Publicada
Actualizada

El Ayuntamiento de Málaga ha dado luz verde al expediente que permitirá reconocer el arte y el trabajo del cantaor Antonio Fernández Díaz Fosforito. Y lo hará por partida doble. De un lado, con la concesión de la Medalla de la Ciudad; por otro, con su nombramiento como Hijo Adoptivo de la Ciudad. La iniciativa corresponde a la Peña Juan Breva. 

En la misma, según ha sido aprobado este lunes en la Comisión de Sostenibilidad, se argumenta este importante honor en "la dilatada y prolija trayectoria profesional en el mundo del flamenco" de Fosforito quien ha dedicado "toda una vida a este arte".

La instrucción del expediente, por encargo del alcalde, Francisco de la Torre, ha corrido a cargo de la concejala de Servicios Operativo, Playas y Fiestas, Teresa Porras. La propuesta cuenta con más de un centenar de cartas de adhesión, procedentes de las instituciones, personas y entidades conocedoras de su personalidad y su legado. El acuerdo será ratificado en el próximo Pleno.

Fosforito es un cantaor andaluz que nació en Puente Genil, Córdoba, el 3 de agosto de 1932. De madre sevillana y padre cordobés, fue el quinto hijo de una humilde familia compuesta por ocho hermanos. 

A los 14 años llegó a Málaga, donde residió en la calle Santa María. Muestra de su asentamiento en la capital de la Costa del Sol es que se llegó a organizar una tertulia en el Café Central alrededor de Fosforito, en la que participaron cantaores antiguos malagueños como Adolfo el Cuchillero, Diego el Perote, Agustín el Gitano, Tiriri de Málaga, Chiquito de la Calzá, etc. 

En Málaga fue donde conoció a María Isabel Barrientos Rojo, "bailaora", con la que contrajo matrimonio el 29 de marzo de 1964 en la Iglesia de Santo Domingo, en el barrio malagueño del Perchel.

Acudieron al enlace unas dos mil personas. Los padrinos fueron Edgar Neville y Rocío Dúrcal. Y entre los invitados estaban Marisol, Alfonso Camorra y su esposa, Marujita Díaz y Antonio Gades, Luis Sanz y Goyanes. 

La boda tuvo proyección nacional, y en las crónicas de la ciudad se habló que en Málaga, se había celebrado la boda "entre el cante y el baile flamenco”, ya que Maribel, que tenía 18 años, ya había  conocido el triunfo en muchos escenarios como bailaora.