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Los malagueños han vuelto a salir a la calle. Después de cinco meses de aquel 29J, Málaga ha recorrido las calles del centro de la ciudad bajo el lema Si nos echan de los barrios, les paramos la ciudadMiles de malagueños se han unido para exigir a las administraciones públicas medidas para que todos puedan acceder a una vivienda digna.

“Si pago el alquiler, me quedo sin comer”. Así resumían algunos de los protestantes en sus pancartas su sentimiento ante el hecho de no poder independizarse debido a los altos precios de los alquileres que hay actualmente en la ciudad.

Desde las 11.00 horas ya aguardaban decenas de personas en la plaza de la Merced para comenzar la manifestación que iría hacia calle Granada para recorrer todo el centro. Pancartas de todos los colores y personas de todas las edades. Desde los más mayores hasta los más pequeños en sus carritos. Nadie ha querido perderse esta concentración.

Bajo el lema Si nos echan de los barrios, paramos la ciudad más de 30.000 malagueños, según Málaga para vivir, y más de 10.000, según la Subdelegación del Gobierno en Málaga, han protestado en este 9-N. Entre ellos estaba Enrique, un malagueño que no ha dudado en disfrazarse de candado. “¿Qué mejor disfraz que un candado de una vivienda turística? Si málaga está inundada de ellos?”, asegura a EL ESPAÑOL de Málaga.

“La vivienda es un derecho no un privilegio”, “Si pago el alquiler, no me queda para comer”, “¿Dónde está Paquito? Paquito está vendiendo lo que queda de ciudad”, “Los malos contratos también son malos tratos”, son algunas de las frases que se han ido repitiendo durante las tres horas en los que ha durado la concentración.

Cada malagueño tiene su historia, pero todos coinciden en lo mismo: quieren tener la posibilidad de independizarse, crear un proyecto de vida y no dejarse el sueldo en pagar el alquiler.

Entre los manifestantes ha estado Laura, acompañada de sus amigos. La joven aseguraba que tienen entre 25 y 35 años “tenemos un sueldo digno, nada precario, y aún así no tenemos la oportunidad de independizarnos, de poder alquilan un piso o de comprarlo”. Con esta manifestación, este grupo espera que la situación cambie porque las medidas tomadas hasta ahora “no son suficientes”.

Ana Cortés coincide con ella en este punto y asegura que “siguen tapando el problema con un dedo”. “Solo esperamos que los gobernantes estudien cada caso y empiecen a ayudar a las personas en riesgo de exclusión social”, señalaba.

Por su parte, Rafa, un joven de 24 años, remarcaba que “los precios son horribles”. “Trabajo, tengo pareja y no puedo pensar en independizarme”, remarca. Además, hace hincapié en que siempre “se habla de que somos una sociedad con muchos gastos, pero al final si no puedo tener un proyecto de vida pues tendré que disfrutar de la vida que para eso trabajo”.

En este sentido, Rocío (28 años) sostiene que por su cabeza no pasa la idea de comprar o alquilar un piso porque es “imposible”. “No paran de repetir que si pago el alquiler me quedo sin comer y es que es totalmente cierto. Yo sigo en casa de mis padres, trabajo y ni me lo planteo”, apuntaba.

Los portavoces de Málaga Para Vivir han señalado que tras esta manifestación van a seguir organizándose para “continuar con la lucha para que se paren los desahucios y se eliminen los alquileres desorbitados”.

Asimismo, durante el manifiesto de final de la concentración han remarcado que han vuelto a la calle porque "esta ciudad es inhabitable" Además, han señalado que "hay otra ciudad en los barrios que se niega a irse", por lo que "solo las vecinas y vecinos van a salvar la ciudad". 

De igual forma, han asegurado que ahora "empieza un nuevo ciclo de auto organización" para salvar la ciudad porque "solo la vecindad hace ciudad, ni el mercado, ni los rentistas, ni las administraciones públicas".