El nuevo rumbo de la Torre del Puerto de Málaga, impulsada por un grupo inversor vinculado a la familia real de Catar, queda definitivamente confirmado. A la apuesta de los promotores por el arquitecto David Chipperfield para dar forma al diseño final del complejo hotelero se suma ahora la desvinculación plena de José Seguí de la operación. La salida del estudio con sede en Málaga pone punto final a una vinculación que suma ya nueve años.
De hecho, fue el propio Seguí el que, más allá de su papel como arquitecto original de la edificación, ahora abierta a revisión, fue clave en la llegada a la capital de la Costa del Sol de los inversores cataríes.
El propio Seguí ha sido el encargado de dar a conocer su salida del proyecto. Por medio de un escrito remitido a los medios de comunicación, el reconocido urbanista apunta directamente a Hesperia y su entrada en el accionariado de la operación como responsable de su desvinculación.
En concreto, señala que es la firma hotelera la que "impone" al grupo promotor inicial "sus propias condiciones de gestión, anunciando su decisión de encargar al estudio de David Chipperfield los conceptos arquitectónicos para la presentación mediática del proyecto, cuyo desarrollo técnico sería realizado con sus propios equipos técnicos para cumplir con los requisitos establecidos por la Autoridad Portuaria y con un arquitecto próximo al grupo Hesperia como gestor general del proyecto hasta el final de las obras de edificación del Hotel".
"Estas nuevas condiciones de gestión del proyecto afectan las condiciones iniciales de la participación de Estudio Seguí en el desarrollo de un proyecto del que, hasta entonces, había puesto la cara asumiendo la total responsabilidad para poder llevarlo a cabo desde que se inició su proceso hace más de ocho años", se expone literalmente.
Y en este nuevo escenario en el que se impide al estudio de Seguí "mantener no solo la continuidad profesional en el proyecto, como hubiéramos deseado, sino también la extrema dificultad de poder asumir la responsabilidad profesional del mismo ante la imposibilidad de colaborar y ni siquiera ser partícipe en su redacción".
"Sorprendente inactividad"
En su escrito, el arquitecto recuerda que el representante de Hesperia, Jordi Ferrer, firmó con la Autoridad Portuaria un documento en el que se comprometía a entregar la actualización del proyecto básico y la memoria económica en un plazo de ocho meses, que culminó a principios del pasado mes de noviembre. Antes de que llegase esa fecha, los promotores solicitaron formalmente al Puerto una ampliación de cuatro meses, cuya vigencia finaliza a principios de marzo del año que viene.
"A pesar de que los rigurosos requisitos exigidos por la Autoridad Portuaria daban a entender la necesidad de iniciar con prontitud los trabajos para la Actualización del Proyecto, se produce una sorprendente inactividad por parte de Hesperia respecto a la realización de dichos trabajos y, sobre todo, una notoria falta de comunicación para definir las características técnicas que se pretendían incluir", destaca Seguí en su escrito.
Algo que, a su juicio, se plasma "en la ausencia de contacto" alguno con el estudio responsable de los trabajos técnicos. Y ello pese a "nuestras insistentes advertencias de la necesidad de avanzar en la redacción del documento".