El esperado centro social y la nueva plaza proyectados en el distrito de Campanillas empiezan a tomar forma. Y ello después de que haya visto la luz el proyecto de ejecución definitivo de ambos espacios, cuyo coste se dispara ya a cerca de 4,2 millones de euros, siendo el plazo previsto de 20 meses.
La inversión ahora actualizada supera con mucho lo que se llegó a plantear años atrás, cuando se hablaba de algo menos de 2 millones de euros. De acuerdo con los detalles recogidos en el expediente oficial, que va a ser objeto de aprobación en el Consejo de Administración de Urbanismo de este jueves, el principal motivo de este incremento es el terreno sobre el que se localizan.
En concreto, se alude a la necesidad de realizar un tratamiento del terreno diferente para combatir la expansividad existente en la parcela, de acuerdo con el informe requerido a la empresa Cemosa.
El proyecto se compone de dos elementos bien diferenciados o fases, plaza pública y edificio de servicios. El diseño de la plaza surge como un conjunto de espacios amplios de carácter multifuncional y de la adaptación a la pendiente a un recorrido accesible en el interior de la parcela.
Estos dos conceptos establecen las bases de la estrategia de implantación, planteando un recorrido en zigzag que nos permite cumplir con las exigencias de pendientes máximas accesibles. A partir de esta "columna vertebral" de 6 metros de ancho, se disponen bandas de diferentes actividades.
Con respecto a la edificación, ésta se divide en dos volúmenes. El de menor tamaño alberga talleres y aseos en dos plantas, una zona de administración en planta baja y una de almacén en la planta alta. Ambos niveles quedarán conectados mediante un ascensor accesible y escalera de tres tramos, tal y como se expresa en los planos.
Sala multiusos
Del centro social, se indica que el volumen de mayor dimensión se desarrolla en una única planta y se destina a uso de oficina; sala de reuniones; sala multiusos, con capacidad para 176 espectadores, y aseos suficientes para dicho aforo. Las tres oficinas y la sala de reuniones se presentan en un único módulo acristalado dentro del edificio, a modo de “caja dentro de otra caja”.
Anexo al mismo, se plantea una zona de recepción y administración. En el extremo oeste de la parcela se define una primera banda de uso deportivo en la que se instalan aparatos biosaludables intercalados con áreas de césped para poder realizar actividad física de forma libre.
Una segunda banda está destinada a diferentes juegos infantiles en la que se aprovecha un montículo, lindando con la Calle José Calderón, para la ubicación de toboganes adaptados a la topografía natural del emplazamiento. De este modo, las dos zonas más activas (juego y deporte) quedan agrupadas.