Poco más de un año después de que se sembrara la semilla del hotel de 5 estrellas que la cadena Meliá va a explotar sobre la parcela del antiguo Cine Andalucía, comprada por una empresa vinculada a Gerard Piqué, el impacto visual del complejo ya es más que apreciable.
Sin alcanzar aún las seis plantas proyectadas para el establecimiento, la contundencia de la obra es clara, como puede comprobar cualquier peatón que deambule por el entorno de la Plaza de la Merced. Atendiendo al estado actual de los trabajos, la estructura alcanza ya el nivel 5 en su totalidad y parcialmente el 6.
Las dimensiones del hotel, que previsiblemente abrirá sus puertas a lo largo de 2025 de la mano de ME by Meliá, van a tener un efecto pantalla mayúsculo en lo que a las perspectivas de la Alcazaba se tiene desde parte de la Merced. De hecho, una vez esté finalizado el edificio, será imposible ver el monumento malagueño desde el vértice noreste de la plaza.
Un asunto nada baladí si se tiene en cuenta el debate ciudadano que ha habido en la ciudad en los últimos años en relación con el futuro Centro Cultural Astoria y la necesidad de que el mismo redujese su altura para permitir cierta permeabilidad visual hacia la Alcazaba.
El 5 estrellas de Meliá, diseñado por el arquitecto Domingo Corpas, tendrá capacidad para 128 habitaciones, con una inversión prevista de unos 14 millones de euros. En su diseño destaca la fachada, que se abre con numerosas ventanas y combina el color blanco con la piedra caliza de Málaga, creando una mayor sensación de lugar.
En la planta baja, donde estará ubicado el restaurante principal y un gran salón de recepción, la transición entre los espacios se produce de forma progresiva, dando vida al entorno urbano y favoreciendo el contacto con la ciudad.
En la primera planta, el hotel contará con un centro de convenciones y un gimnasio, mientras que en las cuatro siguientes se distribuyen las 128 habitaciones. En el ático se ubicará una gran piscina infinity exterior climatizada con solárium, bar y un restaurante que, sin duda, aspira a convertirse en el mejor rooftop de la ciudad.
Los orígenes de esta operación se remontan a mediados de 2018, cuando fue aceptada la petición realizada por la entonces propietaria de la parcela, Inversiones y Adquisiciones de Hoteles, S. L., de dividir en dos las fases de la actuación.
La primera obtuvo licencia el 18 de julio de 2018, consistiendo en la demolición de varias edificaciones existentes en el solar. Los trámites tuvieron su continuidad a finales de 2019 con la autorización de la agrupación de las parcelas afectadas por el proyecto conforme al Estudio de Detalle aprobado varios años antes.
Tesoro arqueológico escondido
Una de las particularidades este parcela es que durante meses fue objeto de una importante excavación arqueológica que permitió desenterrar parte de un cementerio musulmán repleto de tumbas, con hasta 250, pero vacías en su mayor parte.
A ojos de los especialistas, las tumbas fueron preparadas con previsión, si bien finalmente no fueron usadas. Incluso, se manejaba la tesis de que podrían haber sido los propios cristianos los que tras la toma de la ciudad hubiesen expoliado el cementerio, provocando la desaparición de los restos. No obstante, se trata de una opción descartada, por cuanto este tipo de intervenciones "suelen dejar restos y evidencias".
Otro detalle curioso con el solar es que a diferencia de lo que sucedió, por ejemplo, con la vecina parcela del Astoria (donde se encontraron restos de unos 300 cristianos, que presumiblemente murieron en la conquista de Málaga), sobre la que se construyó el Hospital de Santa Ana, la parcela del Cine Andalucía no tuvo un uso urbanístico posterior.
"Parece que el que hubiese una necrópolis diese cierto yuyu a los cristianos a la hora de darle uso urbanístico; el terreno se dejó baldío y lo que se produce es que acabó siendo usado como especie de basurero", aseguraron los arqueólogos.