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El puerto deportivo de San Andrés está llamado a generar una nueva centralidad en el entorno de El Bulto, en Málaga capital. A poca distancia de la estación de trenes; a escasos metros del edificio de oficinas que promueve Merlin Properties, y junto a la parcela sobre la que se levantará el Auditorio de la Música, la marina se va a convertir en un motor económico de enorme dimensión.

El impacto económico de este proyecto, impulsado por Marina Málaga San, no sólo se dejará sentir en las cuentas de los socios promotores, con un fondo vinculado a la familia real catarí como principal protagonista, sino también en las de la Autoridad Portuaria y en la ciudad.

La memoria económica sobre la que se asienta la oferta ganadora del concurso activado años atrás por el Puerto pone negro sobre blanco los números de esa realidad. Atendiendo a los mismos, se estima que en los 50 años de concesión otorgados, la actividad de la marina tendrá un Valor Agregado Bruto (VAB) y un impacto socioeconómico total de 782 millones de euros. O lo que es lo mismo, de 15,6 millones al año.

"Este proyecto ofrece un valor añadido singular para la ciudad y su puerto", se destaca en la información oficial consultada por EL ESPAÑOL de Málaga, en la que se precisa que la intención es que la misma disponga de unos 27 empleos directos durante todo el periodo concesional, a los que sumar 30 de seguridad (servicio subcontratado). En cuanto al empleo indirecto e inducido, se prevén 590 indirectos y 741 inducidos.

Aunque el valor de la marina repercute al conjunto de la capital de la Costa del Sol, es indudable de que el mejor parado de la construcción y explotación comercial de los casi 600 atraques planteados, así como de los 3.000 metros cuadrados de uso comercial, será la Autoridad Portuaria y sus arcas. Y muestra de ello es que una vez finalizado el periodo concesional, en 2070, habrá obtenido del orden de 146,9 millones en concepto de tasas portuarias y tarifas. 

Todos estos detalles quedan integrados en el expediente de tramitación del estudio de detalle mediante el que van a ser ordenados los volúmenes de uso comercial delimitados junto al futuro Auditorio de la Música. Este instrumento, que ya ha sido aprobado inicialmente por la Junta de Gobierno Local, busca adecuar la integración de los dos espacios.

Ajustes en la ordenación

Aunque en términos generales se mantienen los parámetros ya fijados en el Plan Especial del Puerto de 2010, se introducen ciertos ajustes. Uno de ellos es que los edificios comerciales más próximos al equipamiento cultural serán cuatro, con espacios libres que funcionarán como plazas. 

Esta opción contrasta con la posibilidad de realizar un solo volumen edificado continuo "que supondría un efecto pantalla e impediría mantener una permeabilidad visual y de conexión con la ciudad y su entorno". Incluso, se prevé la posibilidad de conexión y continuidad visual de las cubiertas planas de los edificios comerciales con la futura plaza del Auditorio

Estas son las principales piezas de la marina de San Andrés

  • Edificios de uso comercial: se ordenan siete edificios a lo largo de los muelles oeste y sur, con su fachada principal hacia la lámina, con una altura máxima de una planta. El techo máximo edificable es de 3.000 metros cuadrados. 

    Las edificaciones del muelle oeste serán cuatro. Sus cubiertas planas prevén su posible conexión con la plaza del Auditorio en la parcela colindante. Sus fachadas se separan del cantil o muelle de ribera. Cada edificio tendrá un máximo construido de 488,05 metros. En el nivel -1 de sótano se propone un aparcamiento público con un total de 146 plazas, que complementan a las 305 plazas de aparcamiento en superficie. Esto permite un total de 451 plazas.

    Diseño del futuro puerto deportivo de San Andrés, en Málaga

    En cuanto a las edificaciones del muelle sur, serán tres con altura de planta baja más torreón de acceso a la cubierta. El techo máximo de cada una es de 349,25 metros. Se apuesta por un diseño fraccionado para obtener mayor superficie de “exposición- escaparate” y evitar el efecto trasera. Esta disposición permite unos espacios abiertos entre los edificios con terrazas, pérgolas y vegetación, potenciando la actividad urbana del paseo de borde de la dársena náutico-deportiva. La “carga y descarga” se realiza por la calle trasera de servicio. 

  • El Complejo Náutico: los volúmenes propuestos del complejo náutico se componen de dos edificios con usos diferenciados, que son el Club Náutico y la Escuela de Vela. Ambos, en el extremo del muelle sur y contradique de abrigo. El Club Náutico tendrá planta baja+planta primera (8 metros de altura de cornisa) +torreón (con 100 metros edificados).



    Sus usos serán los de restauración, pequeño comercio y actividades sociales, con sus espacios de terrazas y jardines colindantes con la dársena náutico-deportiva. Su techo máximo edificable es de 1.820 metros. En cuanto a la escuela de vela, dotará al puerto deportivo de una importante oferta social para potenciar el deporte náutico. Una rampa flotante adyacente a una explanada de operaciones, complementan a esta edificación con una altura máxima de planta baja. Su techo máximo edificable es de 380 metros.

  • La Zona de Varada y Nave de Marina Seca: estará en la zona del muelle norte, colindando con la zona de nueva lonja, el cuartel de la Guardia Civil y el nuevo embarcadero del río. Está dotada de un edificio de marina seca destinado a talleres de reparación de embarcaciones, y locales relacionados con la actividad náutico-deportiva. Los mismos también podrían tener la función de oficinas del puerto deportivo. El techo máximo edificable es de 5.000 metros.

  • La capitanía y torre de control: estarán en el extremo del espigón central, con una altura de planta baja más tres plantas, más torre de control. Así es donde se ubicará la Administración del recinto portuario, las oficinas de la Capitanía, y la Torre de Control General. El techo máximo edificable es de 425 metros.