Escribir este blog cada quince días se parece un poco a que Bill Murray se despierte cada mañana en la película Atrapado en el Tiempo. El mismo día repitiéndose una y otra vez.
Sólo soy un guiri que vive en tu ciudad. Todavía no hablo vuestro idioma a la perfección y no soy un fanático del gazpachuelo, pero después de casi 20 años de ser malaguista, he aprendido bastante sobre la dinámica de este club de fútbol. Estamos en un gran problema.
Sólo estamos a finales de octubre, pero ya nos enfrentamos a la posibilidad de descender a la Primera División de la RFEF al final de esta temporada, un desastre impensable para el Málaga CF que parece cada vez más inevitable, ya que nadie está preparado ni en condiciones de cambiar la dinámica.
En una reciente rueda de prensa, el administrador judicial del club, José María Muñoz, se dirigió a la afición tras el desastroso inicio de temporada y dijo: "Pedir disculpas a la afición y agradecer a la mayoría silenciosa". Durante la presentación esta semana del nuevo fichaje, Lumor, el director deportivo Manolo Gaspar añadió: "Lo único que podemos hacer ahora es hablar poco y demostrar mucho". El mensaje del club es claro. Sabemos lo que hacemos, por favor, apoyen al equipo y dejen de criticarnos. La afición no se va a quedar callada y "la mayoría silenciosa" acabará convirtiéndose en una minoría silenciosa.
Debido a la incapacidad del club para contratar a un director general cualificado, el administrador judicial se pone ahora a comentar la parte deportiva del club. No es su área de responsabilidad ni su experiencia.
José María Muñoz no cree que se deba cuestionar el cargo de Manolo Gaspar. Somos últimos en la tabla, tenemos sólo 9 de 39 puntos posibles, la plantilla más antigua de Segunda, ya hemos utilizado 29 jugadores esta temporada, el mayor número de jugadores de la división. Un fracaso sin consecuencias.
Todas las alarmas están sonando, nadie en el club está escuchando. Es como la orquesta del Titanic, que siguió tocando mientras el barco se hundía.