El universo inmobiliario de Jesús Gil Marín en la Costa del Sol, al frente desde hace ya casi 40 años de la inmobiliaria Gilmar, incluye una villa del todo singular enclavada en uno de los barrios más populares y tradicionales de Málaga capital: El Palo. Es en la zona oeste de la ciudad donde se levanta una vivienda extraordinaria, tanto por sus dimensiones y características como por su precio.
De acuerdo con los datos recogidos en la web de Gilmar y en el portal Idealista, esta enorme construcción residencial, localizada en la calle Antón Chéjov, está en el mercado de alquiler por 31.900 euros al mes.
Es el precio más elevado de cuantos se recogen en los anuncios de viviendas en arrendamiento en Idealista, muy por encima de los 15.000 euros mensuales que se piden por uno de los apartamentos de lujo de una de las tres torres del litoral oeste, en la nueva Milla de Oro de la ciudad.
Más allá del precio de alquiler, la villa destaca por su diseño, que contrasta con el entorno residencial, y que la convierte en una propiedad casi única en la zona. Se trata de una casa tipo balinés. Dispone de 712 metros cuadrados de superficie, con tres habitaciones.
"Con más de 1.700 metros cuadrados de parcela y 712 metros cuadrados construidos, esta excepcional propiedad cuenta con capacidad suficiente para ´máximo seis adultos y cuatro niños, distribuida entre sus tres habitaciones y salas de estar con una cama doble, cuatro camas individuales que pueden ser instaladas para convertirse en dobles, y dos sofás cama con capacidad para dos adultos cada uno", se explica en el anuncio.
La villa dispone, además, de cinco cuartos de baño, cuatro de ellos en la villa principal y uno junto a la piscina del recinto. "Hemos recreado una construcción de estilo Balinés, con techo de Thach autóctono, paredes exteriores de madera; interior decorado y amueblado en estilo oriental muy lujoso, conteniendo muebles y piezas exclusivas y creando un ambiente de confort único", se pone en valor en el anuncio.
En el mismo, se subraya la existencia de una atmósfera única en la que destaca su jardín tropical, lleno de palmeras de distintos tipos y lugares del mundo, así como plataneras, naranjos y aguacates.
El epicentro de este "paraíso terrenal" es una piscina de más de 200 metros cuadrados con zona de playa de arena, jacuzzi para 6 personas y cascada. La propia piscina cuenta con una zona poco profunda para los más pequeños y una zona para natación. Junto a ella, hay una zona destinada a solárium con inigualables vistas al mar.
"El recinto goza de una intimidad total, fuera de miradas indiscretas de vecinos, con una tranquilidad absoluta que asegura al huésped encontrar un espacio de silencio, paz y relax", se destaca.
En cuanto a las instalaciones y su confort, la villa cuenta con sauna y dos jacuzzi (uno de ellos dentro de la piscina), a lo que se agrega un Home Cinema de última tecnología, zona de barbacoa, playa privada, amplias terrazas y porches (más de 200 metros cuadrados) y garaje privado con espacio para dos vehículos.