Como cualquier joven que se inicia en la música, él también sube sus propias canciones y covers al apartado de reels de Instagram buscando que al otro lado haya alguien que disfrute escuchándolo. Se llama Juan Baena y acaba de lanzar su primer EP, titulado Tanto bien recibido. Con él, trata de "acercar a Dios a todos los que lo oigan", porque sí, pese a sus 29 años, además de cantante, es sacerdote en La Cala de Mijas y Calahonda.
No tiene muy claro qué llegó antes a su vida, si lo religioso, o lo musical. Duda bastante cuando se le plantea la pregunta. "Ambas llegaron muy temprano. Tanto la vida de fe como mis primeros juegos con la guitarra y la percusión empezaron en el colegio", explica el joven sacerdote, que a partir de su paso por tercero de la ESO en Salesianos empezó a darle una oportunidad a la guitarra, a la que le cogió el truco ya en el Seminario Menor. "Lo de la composición llegó después, estando en el Seminario, con veintipocos años. Surgió como algo que a mí me ayudaba personalmente", añade.
Su primer contacto con la música realmente llegó siendo un chaval, cuando comenzó a estudiar viola en el conservatorio. "Vamos, que fueron dos años. Ahora no sabría tocar ni Estrellita del lugar con la viola", confiesa riendo. Y es que, lejos de soñar con ser un cantante famoso, para Juan la música siempre ha estado presente como una afición. En su adolescencia, lo primero eran siempre los estudios y, cuando creció, su parroquia. "Ahora, aunque haya sacado el EP tampoco es que esté dedicado en cuerpo y alma a ella", explica.
De hecho, tuvo que dejar la música un poco de lado hasta hace un año. Vivir una pandemia siendo sacerdote no es sencillo. "No he sido de esos a los que la pandemia le inspiró para componer mucho, yo casi al revés. Estuve corto de inspiración, pero sí que leí y escuché música", reconoce.
Fue hace justo un año cuando comenzó a retomarla. Tras escribir varias letras, decidió quedar con su amiga Ana García, que tiene un proyecto musical llamado Anadie, para enseñárselas. Su primera intención era grabarlas para compartirlas con el mundo con mejor calidad. No pasaba por su cabeza la idea de grabar un disco reuniéndolas. "Para mí simplemente se trataba de compartir con cualquiera algo que era privado, que a mí me ayudaba personalmente", añade.
Su amiga no dudó ni un segundo en echarle una mano para grabarlas. Sobre la marcha y en plena grabación, fue cogiendo fuerza la idea de darle unidad al concepto. "Lo que en principio iban a ser tres temas sueltos acabaron siendo cinco, sobre la misma temática o idea, que se englobarían en un EP", explica.
Todos los temas del EP nacieron apenas un mes antes de la grabación. No es de esos cantantes que rescatan letras de un cajón. "Las letras que grabé en el seminario creo que jamás las grabaría; son letras de otra época de mi vida que creo que ya no me representan, no me identifico mucho con ellas", expresa con una sonrisa. Pese a ello, sí cree que temas que se escribieron en las mismas fechas que los que conforman el EP podrían ver la luz en el futuro si surge la oportunidad.
¿Su canción favorita del EP? Reconoce que le cuesta elegir. Cambia de opinión casi a diario respecto a este tema. "A día de hoy creo que la última, la de Amar y servir, por ser la que canto más a gusto", explica el sacerdote, que no usa en la misa ninguna de sus canciones, puesto que cree que estas nacieron para estar fuera de la eucaristía.
"Sí que las he utilizado en alguna oración o en algunos ratitos de encuentro con algunos jóvenes, pero no las veo dentro del espacio de la misa. Cuando las grabé no me las imaginaba en ese ámbito, sino que me imaginaba a la gente escuchándolas en el coche", declara.
Tenía claro que no buscaba lucrarse del proyecto, sino todo lo contrario. Todo lo que se recaude con el EP irá destinado a Cáritas Diocesana. Este se puede escuchar en todas las plataformas digitales bajo el nombre de Tanto bien recibido y se puede comprar físicamente con ilustraciones del propio Juan en algunas librerías malagueñas: Librería Diocesana, Librería Renacer y Librería Nazarenas. "Me parecía bonito que estuvieran mis dibujos en el formato físico, aunque no sean nada del otro mundo. Me parecía especial que todo tuviera un mismo sello, un relato coherente, que saliera de las mismas manos", dice.
Por mucho que tú te esfuerces para escribir una canción, hay algo de inspiración o gratuidad que tú no controlas
"El proceso de creación de un disco como este ya tenía mucho de gratuito. Las canciones, si lo pensamos, nacen como un regalo. Por mucho que tú te esfuerces para escribir una canción, hay algo de inspiración o gratuidad que tú no controlas. Por todo ello, sumado a la generosidad de mi amiga Ana en el proceso de grabación, decidí que los beneficios serían para ayudar a otros, en este caso a Cáritas Diocesana. Tenía que corresponder a tanta generosidad", zanja.