros, por ejemplo, sobre cómo cuidar la salud, de ahí que valoren mucho contar con cocina en la habitación; es un equipamiento que supone un ahorro para los jóvenes", añade.
El potencial de Málaga
El potencial de Málaga en este sector sigue siendo elevado, como demuestra que se trata de la tercera ciudad en la que hay más interés por invertir. Solo Madrid y Barcelona están por delante.
"Málaga es una ciudad en auge para estudiantes y también para profesionales; el trabajo de promoción de la ciudad, unido a la gran calidad de vida, comunicaciones, clima y oferta de congresos, cultural, deportiva y de servicios, la han colocado en un lugar de preferencia", remarca Guillamón.
Al proyecto de Málaga, Nodis y Grupo Moraval suman otras operaciones en Sevilla, donde ha construido y opera la residencia más grande de España, con más de 1.100 plazas para estudiantes; y Granada, donde acaban de abrir una residencia con 233 plazas.