Una imagen de cómo quedó su vehículo.

Una imagen de cómo quedó su vehículo. Cedidas

Málaga ciudad

Miriam vuelve a nacer tras sufrir un brutal accidente de tráfico en Málaga: "Necesito testigos, se ha dado a la fuga"

La joven, de solo 25 años, fue arrollada por otro vehículo cuando iba en su coche este lunes a las 8.15 horas en la A-7. Llegó a dar dos vueltas de campana.

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Miriam tiene 25 años y está viva de milagro. Le duele todo el cuerpo y tiene moratones y rasguños, unas lesiones prácticamente increíbles cuando se ve el estado en el que quedó su Toyota tras sufrir un brutal accidente de tráfico en la A-7 este lunes por la mañana. Al parecer, fue arrollada por otro vehículo que se dio a la fuga.

Según el Servicio de Emergencias 112 de Andalucía, los hechos ocurrieron a las ocho y diez de la mañana. El coche de esta joven fue embestido por otro vehículo cuando se incorporaba a la autovía por el tramo nuevo que lleva a Puerto de la Torre. Miriam está convencida de que el vehículo fugado es un camión que pudo ver a través del retrovisor izquierdo antes de recibir el impacto. No recuerda características. El golpe provocó que diera varias vueltas de campana y terminara a gran distancia del punto de la colisión.

"Yo salí de casa a las ocho, subí por la rotonda de La Virreina y me incorporé a la autovía nueva por el carril de aceleración. Ese carril no termina en seco, sino que se fusiona con la autovía, creando un tercer carril. Estaba acelerando para entrar bien cuando vi una sombra en mi espejo izquierdo reflejando que habia un vehículo en el carril central a distancia. Era un camión", explica Miriam.

En cuestión de segundos, la situación se tornó dramática y la joven comenzó a agobiarse."Vi que el camión aceleraba a medida que me incorporaba. Yo estaba acelerando al ser una incorporaciónde autovía, pero él mucho más. Mi coche es un Toyota Aygo, no daba más, es una cuesta, pero iría a 90/100 Km/h. Vi por el espejo izquierdo como se aproximaba hacia mi carril y sentí el golpe en el faro trasero de lado del conductor. Fue bestial. No sé qué hice, porque el coche dejó de responder. Empezó a dar trompos y vueltas de campana. Yo solo recuerdo chillar y pensar: 'Por favor, que pare el coche'"

El pánico se apoderó de ella mientras su vehículo giraba sin control, sobre todo porque se mantuvo consciente en ese momento. "Lo que más miedo me daba era si venía otro coche. No sabía si podía acabar en el carril contrario. No sabía nada". Finalmente, su coche quedó detenido entre el carril central y el izquierdo, a unos 400 o 500 metros de donde recibió el golpe.

Las imágenes del accidente muestran la distancia recorrida y la violencia del choque. "He avanzado muchos metros. En las fotos se ve el muro de la montaña y mi coche al lado. No sé cómo he llegado hasta ahí". Tras detenerse el vehículo, Miriam intentó evaluar su estado. "Los airbags saltaron. El coche daba muchas vueltas. Cuando por fin paró, me quedé boca abajo. Abrí los ojos y pensé: 'Vale, creo que estoy bien, no noto sangre'. Veía los cristales rotos, el techo del coche estaba a solo unos dedos de mi cara".

Varias personas acudieron a auxiliarla. "Pensé que era alguien del camión para ayudarme, pero no, era gente que se había parado. Ellos estaban asustados y yo empecé a gritar: '¡Por favor, abridme, abridme! Estoy bien'. Ellos me respondieron que no podían abrir la puerta. Intenté encontrar el pestillo a ciega sin entender en qué posicion estaba el coche, desubicada y, cuando por fin lo logré, intenté abrir la puerta, pero estaba enganchada. Me ayudaron a abrirla como pudieron".

"Había mucho humo, el airbag estaba inflado, olía fatal, a quemado. Me daba miedo que el coche explotara porque es de gasolina. Cuando por fin abrieron la puerta, me dijeron que no podían quitarme el cinturón. Les dije que sí, que lo cortaran. Me avisaron antes de hacerlo y, en cuanto lo hicieron, me agarraron, me tiré al suelo y me arrastré para alejarme del coche con ayuda de ellos".

Poco después, llegaron los servicios de emergencia. "Justo pasaba la Guardia Civil y llamaron a la ambulancia, a la grúa, a los bomberos... Me llevaron al hospital Carlos Haya y me hicieron muchas pruebas. Sorprendentemente, no me ha pasado prácticamente nada para todo lo que podía haber pasado".

Le duele todo el cuerpo, sobre todo el cuello y los hombros, tiene varias heridas en la cara, tras clavarse las gafas, y se le ha clavado un cristal debajo del ojo derecho. Además, tiene un chichón en la frente y una raspadura en la barbilla y una simple inflamación en la rodilla, todo ello, dice, dándole "las gracias al cinturón de seguridad a pesar de la marca que este me dejó en el cuello". "Algunos moratones que van saliendo a medida que pasan las horas... como en el codo izquierdo, pero para lo que podría haber pasado no tengo nada", añade, nerviosa aún por lo ocurrido.

Ahora necesita urgentemente buscar por encima de todo al conductor que se dio a la fuga tras impactar con ella. Cuando la Guardia Civil habló con ella, Miriam preguntó dónde estaba el camión y, según su relato, tanto los agentes como las buenas personas que le auxiliaron apuntaron que no vieron a nadie más. Que no había otro vehículo parado junto al de ella. Se quedó en shock y ahora pide colaboración ciudadana para poder saber más sobre el accidente. "Necesito encontrar a gente que viera algo desde el otro carril o desde el que ocurrió, es importante", ruega.