Hablan antiguos representantes de los Reyes Magos en Málaga: “Fue el mejor regalo de nuestra vida"
- Esther Luque, José Carlos Garín o Paco Pomares, entre otros, relatan sus vivencias en las carrozas de la cabalgata del 5 de enero encarnando a Melchor, Gaspar y Baltasar.
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El 5 de enero tiene algo especial, un brillo en los ojos que no entiende de edades. Es un día en el que la magia y la ilusión se cuelan en cada rincón, como un recordatorio de lo que realmente importa. Quizás ya peines canas y estas sean unas Navidades llenas de añoranza; tal vez la llegada de tu primer hijo las convierta en las más felices de tu vida; o puede que la cuerda de la economía esté demasiado tensa, y te aferres al milagro para regalarle a tu familia una sonrisa al día siguiente. Sea como sea, la ilusión permanece, fiel y eterna, porque sin ella, la vida perdería algo de su sentido.
Es difícil no emocionarse cuando los Reyes Magos bajan majestuosamente de la Alcazaba para subirse a sus carrozas. En ellas, Melchor, Gaspar y Baltasar no solo reparten caramelos, sino sueños, esperanza y alegría a lo largo de las calles de Málaga. Algunos tienen la suerte de vivir la cabalgata desde el corazón del Centro, mientras que otros la siguen desde los medios de comunicación, venciendo las barreras del trabajo o incluso de una dura enfermedad para no perderse la magia de esta noche única.
Y si no, que se lo pregunten al mismísimo rey Melchor en 2012, cuando la periodista Esther Luque, de la Cadena SER, fue la encargada de encarnarlo en la ciudad costasoleña mientras que se enfrentaba a un cáncer. En Málaga, la tradición dicta que los representantes de los Reyes Magos sean un periodista, un miembro de la Agrupación de Cofradías y un político, rotándose año tras año. Aquel año le tocaba a su radio.
Esther Luque, Melchor 2012
"Por circunstancias, el alcalde me llamó a mí y me quedé muy sorprendida. Me habían diagnosticado un melanoma, un cáncer, y yo estaba de baja por enfermedad. Pero le estaré eternamente agradecida por el simple hecho de que se acordara de mí", recuerda Luque con una sonrisa.
En ese momento, Luque estaba bajo un tratamiento de inmunoterapia y tenía que acudir cada semana al hospital para pincharse y lograr un buen arsenal de defensas para su cuerpo. "Recuerdo que lo primero que le pregunté fue que por qué me llamaba a mí, si ese año le tocaba a la directora. Me respondió que había sentido mucho mi diagnóstico de cáncer", expresa.
Luque ha tenido que encararse varias veces contra 'el bicho'. Con 36 años le diagnosticaron un cáncer por primera vez y luego llegó un segundo, de mama. Pero en el primero, reconoce que vivió toda una ola de solidaridad y cariño en la ciudad, especialmente por parte de compañeros y políticos de Málaga. "Yo era muy joven y me retiré de la radio de un día para otro", sostiene.
Tanto fue así, que hasta el alcalde no dudó en hacerle, probablemente, uno de los regalos más especiales que pudieron hacerle aquella Navidad: ser rey mago. "De inicio dije que no me correspondía ese honor a mí, pero con mis niños pequeños y su insistencia, finalmente acepté. No podía decir que no. Me acordaré por siempre, era 8 de diciembre de 2011".
Así empezó un proceso mágico. El oncólogo le dio un descanso del tratamiento por Navidad, porque le dejaba totalmente tirada en la cama con fiebre y le subía muchísimo el nivel de las transaminasas del hígado. Sabía que le vendría bien una pequeña desconexión de un tratamiento que finalmente se alargaría un año. "Aquello hizo que yo me sintiera con fuerzas, y además era joven... Así que el hecho de ser Melchor se sintió como un regalo en mi casa después del año tan malísimo que llevábamos. Yo diagnosticada de cáncer, mis hijos muy pequeñitos y estábamos inmersos en una tristeza absoluta".
"Yo fui, diría, la primera y única mujer que representó a Melchor en Málaga. De Baltasar han hecho varias políticas", dice con orgullo. Llevar a su marido, sus hijos, sobrinos y otros pequeños de sus amigos con ella en la carroza fue un chute de alegría. "Desde que me lo dijeron, las Navidades fueron un soplo de aire puro, de olvidar la pena. Estuvimos toda la Navidad preparando trajes de pajes para que los niños fueran muy guapos", relata.
La noche previa no pudo dormir. El deber de la responsabilidad de encarnar a una persona tan importante para tantos niños, pues muchos tienen a Melchor como su rey favorito, la ponía muy nerviosa. "La gente me dijo que no saben de dónde saqué la fuerza. Que era el rey que más caramelos tiraba. Sinceramente, yo lo único que pensaba cuando tiraba caramelos era salud, salud para todo el mundo. Intentaba regalar salud y ya está. La verdad es que fue muy especial. Ojalá conozca a mis nietos para contárselo", declara.
Coco Jurado, Melchor 2016
Tampoco eran buenos tiempos de salud para el comunicador Coco Jurado cuando tuvo el honor de encarnar a Melchor. En 2016 le diagnosticaron de un cáncer de recto. Él, en vez de salud, prefirió repartir amor, mucho amor. "Fue un período muy difícil de mi vida por cuestiones de salud. Pero en cuanto lo supe, me metí en el papel. Recuerdos que en las pruebas del traje de rey quise darle contenido con una palabra, el amor. De hecho, regalaba unas medallitas con esa palabra grabada, que aparte de ser la advocación de mi devoción tenía mucho significado para mí en ese momento", explica.
Reconoce como un reto el hecho de tener que componer su carroza, con todos los preparativos que ello conlleva, a espaldas de sus nietos para que no sospecharan lo más mínimo, "cosa difícil".
"La experiencia fue inolvidable, esto se queda en una memoria que tiene raíces en el corazón", dice, algo emocionado, recordando cientos de anécdotas de su trayecto como rey mago. La que más gracia le hace, sin duda, fue cuando un chaval se le acercó y le tiró de su barba para hacerse el gracioso. "Se quedó cortado cuando vio que era natural. Le dije: '¡Ves, soy el rey mago de verdad! Y por cierto, te voy a decir una cosa, aprieta en el inglés, que estás bastante flojito'. Los padres no salían del asombro, porque el niño no iba muy bien en inglés", confiesa entre risas.
Un grupo de ancianas le llevó una carta y una familia le regaló una bandeja de borrachuelos. En Carretería, recuerda haber visto "algún que otro cristal de ventana" que sufrió bastante ante tanto lanzamiento de caramelos, que en aquel momento, en su mayoría eran duros. "Aún conservo muchos recuerdos como las cartas y los zapatos que llevé ese día. El traje tuve que devolverlo. Fue todo precioso", recuerda.
José Carlos Garín, Gaspar 2017
Garín fue el rey Gaspar de Málaga el año 2017. En aquel entonces no era el presidente de la Agrupación de Cofradías, pero sí el hermano mayor de la Hermandad de la Salud, que sale cada Domingo de Ramos por las calles de Málaga, puesto que le dio el honor de colocarse su barba de color marrón repartiendo ilusión por las calles de Málaga.
Si hay algo que recuerda Garín de su experiencia como representante de este rey mago, es sin duda, su compañía. Sus pajes fueron sus dos hijos... y su primer nieto, porque sí, su hija Marta iba embarazada el día de la cabalgata. "Tanto ella como yo somos pediatras y la cercanía con tantos niños fue maravillosa", confiesa Garín.
Sin embargo, destaca, por encima incluso de los niños, las sensaciones que le despertaron las personas mayores con las que cruzó miradas durante el recorrido. "Sobre todo en la parte a pie, cuando dejamos las carrozas y caminamos hacia la Catedral de Málaga. Ahí vamos acercándonos a las personas que nos esperaban en el recorrido y vi como a personas mayores se les llenaban los ojos de lágrimas. Creo que esa ilusión por los Reyes Magos nunca se pierde", sostiene.
A todo ello suma la curiosidad de que por su amplia agenda conocía a muchísimos niños a los que, cada vez que se cruzaba con uno de ellos, llamaba por su nombre. Se quedaban boquiabiertos con la magia del rey Gaspar. "Pero sin duda, me quedo con el recuerdo de los mayores a los que les salía el niño que llevaban dentro a nuestro paso".
Paco Pomares, Baltasar 2020
Si te digo que "a tu casa voy a ir esta noche", seguro que te viene a la cabeza el meme que protagonizó el concejal de Vivienda Francisco Pomares en la cabalgata de Reyes de Málaga 2020 en su intervención en la retransmisión de los compañeros de Canal Málaga. Sin embargo, la experiencia del político no queda resumida en una simple anécdota.
Pomares define aquella vivencia como "el mejor regalo que le pueden dar a un creyente". "Ha sido uno de los momentos más bonitos de mi vida por encarnar a un rey mago en el que crees y has creído desde siempre porque entiendes la misión que tienen, que es, de alguna manera, anunciar el Evangelio", explica.
Hacerle recordar a todo el mundo "la misión de los Reyes Magos" es para él recordarle al mundo que Jesús nació, "un acto de los más maravillosos y más felices de la historia de la humanidad y que es la historia principal de la vida de los cristianos y que por lo tanto hay que vivirlo desde esa felicidad y alegría".
El de Pomares fue el primer año del diseñador Jesús Segado creando los trajes de los Reyes Magos. "Sus trajes siempre dicen mucho, te hacen meterte en el papel", añade. A ello hay que sumarle que tanto él como sus pajes decidieron acordar cómo iba a ser Baltasar, qué iban a hacer y cómo iba a ser la carroza. "Lo dimos todo".
"Por los niños de Málaga, por la ilusión y por nosotros cuatro. Somos creyentes y por lo tanto, lo vivimos desde esa experiencia, desde ser misioneros de la felicidad", declara. Y así fueron contagiando toda la felicidad que pudieran, sin saber que pocos días después sería Málaga y el planeta entero la que se contagiara de Covid.
"Decidimos regalar, además de caramelos, dones, dones como los de la sabiduría, la piedad, el consejo o la inteligencia", relata. Unos dones y bendiciones que el rey Baltasar impuso a sus compañeros de Gobierno, pero también a la Oposición a su llegada a la Casona del Parque. "Lo hice para desear que todos fuéramos mejores personas".
Después de todo el itinerario, con el cuerpo ya cansado por el esfuerzo físico y la montaña rusa de emociones, fue especialmente emocionante para él la ofrenda al niño Jesús en la Catedral. "La adoración fue espectacular. Cuando entré a la Catedral, recuerdo que me caí al suelo, me senté, no podía más. Me fui a un rincón, me quité el traje y en soledad, me puse a llorar y a disrutar de un momento tan íntimo. Fue un regalo en un momento muy complicado a nivel personal", detalla.
Cree que si todos enfocáramos nuestro día a día como ellos aquel 5 de enero, el mundo iría un poco mejor: "Ojalá ser misioneros de la alegría y de la esperanza todos los días, es lo máximo a lo que puede llegar un cristiano. Hay que ser magos todos los días y recordarnos que justamente lo que necesitamos a veces no es lo material, sino la alegría con la gente, en paz".
Como curiosidad, guarda todo lo que se puso aquel mágico día. De hecho, pone sus zapatitos bajo el árbol como signo del "honor" que tuvo de encarnar a Baltasar. "De haber sido Baltasar por un día, por una noche... En Málaga".
Rosa del Mar, Baltasar 2022
La secretaria general de la agrupación socialista de Ciudad Jardín, Rosa del Mar Rodríguez, también ha sido una de las pocas mujeres en encarnar a un rey mago en la centenaria cabalgata de Málaga. En su caso, "por una carambola del destino".
En 2022, la labor se le encomendó al dirigente socialista local, Daniel Pérez, pero cayó enfermo de Covid-19, al igual que Mariano Ruiz Araújo, del mismo partido. "Para cuando llegó la cabalgata ya lo habían pasado. Acababan de salir del confinamiento tras siete y ocho días en casa. Había en ese momento medidas muy restrictivas. Sin embargo, ambos estimaron que iban demasiado justos para el tema de las pruebas de ropa que hace Jesús Segado y que no iban a poder estar disponibles, así que prefirieron que lo hiciera otra persona", asevera la socialista.
Tras renunciar la viceportavoz del grupo, Begoña Medina, esta se lo ofreció a Rosa del Mar, quien no dudó en acceder a la propuesta. "Aquella invitación fue la puerta de entrada a la magia, a una experiencia maravillosa", sostiene. Asegura que todo el proceso es muy especial, desde la recepción en el salón de los espejos, al paso por la Agrupación de Cofradías, la toma de medidas para el traje...
"Fue un año raro, donde todo no se hizo como se solía hacer. Aforos, limitaciones... Pero nada quita lo que se siente cuando entras a la Alcazaba como ciudadana malagueña y sales como rey mago. No se te borra de la cabeza el momento en el que la mirada de un niño se clava en la tuya, con esos ojos tan abiertos, tanto como su boca", dice, emocionada.
Y así comenzaron tres horas de ensueño para ella en las que le pidieron regalos, caramelos y deseos. Sus hijas son jóvenes y a magia de la Navidad había desaparecido entonces. Sin embargo, el hecho de la elección de Rosa del Mar como Baltasar rupuso la vuelta de la magia, de los despertares nerviosos. "Yo creo que el 5 de enero es un día en el que los sueños se hacen realidad y en 2022 el mío se hizo. Muy agradecida".
Hadi Coulibaly, Baltasar 2023
La historia de Hadi Coulibaly es muy diferente a las anteriores. Ni es político, ni es periodista, ni forma parte de una cofradía. Con apenas 20 años, huyó de la guerra en Mali, su país. dejando atrás a sus hermanos y a su madre mientras que miraba hacia al frente, aunque la muralla de soldados marroquíes, los 'pinchos' de la propia valla y la Policía Nacional no pusieran "sencillo" cumplir el único objetivo que tenía en su vida.
Casi una década más tarde, después de tanto sufrimiento como migrante, le llegó una propuesta indescriptible: ser el rey Baltasar en la cabalgata de Málaga gracias a la decisión de Nico Sguiglia, del grupo Con Málaga, quien prefirió dejar el honor de encarnar a este rey a un trabajador de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR).
Se enteró de la noticia de que había sido elegido como Baltasar unos días antes del inicio de las fiestas navideñas. No dudó en aceptar. Ni conocía a Sguiglia ni era militante de su partido, pero no le dio importancia a ello. No podía decir que no a llenar de ilusión a los niños malagueños.
"Estoy muy agradecido con el gesto de elegir a alguien del CEAR. Además, creo que es mucho más creíble que una persona negra haga de Baltasar en lugar de alguien con la cara pintada y los brazos blancos, ayuda si es más, a mantener la ilusión del niño; es muy acertado por su parte o eso creo yo", contó a EL ESPAÑOL de Málaga aquel año, sin saber que en 2024 se llegaría al acuerdo que acabará para siempre con el blackface en la cabalgata malagueña.
Unos años después, reconoce a este periódico que "fue un privilegio para mí representar a Baltasar en la cabalgata número 100 de Málaga". Minutos antes de subir a las carrozas, los Reyes Magos tuvieron que apagar las velas de una tarta gigante donde festejaban el centenario.
Si bien, dice que nada tiene que ver la experiencia a pie de calle con la de subirse a la carroza. "Una vez arriba, te sientes como un rey, un rey de verdad. La inocencia de los niños es preciosa", declara. Antes de vivir esta experiencia, Hadi fue rey mago en un acto en El Palo, pero era algo "incomparable" a lo vivido en Málaga.
"Un niño me preguntó que cómo hacía para estar en todas las partes de España al mismo tiempo. No entendía cómo estaba en Málaga, pero también en otro lado. Le dije que la magia era lo que nos permitía hacer todo", zanja este rey mago, que se alegra mucho por Mansour, el migrante que salvó a una joven en mitad de la DANA el pasado mes de noviembre y que será Baltasar, junto a otros dos migrantes que serán sus pajes, en la cabalgata de Málaga este domingo.