La mañana del 23 de febrero de 2023 unos trabajadores municipales de Poppel, un pequeño municipio de la provincia de Amberes (Bélgica), que iban a comenzar su jornada laboral podando árboles vivieron una escena que nunca olvidarán jamás. Se encontraron un vehículo mal aparcado en un camino forestal en el que debían trabajar, era una furgoneta Peugeot Boxer blanca de la que descendió el holandés de 39 años Henry W.
A este hombre, que se acercaba a duras penas a los trabajadores, le habían grabado en su frente la palabra ladrón, tenía el cuerpo con múltiples hematomas, con quemaduras, totalmente ensangrentado y le faltaba un dedo de la mano. Algo así es complicado de borrar de tu memoria. Cuando los trabajadores del ayuntamiento le preguntaron que dónde tenía el resto de su dedo, Henry sin decir ni una palabra rebuscó en un bolsillo de su pantalón y de ahí sacó trozos de su extremidad que le habían cercenado.
El día anterior lo había secuestrado un comando de 4 personas en Eindhoven (Países Bajos), y de ahí lo trasladaron a un almacén a las afueras de Amberes en Wilrijk. Le taparon la cabeza, y le rompieron la nariz en el camino. Luego estuvo horas atado a una silla mientras lo torturaba esa banda de narcotraficantes que lo acusaba de robar 75 kilos de cocaína y con los que debía rendir cuentas.
En un momento de esa noche del 22 al 23 de febrero de 2023 el comando realizó una videollamada por Facetime a dos narcotraficantes que se encontraban en una villa de Marbella, eran los jefes que habían perdido el alijo de varios millones de euros. Se trataba de Yersen V. y Jonas W, el primero es primo de un importante narcotraficante belga llamado Yannick 'Flash' Waldrant condenado a 26 años en Bélgica por narcotráfico e investigado en otros procedimientos también relacionados con el crimen organizado.
Dirigía el clan Vuitton y se le considera uno de los actores importantes del puerto de Amberes para introducir cocaína en Europa. En 2021 fue detenido en Almuñécar tras reunirse con su familia en Navidad, antes había vivido en mansiones en Estepona y Marbella huyendo de la justicia de su país.
La noche del 23 de febrero Yersen V. y Jonas W. recibieron la videollamada en el móvil que procedía del almacén en Wilrijk (Amberes), estas imágenes se emitieron en mayo en el Tribunal penal de Turnhout (Amberes) porque el fiscal del caso lo solicitó y ni los propios protagonistas que estaban siendo juzgados querían volver a verlas por su crudeza. Según el periodista suizo Fabián Florian Schoop, que estuvo presente en las sesiones judiciales, los dos agacharon la cabeza mientras todo se reproducía en una pantalla gigante de la sala judicial.
En la videollamada que tuvo una duración de 13 minutos, Yersen V. y Jonas W. se encargaron desde Marbella de ordenar las torturas a Henry W. Indicaron al comando que enfocaran bien a la víctima en la cámara y decidieron que le inscribiesen la palabra ladrón en la frente, en las heridas que Henry tenía en ese momento los secuestradores le echaron amoniaco. Para rematar la escena tétrica, en la que se veía a una persona desnuda en el suelo y ensangrentada, Yersen V decretó que le mutilaran un dedo meñique de la mano.
Y sin dudarlo eso ejecutó el comando con un martillo y un cincel. Más tarde, a Henry W. lo introdujeron de nuevo en la furgoneta que habían utilizado para secuestrarlo, la diferencia es que ahora se encontraba moribundo. La víctima tuvo suerte porque en mitad del camino donde pretendía llevarlo el comando el vehículo tuvo una avería y lo abandonaron deprisa en un camino forestal. Es ahí donde lo encontraron los trabajadores del ayuntamiento de Poppel.
Por estos hechos fueron condenadas una decena de personas, Yersen V fue detenido en marzo de 2023 en una vivienda en Nerja. Había cambiado de los domicilios habituales que frecuentaba en Marbella, los agentes que lo arrestaron tuvieron suerte porque ya tenía observado otro inmueble que utilizaría como casa de seguridad. Yersen fue extraditado a Bélgica para ser juzgado por estos hechos en marzo de 2024, y pasó un buen tiempo en la prisión de Alhaurín de la Torre esperando esa decisión.
Ahora está condenado a 17 años de cárcel junto a Jonas W, aunque para los dos la Fiscalía solicitaba 30 años de cárcel. Se libraron de la acusación de intento de asesinato porque según el Tribunal no quedó acreditada la intención matar a Henry W por parte del clan del narcotráfico, y ahora están todos a la espera de la decisión del Tribunal de Apelación de Amberes porque la misma Fiscalía recurrió la sentencia. Este nuevo juicio se celebró el mes pasado.
Así se vive dentro del narcotráfico al máximo nivel, y pocas historias como estas se revelan porque las víctimas no acuden a las autoridades como es obvio.