Niños jugando en bicicleta, abuelos sentados en los bancos y las tortugas tomando el sol mientras que un par de patos se pegaban un chapuzón. Ese era el panorama de la primera mañana de domingo de apertura completa del Parque del Oeste tras el paso del Festival de las Linternas, una iniciativa que cerró parcialmente el parque al público durante cinco meses.
"Ya nos lo han devuelto, nuestro parque estaba secuestrado", celebraba una vecina con su hijo pequeño al descubrir que ya todas las áreas del parque estaban disponibles en la mañana de este domingo. Había ganas de pasear por el Parque del Oeste y eso se nota, tanto en la afluencia del parque, lleno, como en las conversaciones que surgen de los corrillos de vecinos que acuden a él.
Una pareja de personas mayores descansan en uno de los bancos tras un paseo. Son vecinos de la barriada de La Paz y aseguran que sienten alegría de volver a tener el parque disponible. Si bien, ellos no consideran que haya sido una "gran molestia" el Festival de las Linternas. "Todos tenemos que ganarnos la vida. No entiendo tanto jaleo, si al final el parque lo íbamos a volver a tener... Yo pienso que no ha sido para tanto", señala la mujer del matrimonio, quien cree además que "está todo muy limpio".
"Con lo de las Linternas el alcalde ha metido un patinazo... Él lo sabe. Todos los que vivimos por aquí hemos vivido lo incómodo que ha sido tener que dar mil vueltas para cruzarlo", señala otra vecina de La Paz. La mayoría prefiere no decir su nombre para poder opinar tranquilamente. Una de sus acompañantes, además, añade que ahora el Ayuntamiento debe pintar los bancos de alrededor del estanque, dar una buena limpieza al agua y cuidar bien los jardines, unos jardines que tienen zonas secas e incluso manchas azules en los puntos donde estaban colocadas las figuras lumínicas que conformaban el Festival de las Linternas.
Manchas en el césped.
Una pareja joven pasea cerca de ellos con niños pequeños. "Al fin tenemos ya los patos y podemos venir a darles de comer", dice con una sonrisa a su hijo. Ellos son vecinos de Santa Paula. Reconocen que les ha parecido "muy mal" la iniciativa del Festival de las Linternas. "No entiendo por qué motivo se le ha permitido hacer caja a una empresa privada en un parque de todos, público. Si quieres hacer algo así, alquila una superficie, pero no molestes a los vecinos", dice, indignada, la parte femenina de la pareja.
Por su parte, él le apunta al alcalde que si el año que viene se hiciera algo parecido (cabe recordar que tanto Lantern como Ximénez dijeron que no volverá el Festival) "pruebe a ponerlo en el Limonar o por El Palo". "A ver si a sus amigos les hace tanta gracia", añade, a la par que cree que para colmo, los precios del festival eran demasiado exagerados. "Creo a ciencia cierta que si lo hubieran puesto a cinco euros, esto hubiera estado lleno. Pero ha sido un despropósito". Esa misma sensación la tienen la mayoría de los entrevistados, que concuerdan en que siempre veían vacío el recinto, lo que le daba aún "más rabia".
Así, una pareja del otro barrio colindante al parque, Parque Mediterráneo, define lo vivido en los últimos meses como "una guarrería". Están paseando a su perro y tienen la sensación de que hay menos fauna en el parque. "No sé si es que los animales se han acostumbrado a estar en el fondo y no vienen al estanque por miedo, pero ayer pasamos y como mucha gente no sabe que está abierto había un silencio sepulcral", declaran.
Este sábado concluye oficialmente el contrato firmado hace varios meses entre el Ayuntamiento de Málaga y la empresa privada Grupo Ximénez y Lantern Group, para ocupar durante cinco meses la mitad de este parque con un festival de luces chinas. Durante su estancia, un grupo de vecinos se ha concentrado religiosamente cada domingo en la puerta de acceso para mostrar su rechazo a hacer "negocios" en un parque público de manera pacífica. Finalmente, parece que la lucha les ha funcionado y que el Festival de las Linternas no volverá a su parque... ni a Málaga.
Según confirmó en su día la concejala de Fiestas, Teresa Porras, la empresa promotora del evento, una alianza entre Ximénez Group y Lantern Group, la empresa más importante de China en la organización de festivales de linternas, ha decidido "no montar el año que viene; ella misma lo ha decidido".
Aunque la edil dio más detalles, la renuncia parece estar directamente relacionada con el negocio final, que no ha alcanzado las expectativas fijadas. De hecho, la organización no ha publicado en ningún momento datos de asistencia. Hay que recordar que, según los datos aportados en su momento, la inversión global realizada en el recorrido ronda los 3 millones de euros.