El Puerto de Málaga da un nuevo paso en su apuesta por sanear las numerosas y graves heridas del espaldón del dique de Levante. Tras ejecutar las tres primeras piezas de toda la estructura, compuesta de 27 módulos, con un coste superior al millón de euros, ahora acaba de adjudicar los trabajos para intervenir sobre los módulos 4, 5, 6, 7 y 8.
Después de publicar el concurso, a finales del pasado mes de junio, la Autoridad Portuaria ha avanzado en la selección de la oferta presentada por Sociedad Anónima Trabajos y Obras, cuyo presupuesto alcanza los 2.648.453 euros (sin IVA). El plazo de ejecución de los trabajos es de 6 meses.
La necesidad de estos trabajos queda patente al analizar la memoria justificativa de este expediente de contratación. En el mismo se indica que el espaldón del dique, construido en los años 1998 y 2001, "presenta patologías a lo largo de toda su longitud que podrían afectar a la capacidad portante del mismo en un breve periodo de tiempo si no se llevan a cabo actuaciones de rehabilitación".
Patologías que, se apostilla, "se encuentran en un grado de avance muy elevado por lo que no es posible realizar únicamente un mantenimiento sobre el dique sino que resulta necesario efectuar una intervención de mayor envergadura".
En la memoria se recuerda que antes de dar forma al proyecto de actuación, el espaldón por inspeccionado por los ingenieros especialistas en patología estructural de INECO, examen al que se sumó un sistema más avanzado, consistente en la generación de ortoimágenes de alta calidad a través de fotogrametría de todos los paramentos del lado mar. Y se ejecutaron ensayos de pachometría, ultrasonidos, esclerometría y georradar a partir de los cuales se ha obtenido gran información de la estructura.
Vida útil de 50 años
Conforme a los trabajos realizados, desde el módulo 4 hasta el módulo 8, el actual espaldón de hormigón armado con acero al carbono se convertirá en un espaldón de hormigón en masa. Una solución que, según los técnicos, garantiza una vida útil mínima del espaldón de 50 años con un mantenimiento prácticamente inexistente.
Para ello se demolerá completamente la losa superior o botaolas, así como los contrafuertes y ambas caras del muro del espaldón, retirando toda la armadura de acero al carbono existente y accesible previo picado de la capa de recubrimiento de hormigón en un espesor variable hasta alcanzarla, siendo el valor medio aproximado de 12 cm.
La demolición lado puerto se realizará mediante máquina giratoria con brazo largo y útil de tambor de fresado (roza). Por su parte la demolición de los paramentos en lado mar se ejecutará mediante una hidrodemolición robotizada, complementado las zonas localizadas y de difícil acceso con una hidrodemolición manual con lanza.
Posteriormente se rellenará con hormigón en masa el espacio entre contrafuertes y bajo los mismos, así como las caras de los alzados de los contrafuertes generando de este modo una sección maciza de hormigón en masa.