Un jurado popular ha declarado no culpables a dos acusados de asesinar a tiros tras recibir el encargo a un empresario de Marbella (Málaga) y sólo ha considerado a uno de ellos culpable, pero de los delitos de pertenencia a organización criminal y de daños mediante incendio.

Así lo han informado a Europa Press fuentes judiciales, quienes han precisado que el veredicto del Tribunal popular se emitió a última hora de este pasado martes. El juicio comenzó el lunes 20 de noviembre.

Los dos hombres estaban acusados de los delitos de pertenencia a grupo criminal, asesinato, tenencia ilícita de armas y daños mediante incendio; por los que las acusaciones --Fiscalía y la acusación particular en representación de la familia de la víctima-- pedían inicialmente prisión permanente revisable para cada uno de ellos.

Pero los jurados han considerado que uno de ellos no es culpable de ninguno de estos delitos; mientras que el otro lo sería solo de los delitos de pertenencia a grupo criminal y de daños mediante incendio; absolviendo a ambos del de asesinato.

Tras emitirse este veredicto, las acusaciones han solicitado que se le impongan la pena de siete años de prisión al procesado que ha resultado culpable por esos dos delitos, han precisado las mismas fuentes.

Los hechos sucedieron el 21 de enero de 2019 de madrugada, cuando la víctima, que tenía negocios de locales de ocio, llegaba a su casa tras salir de uno de estos establecimientos y recibió varios disparos de forma repentina, lo que le provocó lesiones por las que murió de inmediato.

Los acusados negaron pertenecer a un grupo criminal, radicado en Países Bajos y dedicado a actividades ilícitas contra la vida de las personas y sus bienes. Uno de ellos declaró que en esa fecha estaba en España porque había venido de vacaciones y el otro dijo que estaba en Marbella con una amiga porque su exmujer y su hijo estaban en dicha ciudad.

Las acusaciones han venido manteniendo que se trataba de un crimen cometido por profesionales y apuntaban a la participación de los acusados; mientras que las defensas han coincidido en que ambos procesados eran inocentes y en que no había pruebas que los relacionaran con el asesinato.