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El crecimiento en el que se encuentra inmersa Málaga en los últimos años, con especial incidencia en el sector inmobiliario, está provocando un salto más que evidente en el diseño de cuanto se desarrolla sobre el terreno. Aunque no puede generalizarse a la totalidad de iniciativas, sí es patente el salto que algunas de estas operaciones van a dar a la capital de la Costa del Sol. Y no solo por su propia naturaleza cultural, residencial y hotelera, sino por las firmas que respaldan su arquitectura.

El último ejemplo de esta evolución llega de la mano del Nobel de Arquitectura en 2023, David Chipperfileld, quien ya trabaja en el diseño final de la controvertida y polémica Torre del Puerto de la ciudad. 

A la espera de que el próximo mes de diciembre, según anuncian los propios promotores, se ponga sobre la mesa la nueva forma del inmueble, que puede llegar a alcanzar los 150 metros de altura, la incorporación del británico supone un indudable salto internacional para la actuación. Queda por conocer, no obstante, hasta qué punto Chipperfield es capaz de convertir el edificio hasta ahora dibujado en una referencia.

En el plano estrictamente simbólico, el peso del nombre elegido es incuestionable. No sólo para lo que supone para el proyecto promovido por un fondo de inversión vinculado a la familia real de Catar, sino para la propia ciudad.

La obra de Chipperfield, si finalmente ve la luz, vendrá a sumarse a obras ya materializadas y otras que están por tomar forma con grandes estudios de arquitectura. El caso más concreto es el de Rafael Moneo, otro Premio Pritzker de Arquitectura, con la regeneración de Hoyo de Esparteros, donde se levanta desde hace algunos años un hotel que explota la cadena H10, así como la réplica del viejo Palacio de los Condes de Benahavís, que acoge a una empresa tecnológica.

Se da la circunstancia de que Moneo fue otro de los trenes nombres que la empresa impulsora de la Torre del Puerto puso sobre la mesa en las últimas conversaciones con los responsables de la Autoridad Portuaria.

Diseño de una de las torres proyectadas por Urbania en los antiguos suelos de Repsol en Málaga.

A ambos gigantes de la arquitectura internacional se pueden sumar otras actuaciones a tomar consideración en la Málaga actual. Otro discutido plan es el de las torres que se plantean sobre los antiguos suelos de Repsol. Tres de ellas propiedad del Ayuntamiento y que fueron objeto de una subasta pública que, casi tres años después de ser convocada, sigue sin estar resuelta.

A la espera de que se complete el trámite, la única empresa que mantiene viva su oferta por estos aprovechamientos, Urbania, hace una apuesta espectacular por el futuro desarrollo. No solo por la parte económica, sino por el diseño arquitectónico planteado para los tres edificios de hasta 32 plantas y el gran zócalo de uso comercial. 

Ligados a esta operación están Toyo Ito, otro Pritzker de Arquitectura; el estudio BIG (Bjarke Ingels Group), y el estudio madrileño Morph, que ya luce su firma con las torres de 30 plantas en Martiricos y con las primeras aproximaciones al proyecto de ampliación de La Rosaleda. Su materialización, si se llega a ese momento, dotarán a la ciudad de Málaga de un hito arquitectónico de primer nivel.

La apuesta por la arquitectura de primer nivel queda igualmente reflejado en la futura sede del CaixaForum en Málaga. La Gota de agua, que es como ha sido bautizado el diseño del equipamiento, es creación de Pich Architects, asomando como una referencia a medio plazo, no solo por su contenido, sino por el continente.

Hotel Angsana Real de la Quinta, diseñado por HCP y OBMI.

Otras obras igualmente reseñables son las de Ortiz.Leon, que da forma al edificio de oficinas de Merlin Properties en la zona de El Bulto; la de Federico Soriano y Agustín Benedicto, responsables del diseño del futuro Auditorio de la Música, o la propuesta de Barozzi Veiga para el centro cultural Astoria. 

En el apartado más residencial, es de valorar la labor de Carlos Lamela con las tres torres del litoral oeste, promovidas por Metrovacesa y Sierra Blanca, y la que ha hecho el estudio francés de François Leclercq con el nuevo complejo de Térmica Beach, en la milla de oro de Málaga.

Y en el apartado de estudios malagueños, el papel constante de HCP, uno de los referentes en el sector en los últimos años. Aunque son numerosos los proyectos en los que participa, dentro y fuera de la provincia, es de reseltar su intervención, junto a OBMI, en el Hotel Angsana, en La Quinta.