"Me han arruinado la temporada alta. Me han dado la baja, al menos, hasta el 20 de septiembre porque me han destrozado la mano, ahí decidirán si son más días; mientras tanto, viendo la tele y perdiendo dinero por lo que me han hecho", dice resignado David (nombre ficticio). Es taxista y el pasado domingo, uno de sus clientes le apuñaló para, a continuación, robarle el móvil y no pagarle la carrera, que era de apenas nueve euros.
Los hechos ocurrieron la madrugada del pasado domingo, 23 de junio. Sobre las 4.30, dos hombres requirieron los servicios de David para que este les trasladara hasta la zona de Río Real. Uno se sentó en el asiento del copiloto, y el otro en la parte trasera del vehículo. Todo iba bien hasta que David detuvo su vehículo en la zona donde ambos le habían pedido.
Cuando les pidió los nueve euros, el de delante se quejó de que era un precio muy alto. "Yo le contesté que él fue el que había decidido coger un taxi y el que había visto lo que se iba marcando. El de delante le dio dinero al de atrás, que era más joven, para que lo contara. No era dinero español. Le entendí que no había dinero suficiente", explica el taxista.
Siempre según el relato del conductor, el de atrás se bajó del coche de golpe y el que iba en el asiento del copiloto decidió arrancarle de la guantera el Iphone 12 Pro que estaba cargando. "Fue directo a por mi móvil, pero le cogí la mano derecha. El móvil lo tenía en la izquierda. Me lo arrancó del cuadro donde lo tenía, a mala leche, con mala cara. Con una mano logró abrir la puerta del coche y a continuación se metió la mano al bolsillo y sacó un cúter, como los que se usan en albañilería, de unos dos dedos de ancho", relata.
Así, indica David, trató de asestarle una puñalada en la zona del pecho. "Me di cuenta de que si me daba, estaba perdido, hasta aquí, este tío me mata aquí", recuerda. Puso la mano, le cogió de la muñeca y como su agresor tiró, logró rajarle con el cúter la membrana del dedo pulgar. Tras conseguir su objetivo, se fue corriendo con su compinche quien, por cierto, se pasó el rato "riendo". "Tuvieron que cruzar la autovía corriendo. Pensé que me iban a robar más cosas, todo lo que llevaba encima, pero solo se llevaron un triste iPhone 12 Pro que, por cierto, luego miré en mi tablet que aparecía en la casa que tienen okupada. Me dijo la Policía que sin una orden judicial de entrada no podían hacer nada", declara el taxista.
Tras ver que poco tenía que hacer, se taponó la herida como pudo y acudió hasta la Jefatura de la Policía Local para denunciar los hechos y otro taxista lo llevó hasta un hospital para curarse las heridas. Apenas unas horas después, los dos hombres, de 34 y 41 años, quedaban detenidos gracias a la cámara de seguridad que David tenía en su taxi y que facilitó la identificación de los dos sujetos.
Después de 14 años de experiencia en los que no ha tenido un episodio de estas características, David reconoce que Marbella está "muy mal". Esta misma semana uno de sus compañeros sufría el robo de su propio vehículo, que acabó apareciendo horas más tarde en La Línea de la Concepción y a otro también le robaron el teléfono móvil. A todo ello, hay que sumar otros "simpas".
Los dos hombres, de origen marroquí, se encuentran ya en prisión después de que el Juzgado de Instrucción número 1 de Marbella, en funciones de guardia, acordara su ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza para ambos. Se les investiga por un delito de robo con violencia y otro de lesiones.
Por su parte, los detenidos, ambos de origen marroquí, irán a la cárcel. El Juzgado de Instrucción número uno de Marbella, en funciones de guardia, ha acordado esta mañana el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza de los dos arrestados. Están investigados por los delitos de robo con violencia y lesiones.
"Creo que estaba acostumbrado a robar, por la forma de actuar. A mí no me asustó de inicio, pero es que no dudó en pincharme rápidamente. Uno de ellos tiene bastantes antecedentes. Espero que lo paguen, porque a mí me han echado abajo el verano, y podríamos ser más; hay que echarle freno", zanja.