El barrio de La Paz de Málaga recuperará a finales de enero de 2025 uno de sus establecimientos más emblemáticos: la cafetería Gran Plaza. Este histórico local, que abrió por primera vez en 1973 y cerró el pasado año por la jubilación de la dueña, se prepara para reabrir con un concepto renovado que promete combinar tradición y modernidad. Al frente del proyecto está un grupo de jóvenes empresarios malagueños, entre los que figura Lucía Navarrete, quienes, movidos por su amor al barrio y su pasión por la hostelería, han decidido devolver la vida a este icónico local.
La reapertura del Gran Plaza no supone un simple cambio de dueños. Según explica Lucía Navarrete a EL ESPAÑOL de Málaga, el grupo hostelero al que pertenece ha querido conservar la esencia del local original, respetando su significado para el barrio y sus vecinos. "Somos del barrio de toda la vida, y todos recordamos haber merendado aquí, haber hecho vida en este bar, al igual que todos los vecinos. Queríamos mantener esa historia, pero darle un toque más moderno", comenta.
El Gran Plaza abrirá sus puertas desde primera hora de la mañana hasta las once de la noche, ofreciendo un servicio continuo que permitirá desayunar, comer, merendar y cenar sin interrupciones. "Sabemos que muchas veces es complicado encontrar sitios donde comer a ciertas horas en Málaga, y queremos que aquí sea posible con una cocina continuada", destaca Navarrete.
Además de su nueva oferta gastronómica, el local rendirá homenaje a sus raíces. En una de las paredes del establecimiento se instalará un mural con fotografías y recuerdos enviados por los vecinos, retratando momentos icónicos de La Paz (si tienen, pueden enviarlas a las redes del bar). "Es una forma de que el bar siga siendo parte del barrio, de su gente y su historia, porque hemos tenido que hacer mucha obra y no mantendremos casi nada de lo que era el local anterior", señala la empresaria.
Detrás del proyecto está Grupo Play Hard, formado por cuatro jóvenes empresarios malagueños de entre 27 y 35 años. Con experiencia previa en el sector de la hostelería, gestionan otros negocios en la ciudad como La Caleta o La Curiosa. Sin embargo, el Gran Plaza tiene un significado especial para ellos por sus vínculos con el barrio, pues todos son de Málaga oeste.
Todos se conocieron hace años, trabajando en otro sector, y decidieron unir fuerzas para dedicarse al mundo de la hostelería. "En este caso, conocemos el bar desde siempre. Cuando supimos que cerraba, vimos la oportunidad de recuperar un espacio que para muchos es parte de su vida", relata la joven.
Uno de los mayores retos ha sido diseñar un modelo que mantenga la esencia popular del local y se adapte a las necesidades del barrio, incluyendo sus precios accesibles. "No tendría sentido traer un concepto que no encaje aquí. Todo lo que hemos hecho ha sido pensando en el barrio, desde el que prefiere una tapita con su cerveza al abuelito que quiere comer un plato de cuchareo caliente", afirma.
Aunque les hubiera gustado abrir antes, algunos retrasos en las obras han movido la fecha de inauguración a finales del mes. La expectativa en el barrio es palpable. "Desde que comenzamos las reformas, los vecinos nos han mostrado su entusiasmo. Todos los días alguien pasa por la puerta para preguntarnos cuándo abrimos que desayunaban siempre allí", comenta Lucía.
El pasado 19 de diciembre, prácticamente medio centenar de personas acudieron al local para realizar entrevistas de trabajo, interesados en trabajar allí. "Nos sentimos arropados por el barrio, mucha gente que vino era de allí", declara.
Con la reapertura del Gran Plaza, el barrio de La Paz recupera no solo un lugar de encuentro, sino también un pedazo de su historia. Bajo el liderazgo de este grupo de jóvenes empresarios, el local promete convertirse en un ejemplo de revitalización en un barrio ilustre, ahora que muchos se están vaciando de negocios tradicionales.