Un terremoto con epicentro en Europa va a sacudir toda la industria de las aplicaciones móviles el próximo año. La anomalía, defendida aún hoy por Google y Apple, en la que no existe el derecho universal a decidir la fuente de tus aplicaciones en tus propios dispositivos, llegará a su fin con la puesta en marcha de la iniciativa europea Digital Market Act. Esto provocará un efecto en cadena que cambiará para siempre nuestra relación con la tecnología.
Y es que el texto aprobado (DMA) no sólo refuerza la autonomía estratégica de la región, defendiendo de los abusos y poniendo en valor a las compañías tecnológicas europeas, también afectará a una parte crucial de la cadena de valor en el acceso de los usuarios a internet.
Se acabará el secuestro por parte de las grandes tecnológicas de los desarrolladores de aplicaciones que hoy no pueden decidir cómo, a través de qué canales ni en qué condiciones distribuyen sus propios productos (a riesgo de quedar excluidos). Y no me refiero sólo a las los litigios que mantienen grandes compañías como Spotify o Epic, también a la indefensión de estudios pequeños e independientes. Generando una renovada corriente de innovación y creación de nuevos productos y servicios fuera de las limitaciones de las caprichosas políticas de estos guardianes de acceso a la información.
Las falsas limitaciones impuestas por Google y Apple, así como sus ataques continuados a los estándares para mantener su posición privilegiada, desaparecerán
De esta forma veremos florecer categorías completas de aplicaciones hasta ahora asfixiadas, como la “emulación” o la “virtualización”, imprescindibles para la preservación de la cultura de los videojuegos. También asistiremos a la convergencia entre plataformas con soluciones interoperables que escapan al jardín vallado en el que han convertido la industria móvil.
Por fin dejará de importar si este es el año de Linux en el escritorio. Jugaremos en dispositivos como SteamDeck (basado en Linux) a los mismos juegos que en nuestro PC con Windows o incluso en nuestros dispositivos móviles mientras nos desplazamos al trabajo. Las falsas limitaciones impuestas por Google y Apple, así como sus ataques continuados a los estándares para mantener su posición privilegiada desaparecerán, dando lugar a un uso más fluido a través de múltiples plataformas de las aplicaciones y juegos.
Y es que por fin las tiendas oficiales de Google y Apple tendrán que competir en igualdad de condiciones, sin asumir su utilización por defecto, sin contar con la ventaja de controlar los recursos del sistema, sin utilizar permisos o tecnologías que excluyen de forma efectiva a cualquier otro competidor.
Al mismo tiempo, en 2023 los usuarios recuperarán la capacidad de decisión sobre sus dispositivos y dejarán de ser tratados como niños a los que hay que controlar por su propia seguridad. Expertos en seguridad e incluso representante de distintas instituciones llevan tiempo alertado de que los argumentos esgrimidos por grandes tecnológicas para bloquear tiendas de aplicaciones de terceros son falsos y van dirigidos exclusivamente a limitar la competencia. La falacia de que lo mejor para tu privacidad es que una única compañía lo controle todo también caerá por su propio peso.
Este nuevo despertar acortará la distancia impuesta entre las personas y la tecnología, que reducía su relación a un mero acto de consumo y no a una participación más creativa.Todos estos cambios en el lado del usuario conducirán a la recuperación de dos conceptos muy importantes para el correcto desarrollo del sector. La “Innovación sin pedir permiso”, principio por el que cualquiera debería poder innovar en internet sin el premio de nadie, ninguna entidad, compañía o cualquier otro guardian de acceso la información. Y la “Neutralidad de Dispositivo”, que establece que los usuarios tienen el derecho a que que los servicios, aplicaciones y contenidos no sean discriminados en funcion del control que ejercen las grandes compañías de las plataformas, dispositivos, sistemas operativos o tiendas de aplicaciones móviles.
En definitiva, el próximo año asistiremos al derribo de los muros que se han dedicado a construir Google y Apple durante la última década para proteger su monopolio. El monopolio más lucrativo que jamás ha existido y que comisiona el 30% de todo lo que ocurre en el medio más importante y más extendido del planeta. Del que depende no solo nuestro ocio si no la información que consumimos, nuestro trabajo, nuestra economía, nuestras relaciones, nuestra identidad e incluso nuestra libertad.
*Luis Hernández Garrido es CEO de la empresa tecnológica malagueña Uptodown, que ofrece una tienda de aplicaciones alternativa a los gigantes Google Play Store y AppStore.