El número de barrios vulnerables de Málaga se ha reducido a la mitad en los últimos años. De ocho zonas (vulnerables) ahora hay cuatro que son Palma-Palmilla, La Luz - San Andrés, Centro Histórico y Huelin. La renta media por hogar en Málaga ha crecido en todos los grandes barrios, aunque algunos se mantienen con ingresos menores a la media habitual.
Todos estos datos han sido publicados en un informe elaborado por la Fundación CIEDES en colaboración con la Universidad de Málaga y el Ayuntamiento de Málaga. En el mismo hacen hincapié en que no hay mejores o peores barrios en la capital, pero remarcan que se debería mantener un equilibrio entre todas las dimensiones analizadas.
Los barrios se han dividido en tres grupos de mayor a menor vulnerabilidad. En el primero de ellos se encuentran Palma-Palmilla, La Luz - San Andrés, Centro Histórico y Huelin. Al segundo grupo suben La Unión-Cruz del Humilladero, Mármoles- Carranque, Campanillas, Camino Suárez- Carlos Haya, Trinidad y Ciudad Jardín que se suman a Puerta Blanca- Finca el Pato y Segalerva- Olletas.
Los barrios menos vulnerables de la ciudad son Teatinos y Litoral Oeste: Puerta Blanca- Finca el Pato, están cercanos a Malagueta- Limonar. Estos destacan por su población joven y su alta esperanza de vida y ambiental.
Asimismo, en el informe inciden en que “las condiciones de desigualdad socioeconómica de la población, su acceso a la renta y el empleo son las que explican en mayor medida la vulnerabilidad global de Málaga”.
En cambio, aseguran que se ha roto la diferencia entre la zona este, que históricamente contenía las más altas rentas, frente a la oeste. Teatinos, en el noroeste, y el Litoral Oeste han empezado a destacar como grandes barrios con condiciones socioeconómicas más altas. No obstante, el río Guadalmedina sigue concentrando en su entorno grandes barrios con necesidades socioeconómicas altas, así como con demandas asistenciales y dificultades territoriales.
Renta de los barrios
En cuanto a las rentas de las diferentes zonas de la capital, la renta neta media por hogar ha crecido en todos los grandes barrios, llegando a estar en 2021 el 65% de éstos por encima de la media andaluza (28.483€) y provincial (28.574€).
En renta media de los hogares se destaca notablemente Malagueta- Limonar (por encima de los 54.000€/año), seguido por un grupo de barrios entre 37.000€ y 42.000€, como Segalerva- Olletas, El Palo- Candado, Teatinos- Guadalhorce y Puerta Blanca- Finca el Pato. Con valores más bajos de renta y con rentas por debajo del 60% de la mediana están Palma-Palmilla, La Luz- San Andrés, Trinidad y Suárez- Carlos Haya.
Esta misma distribución de grandes barrios que se da para las variables de renta se repite para el análisis de la población con estudios inferiores a primaria y para la mayoría de las variables vinculadas con el desempleo, mostrando una vez más la importancia que tiene el contar con una buena educación para asegurar un empleo y unos niveles de renta mínimos.
Esperanza de vida
Con respecto a la esperanza de vida, cabe señalar que en más de la mitad de los grandes barrios está por encima de la media española (83,1 años). Eso sí, existe casi una década de diferencia de edad entre el de máxima esperanza (87,25 años en Teatinos- Guadalhorce) y el de menor valor (Suárez- Carlos Haya con 78,37 años).
Por último, los grandes barrios de Teatinos y Malagueta-Limonar (cerca de 3%) son los que cuentan con menos población procedente de países con bajos índices de desarrollo frente a Trinidad y Huelin, con valores por encima del 15%.
Dimensiones de los barrios
En relación a la dimensión territorial y ambiental sostienen que la ciudad ha incrementado la ratio media de metros cuadrados de zonas verdes por habitante hasta los 13,4 metros cuadrados frente a los 7,6 de 2017, según indicadores municipales.
En lo que respecta al informe, las zonas verdes totales por habitante (públicas y privadas) alcanzan sus mayores valores en Churriana- Bahía Málaga (con más de 307metros cuadrado por habitante) y en el lado opuesto se encuentra Huelin- Cruz del Humilladero con una ratio de algo más de cuatro metros cuadrado por habitante.
La distribución que está condicionada por la configuración de la ciudad y su desarrollo urbanístico con barrios originalmente obreros densamente poblados de mediados del siglo XX donde apenas había espacio público, frente a barrios de autoconstrucción y/o desarrollos en pendiente y hacia los valles agrícolas, donde hay un índice elevado de espacios verdes privados.