Repoblar el entorno dunar de Marbella sin usar agua. Es el objetivo de un proyecto pionero que busca incorporar nueva vegetación a la zona de la mano de una técnica de cultivo nacida en Japón: el método Nendo Dango. Para llevar a cabo esta iniciativa, más de 100 escolares de la ciudad han creado 1.600 bolas de arcilla que serán plantadas en las próximas semanas.
La promotora de esta actividad es la asociación Produnas, muy involucrada en el desarrollo sostenible de la ciudad de Marbella y su entorno. En esta ocasión, la zona a tratar será la duna de El Pinillo, situada junto al famoso Arco de Marbella. "Es un proyecto muy novedoso, y si funciona será una gran oportunidad para cambiar los modelos de plantación. Se ha demostrado su funcionamiento en la montaña, pero nunca se ha probado en entornos dunares", explica Susanne Stamm, presidenta del colectivo medioambiental.
Nendo Dango significa 'bola de arcilla' en japonés, y es un sistema creado por Masanobu Fukuoka para buscar una forma eficaz de combatir la deforestación. Así, las semillas se introducen en la arcilla en forma de bola, junto a sustrato vegetal, proporcionando la humedad necesaria para que la plantación resista en zonas áridas.
En Marbella, Produnas ha desarrollado por primera vez este método en varios institutos de la ciudad, y los propios alumnos se han encargado de elaborar estas bolas de arcilla, que serán plantadas en las próximas semanas. "Hemos creado más de 1.600 bolas, y cada una tiene diez semillas diferentes dentro", señala Stamm.
Para elaborar las 'bombas' de arcilla se han usado 22 especies de semillas autóctonas de los entornos dunares, como el pino piñonero (Pinus Pinea), palmito (Chamaerops humilis), oruga de mar (Cakile maritima), junco espinoso (Juncus acutus) o perpetua (Helichrysum stoechas). Se trata de especies habituadas a la falta de agua, de hecho, su presencia en determinadas áreas es indicativa de precipitaciones escasas, y soportan muy bien las altas temperaturas, explica la presidenta de Produnas.
¿Y cómo se plantarán? Las bolas de arcilla se introducirán directamente en la arena, alrededor de estacas de madera, "que han demostrado ser proveedores de humedad". Su desarrollo dependerá de la climatología, y los posibles brotes pueden tardar "hasta tres años".
En principio, la plantación está prevista para el 24 de febrero y el 2 de marzo, en una jornada abierta a todo aquel que quiera participar. "Es la primera vez que un entorno dunar va a albergar estas bolas de arcilla con semillas de especies autóctonas en su interior", recalca Stamm.