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La Torre del Puerto de Málaga puede pasar a llamarse ya la Torre Chipperfield. El arquitecto británico, galardonado en 2023 con el Nobel de Arquitectura y uno de los más reputados profesionales a nivel internacional, firma la renovada propuesta del hotel que un grupo inversor vinculado a la familia real de Catar promueve en el puerto de la capital de la Costa del Sol.

El nuevo diseño marca diferencias considerables respecto a la propuesta anterior, elaborada por José Seguí, desde hace meses desvinculado de la operación tras el entrada con mando en plaza en la misma del grupo Hesperia.

Está confirmado que la inversión en esta torre superará los 120 millones de euros, una cifra que no se cerrará hasta que se produzca la entrega final de la propuesta, lo que ocurrirá a principios del próximo mes de marzo. 

De los 116 metros de altura del edificio previo se pasa a 144 metros en vertical, dimensión que, en caso de materializarse marcará el nuevo skyline de la ciudad. El inmueble, además, dará cabida a un centro de convenciones con aforo para 2.000 personas. Así, contará con un número de habitaciones considerable: entre 350 y 390.

Son los principales detalles aportados este jueves tanto por el urbanista como por uno de los socios de la entidad promotora, el CEO del Grupo Inversor Hesperia, Jordi Ferrer. Antes, ambos hicieron una presentación institucional de la torre ante el alcalde, Francisco de la Torre, y el presidente del Puerto, Carlos Rubio.

Lo que no ha permitido la puesta en escena del trabajo de Chipperfield es visualizar en su totalidad el fututro edificio de 144 plantas. Las imágenes aportadas son insuficientes para hacerse una idea cierta de lo que supondrá el inmueble, marcado claramente por su dimensión en altura, pero también por una forma mucho más cuadrada que su antecesor.

Sí se alude al empleo de materiales más ligeros, asociados a la naturaleza aérea de la pieza, al tiempo que se precisa que la construcción en altura "se inspira en la luz blanca de Málaga y sus cielos vaporosos por la intensidad solar y el vapor del mar". Esto permite, según explican, que la torre "se integre en la línea de horizonte".

Ferrer sí ha asegurado que dará cabida a un hotel 5 estrellas Gran Lujo e incluso ha confirmado la existencia de conversaciones adelantadas con una de las grandes operadoras a nivel internacional

"Es un edificio muy esbelto, compacto", ha afirmado el CEO de Hesperia, al tiempo que ha incidido en que la apuesta pasa por "proyectar la ciudad más allá de Europa, a EEUU y Asia y para eso se necesitan los canales de esas grandes cadenas, con el objetivo de llegar a ese cliente de alto poder adquisitivo".
Ferrer ha confiado en que el giro radical dado a la operación, con nuevo diseño y nuevos responsables al frente de la misma, permita rebajar la oposición que desde hace años recibe la propuesta. Asimismo, ha considerado que los recursos judiciales que buscan frenar la actuación no tienen base.
"Va a ser capaz de transformar este espacio y proyectar la ciudad hacia una nueva dimensión y a una nueva liga internacional. Esto ya ha sucedido en otras ciudades, ha sucedido en Rotterdam, en Londres, en la propia Barcelona, donde ha habido proyectos que han mostrado un punto de inflexión donde se han transformado estas zonas urbanas. Y esto es lo que pretendemos hacer en Málaga", ha apostillado.

Casi diez años de camino

Aunque ahora es cuando se ha desvelado el gran secreto de la Torre del Puerto, la operación sigue pendiente de completar un camino iniciado hace ahora casi diez años. La firma adjudicataria de la concesión de los suelos (Andalusian Hospitality II) tiene hasta principios de marzo para presentar toda la documentación requerida, incluyendo el proyecto final y la memoria económica actualizada. 

Esta es la última fecha posible, después de que se autorizase una prórroga de 4 meses, toda vez que el calendario inicial finalizaba a principios de este mismo mes de noviembre.

Una vez alcanzado ese hito (de no hacerlo, el Puerto podría quedarse con el aval e impulsar un nuevo concurso), los técnicos portuarios dispondrán de un mes para su análisis y posterior remisión a Puertos del Estado, que será el que completará el proceso hasta que el asunto llegue a la mesa del Consejo de Ministros.

El responsable de Hesperia ha confiado en que eso pueda ocurrir a mediados de año o en el tercer trimestre del ejercicio. De hecho, se muestra optimista en que el órgano ejecutivo dé luz verde al pretendido uso hotelero y levante la prohibición actualmente existente.

Con todo ello, marca un calendario de obras de entre 35 y 40 meses, debido, principalmente, a la envergadura de los trabajos de cimentación que son necesarios para este inmueble. En este esquema, parece posible que la Torre del Puerto sea realidad a finales de 2028. O ese es el deseo de los promotores.

Atendiendo a los términos objetivos del ya vigente planeamiento urbanístico, la principal variación es que se asigna a los terrenos de la plataforma ganada tras la construcción del dique de levante un techo edificable máximo de 45.000 metros cuadrados. Esto supone multiplicar por siete los 6.000 metros cuadrados edificables que estaban permitidos antes de que se aprobase la modificación del Plan del Puerto.