Una imagen muy curiosa se ha vivido este miércoles en la playa de Guadalmar, donde decenas de peces muertos han alcanzado la orilla tras los episodios de lluvias acontecidos durante las últimas horas.
Así, según informó la Junta de Andalucía este martes, proceden de la desembocadura del río Guadalhorce, donde quedaron atrapados tras la subida del mar con las últimas precipitaciones. Ahora se ha estabilizado y estos ejemplares han alcanzado el arenal malagueño.
Esta situación trata de corregirse por Delegación Territorial de Medio Ambiente de la Junta desde el día que comenzaron las lluvias con la apertura del brazo para facilitar la salida de los ejemplares afectados, según han informado desde el propio organismo.
El hallazgo de estos peces muertos suele ocurrir cuando llueve con frecuencia, ya que sube el nivel del mar, se mete en el río y con él los peces. Después de la lluvia se queda esa “balsa” y es ahí donde se ha trabajado con maquinaria gracias, han indicado, a agentes de medioambiente y personal de Dominio Público Hidráulico de la DT de Agricultura y Agua con el fin de que los peces puedan "salir libremente", así como en la recogida de animales.
Así, este miércoles la Junta ha asegurado a EL ESPAÑOL de Málaga que la apertura de los canales ya están hechos, así que "por ahora no hay que seguir actuando porque han parado las lluvias".
En enero, misma situación
El pasado mes de enero se dio una situación similar. Según se publicó, llegaron a contabilizarse 350 peces sin vida, por unas cuestiones similares a la actual.
Aquel día se recibieron numerosas llamadas en el 112 alertando de la presencia de peces muertos en la desembocadura del río Guadalhorce, en Málaga capital, y de forma inmediata se solicitó presencia e informe de los Agentes de Medio Ambiente en coordinación con el Seprona de Guardia Civil y el Ayuntamiento de Málaga.
La actuación más urgente se realizó ayer por la tarde, con la participación de Tragsa, ejecutando una zanja para posibilitar ese canal de agua y recogiendo los ejemplares inertes. Así, se siguió trabajando en el canal de salida al mar, para evitar la acumulación de arena y que los peces puedan quedar de nuevo atrapados.