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Málaga entra de lleno en la movilidad sostenible con la entrada en vigor este sábado, 30 de noviembre, de su nueva Zona de Bajas Emisiones (ZBE), regulada por la Ordenanza de Movilidad Sostenible. Esta normativa, publicada hoy en el Boletín Oficial de la Provincia, introduce medidas clave para reducir la contaminación, impulsar el transporte público y reordenar el uso del espacio urbano.

La ordenanza también actualiza normativas sobre zonas peatonales, estacionamiento SARE, ocupaciones de vía pública y distribución urbana de mercancías, además de imponer nuevas medidas de seguridad para vehículos de movilidad personal (VMP).

Zona de Bajas Emisiones: qué es y cómo funciona

La ZBE abarca un área de 437 hectáreas en el centro de Málaga y busca mejorar la calidad del aire, reducir el ruido y fomentar medios de transporte más sostenibles. Como se lleva contando meses, esta área estará delimitada por calles como el Paseo Marítimo Antonio Machado, avenida de Andalucía, Paseo de Martiricos y el Paseo Marítimo Pablo Ruiz Picasso.

El acceso estará controlado mediante cámaras que leerán las matrículas de los vehículos, conectadas a una plataforma que cruzará datos con la DGT y el padrón municipal. Este sistema elimina la necesidad de que los conductores coloquen la etiqueta ambiental en sus vehículos.

Regulación del acceso a la ZBE por fases

La nueva ordenanza establece que durante el primer año podrán acceder a la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) los vehículos con etiquetas “CERO”, “ECO”, “C” y “B”, así como aquellos que no tengan distintivo ambiental. En el segundo año, se permitirá la circulación de vehículos con etiquetas “CERO”, “ECO” y “C”, además de los que tengan la etiqueta “B” y aquellos sin distintivo, siempre que estén domiciliados en Málaga. A partir del tercer año, el acceso quedará restringido a los vehículos con etiquetas “CERO”, “ECO” y “C”, así como a los que tengan etiqueta “B” y sin distintivo ambiental, pero únicamente si están domiciliados en la ciudad.

Están exentos de restricciones el transporte colectivo regular, los taxis y VTC, los vehículos históricos, los camiones y las furgonetas, estas últimas con acceso libre durante los primeros cuatro años y, desde el quinto, limitado a las domiciliadas en Málaga. También tendrán libre acceso los vehículos esenciales, como los destinados a asistencia sanitaria, seguridad privada, servicios municipales y otros de especial necesidad.

Cualquier circulación no autorizada dentro de la ZBE se considerará una infracción grave, sancionada con 200 euros, en línea con las normativas aplicadas en otras ciudades españolas.

Novedades clave de la nueva ordenanza

La ordenanza, que sustituye las de 2021 y 2006, simplifica el marco normativo, reduciendo de 127 a 51 artículos. Cinco de los puntos más importantes vienen a ser los siguientes:

- Velocidad urbana: Se consolida el límite de 30 km/h como norma general para calles de un solo carril por sentido.

- Prioridad peatonal: Las zonas con velocidades de 20-30 km/h quedan integradas como parte de las áreas de baja velocidad.

- Estacionamiento SARE: La normativa ahora regula solo el uso del espacio, trasladando las cuestiones tarifarias a normativas tributarias.

- Distribución urbana de mercancías (DUM): Se introduce este concepto con un régimen jurídico propio para mejorar la logística urbana.

- Vehículos de movilidad personal (VMP): Será obligatorio usar casco y portar el certificado de circulación nacional.

Clasificación ambiental de vehículos

Si tienes dudas acerca de qué clasificación ambiental tiene tu vehículo, los distintivos de la DGT se clasifican de la siguiente forma:

- CERO emisiones: Vehículos eléctricos, híbridos enchufables con más de 40 km de autonomía y de pila de combustible.

- ECO: Híbridos, gas natural y GLP que cumplan criterios de emisiones EURO.

- Etiqueta “C”: Gasolina matriculados desde 2006 y diésel desde 2015.

- Etiqueta “B”: Gasolina desde 2001 y diésel desde 2006.

La entrada en vigor de la ZBE responde a la Ley de Cambio Climático de 2021, que exige a ciudades de más de 50.000 habitantes, como es el caso de Málaga, implementar estas áreas. Málaga se suma así a otras capitales que lideran la transición hacia una movilidad más limpia y eficiente.

El Ayuntamiento destaca que este cambio busca no solo cumplir con las exigencias legales, sino también mejorar la calidad de vida de los malagueños, reduciendo el impacto medioambiental y fomentando un modelo de ciudad más seguro, accesible y sostenible.