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Acostumbrados a que el peso del sector inmobiliario en la provincia de Málaga recaiga fundamentalmente sobre la Costa del Sol Occidental y sobre la capital malagueña, adquiere una condición singular la apuesta que el Ayuntamiento de Nerja realiza por dotar al municipio y a la parte más oriental del litoral de Málaga de una gran área de oportunidad, en la que tendrán cabida importantes desarrollos comerciales, productivos, empresariales y hasta un intercambiador de transportes.

Estos son los miembros que componen una operación que si bien fue activada formalmente en la parte final de 2021 no ha sido hasta hace unas semanas cuando ha motivado el paso adelante por parte de la Consejería de Sostenibilidad Ambiental de la Junta de Andalucía.

Los técnicos regionales dieron luz verde a mediados del pasado mes de agosto al documento de alcance del estudio ambiental estratégico de esta actuación, que requiere de una modificación del Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU) de Nerja.

Atendiendo al contenido del informe autonómico, la citada modificación del planeamiento busca establecer una adecuada ordenación de la fachada urbana del tramo oriental final de la MA-105 en su enlace con la N-340, contemplando las necesidades de suelos productivos (comerciales, oficina, ocio, centro intercambiador de transportes…).

La superficie del ámbito de actuación es de 168.763 metros cuadrados de suelo no urbanizable, destinándose 63.646 metros a usos productivos, 16.330 metros a gran superficie comercial minorista, 9.290 metros a equipamiento público, 22.784 metros a áreas libres públicas (lo que hace ascender la superficie destinada a dotaciones públicas a 32.074 metros) y 56.713 metros cuadrados a viales.

Conforme a la ordenación planteada, la idea es que se creen tres manzanas de uso productivo, logístico y terciario, que se podrán instalar en parcelas de al menos 500 metros cuadrados, a las que sumar otras tres, dos pequeñas y una central mayor, con fachada a la M-105, para usos terciarios y de gran superficie comercial minorista.

Según se destaca, la modificación propuesta es un instrumento de planeamiento que pretende desarrollar el área de oportunidad Chíllar, definida como zona de oportunidad comercial y de ocio en el Plan de Ordenación Territorial de la Axarquía.

Si bien la operación ha de someterse a una evaluación ambiental ordinaria, en el informe se apunta que el ámbito de actuación "es escaso en valores ambientales, debido a haberse desarrollado en el mismo actividades agrícolas". En este sentido, se confirma la no existencia de hábitats de interés comunitario, ni de georrecursos, ni tampoco de taxones de fauna amenazada o especialmente protegida. 

Sí se menciona en el sistema de información geográfica REDIAM, registros de varios taxones de flora, como es el caso de Cosentinia vellea, incluida en el Listado andaluz de especies silvestres en régimen de protección especial; Silene germana y Maytenus senegalensis, ambas catalogadas como vulnerables.

Por este motivo, desde la Junta se señala la necesidad de que el estudio ambiental estratégico incluya medidas para preservar los ejemplares que de estos taxones, o de cualesquiera otros de especial protección, se hallaren en el ámbito de actuación.