Francisco de la Torre, alcalde de Málaga; Juanma Moreno, presidente de la Junta de Andalucía, y Rocío Díaz, consejera de Fomento, en una imagen de archivo de las obras del Metro de Málaga.

Francisco de la Torre, alcalde de Málaga; Juanma Moreno, presidente de la Junta de Andalucía, y Rocío Díaz, consejera de Fomento, en una imagen de archivo de las obras del Metro de Málaga.

Málaga ciudad

Andalucía ha pagado ya casi 800 millones de euros por el funcionamiento del Metro de Málaga

Esta es la suma destinada por la Junta de Andalucía desde 2014 a pagar la explotación del suburbano. Ahora le reclama al Ayuntamiento de Málaga una parte. 

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Cualquier cifra vinculada al Metro de Málaga es mayúscula. Lo es la de las miles de toneladas de acero y hormigón que han sido necesarias para la construcción de las líneas 1 y 2 y lo es la de los millones de euros que cuesta anualmente su funcionamiento. 

Un aspecto del proyecto del suburbano que suele pasar desapercibido para el común de los mortales, pero cuya trascendencia ha quedado patente en las últimas semanas tras conocerse la deuda de 64 millones de euros que le reclama la Junta de Andalucía al Ayuntamiento de la capital de la Costa del Sol por las obligaciones que tiene asumidas en esta iniciativa.

De la suma global, casi 56 corresponden a los gastos de la explotación comercial del ferrocarril urbano. De acuerdo con el convenio original del suburbano, firmado por el alcalde, Francisco de la Torre, en abril de 2003, el Consistorio está comprometido a sufragar el 25% de los costes, destinados en buena medida a abaratar al viajero el valor real del servicio.

La reapertura del debate, que casi con toda seguridad acabará en los tribunales, permite poner el foco de atención en la verdadera dimensión económica del proyecto, que va más allá de la fase de planificación y construcción. 

Analizando exclusivamente el dinero que hasta la fecha ha aportado en solitario el Gobierno andaluz para garantizar el funcionamiento del Metro, la suma roza los 800 millones de euros desde 2014, cuando arrancó el servicio comercial, hasta finales de 2024 (de cara a 2025, la reserva es de 95,1 millones). 

Relacionando esta enorme suma de dinero con la cifra de pasajeros que en estos algo más de diez años se han subido a los trenes, con unos 77,5 millones acumulados, el resultado es más que llamativo. Cada viajero ha costado hasta el momento, del orden de 10,3 euros.

El Metro de Málaga ha transportado a unos 77,5 millones de viajeros desde que se puso en marcha. Esto supone que cada uno de ellos ha 'costado' unos 10,3 euros

Ante esta situación, la Administración regional busca, con su reclamación al Consistorio malagueño, rebajar el impacto de esta losa. La exigencia económica ya formalizada, que ha sido recurrida desde la Casona del Parque, es sensiblemente inferior a lo que, aplicando el 25% al valor global, resulta. Tomando como referencia los mencionados 800 millones, la parte a satisfacer en estos 10 años por el Consistorio sería de unos 200 millones de euros.

Sin embargo, la Consejería de Fomento, frente al argumento empleado por el equipo de gobierno estos días, reduce significativamente la factura. Y ello, en buena medida, porque, como subraya el Ayuntamiento, el valor de explotación del Metro malagueño está marcado a fuego por los numerosos retrasos en el desarrollo de los trabajos y los incumplimientos de la Junta en la puesta en marcha del servicio, afectando a la previsiones de los socios privados en el proyecto.

Compensaciones millonarias a los socios privados

Como consecuencia, durante estas dos décadas, el Gobierno andaluz validó dos modificaciones del contrato de concesión, ampliando los plazos de terminación del proyecto e incorporando compensaciones económicas millonarias en favor de los privados. Aportaciones anuales con las que compensarlos de las demoras acumuladas en la terminación del trazado, lo que ha impedido que el ferrocarril urbano haya alcanzado la demanda de viajeros prevista. 

Si bien es cierto que en algunas de las variaciones más significativas el Ayuntamiento ha sido un mero testigo, hay parte de responsabilidad municipal en la decisión final de enterrar la propuesta inicial de llevar el Metro en superficie hasta el Hospital Civil

Una solución aceptada, de inicio, por el regidor, quien a finales de 2013, en una reunión celebrada en la sede de Metro de Málaga, junto a Los Asperones, se dio luz verde a la transformación del trazado original para salvar el proyecto. El suburbano se encontraba, por aquel entonces, en una delicada situación económica.

Sin embargo, tras rubricar el acuerdo, De la Torre dio marcha atrás, rechazando de plano la idea de ejecutar el ferrocarril urbano a ras de tierra. Esa negativa lastró la actuación durante años, hasta que el Partido Popular y Juanma Moreno llegaron a la Presidencia de la Junta. En 2019 se abrió la puerta al modelo ya en desarrollo: el Metro soterrado hasta el Civil. 

Una determinación que motivó la renegociación del acuerdo de concesión, ampliando hasta 2027 la fecha de terminación de la obra (tampoco se cumplirá) y, en consecuencia, las compensaciones económicas que año tras año se abonan a los privados