Fueron los Hunos los que ocuparon Tracia antes del colapso de Roma. Ellos, nómadas que anticiparon el terror de los pueblos de las estepas, en la época de las grandes migraciones, desplazaron de aquella tierra que había dado a Casio su merecido y dolores de cabeza a Alejandro mucho antes, a los Ostrogodos, que acabaron marchando a Italia a finales del siglo V.
Hacía casi 20 años que habíamos hecho un máster juntos en el Instituto de Práctica Empresarial bajo la dirección de José Antonio Pérez y de Marcial Bellido. Allí encontramos a amigos y compañeros para toda la vida, tanto en las filas del alumnado como entre los profesores. Una generación de jóvenes con muchas ganas de aprender y vivir. Nuestro proyecto de fin de máster, ¿cómo no?, una empresa de sistemas de control de accesos por RFID.
Mi compañera María Herrero, co-fundadora de B- Bou hoteles, hizo un estupendo plan de marketing y desarrollo de mercado, Juan mi socio y mentor, las operaciones, la maquinaria, el plan industrial, yo producto e I+D y mi amigo, que ya era un financiero serio para su juventud, el plan financiero. Trabajaba al detalle y con rigor. Pasó por diversos cargos en distintas instituciones, un fondo de inversión lo contrató para hacerse cargo de una empresa de digitalización de la salud y gestión hospitalaria que había comprado en Málaga y finalmente recaló en una de las mejores empresas de tecnología de la economía circular de España con dos centros Málaga y Madrid, con 1.300 personas. Nos habíamos visto esporádicamente en las reuniones de Málaga Tech Park Execs o en el 30 aniversario con su CEO. Siempre los tuve por una empresa admirable con un equipo admirable. La compañía, de origen francés, había vendido todas las filiales extranjeras a una gran mayorista de equipos de informática e IT por una millonada. Todas menos la filial española.
-¿Y eso? ¿Os va bien? Pregunté sorprendido.
-Nos va muy bien. Crecemos, no tenemos apenas apalancamiento, nos acercamos a los 100 millones de euros de facturación y tenemos un saneadísimo margen de Ebitda, que supera al del sector. Hay empresas amigas tuyas de Ametic que han salido a bolsa con menos Ebitda recientemente.
Pronto supe a quien se refería, una magnífica empresa española de servicios IT y digitalización que había salido al BME Growth y que acababa de publicar su análisis de valor con un potencial de revalorización del 50% y recomendación de comprar, dirigida por magníficos profesionales, tan serios y competentes como mi amigo.
-No te entiendo. ¿Cómo os descolgáis de la matriz y del proyecto de integración y crecimiento internacional?
-Más bien nos descolgaron. No nos querían.
-¿Pero no dices que sois una perita en dulce?
-Eso creía yo cuando con parte del equipo entramos en un buy-out y compramos la mayoría de las acciones.
- Pero, me confundes. ¿Entonces va mal?
- ¿Tú te acuerdas de la crisis del 2008?
La pregunta era retórica. Nadie puede no acordarse. A nosotros casi nos lleva por delante, tuvimos que despedir varios cientos de personas, cerrar sociedades. En 12 meses pasamos de facturar 29 millones a 12. No había ninguna flexibilidad en los despidos. Teníamos que pagar 45 días por año, más de 3 años de indemnización por despido para las antigüedades de una empresa nacida en 1962. Sólo en costes de despidos y restructuraciones perdimos 5 millones.
Los bancos salieron a la carrera. No había instrumentos. Veíamos a nuestros competidores alemanes que tenían flexibilidad y podían ajustar las horas trabajadas a la demanda hasta que pasara al temporal. Sólo había la opción de la extinción y debía ser autorizada por las consejerías de empleo en cada comunidad. Los expedientes de regulación temporal de empleo vinieron luego y se pudieron reducir las horas trabajadas y el resto no trabajado tenía una pequeña contribución del desempleo.
Tiempos duros. Sobre todo, para los trabajadores. El paro pasó del 8,7% en el primer trimestre del 2007 con Zapatero en el gobierno al 26.94% ya con Rajoy en el poder en el primer trimestre de 2013. En septiembre de 2010 se aprobó la Reforma Laboral. A muchas empresas ya no le sirvió de nada, estaban muertas. Me costó muchas horas de insomnio. No estábamos preparados. Si hubiéramos tenido los mecanismos de los competidores europeos otro gallo habría cantado pero toda España se descapitalizó indemnizando. En lugar de usar los fondos para invertir en competitividad y ganar mercados, los dedicamos a descapitalizarnos hasta cerrar. Muchas empresas no sobrevivieron. En 2009 el PIB cayó un 3.8%, la morosidad bancaria se disparó, la deuda pública también. Una pesadilla de la que aún hay consecuencias.
-Yo no estaba ahí, los socios actuales llegamos luego- continuó- pero la demanda se desplomó y había que presentar un expediente de extinción. Había que cerrar. La empresa puso en conocimiento de las Consejerías de Industria y Empleo la situación. La agencia IDEA también conoció la situación. Se planteó una solución que estaba en marcha para evitar el cierre de empresas. Las empresas acogidas al plan recibían el alivio de bajar drásticamente sus costes de restructuración evitando su cierre. Los trabajadores que se acogían al ERE recibían directamente las indemnizaciones correspondientes. No había ni topos, ni infiltrados, ni nada raro. Esto ha llevado a la Audiencia de Sevilla, tras el informe de la Cámara de cuentas y un proceso largo a la sentencia del caso ERE.
-Ya, ya, están Chaves, Griñán, Zarrías, Vieira, Fernández, Barberá, y una lista larga de más de 30 procesados y bastantes condenados a penas graves. He visto que han recurrido al Supremo en estos días. ¿Y eso que tiene que ver contigo?
- Todas las empresas que se beneficiaron, aunque no recibieran directamente ni un duro, es decir, que sobrevivieron, son responsables subsidiarias de un delito penal. Tienen que devolver el dinero que no recibieron ellas sino los trabajadores despedidos.
Menos mal que no fuimos por esa vía, pensé para mí. ¿Qué hubiera pasado si las autoridades del momento me hubieran ofrecido evitar 5 millones de pérdidas y el riesgo de cerrar? ¿Hubiera sabido yo que aquello acabaría siendo declarado ilegal? Yo no soy abogado y no suelo evaluar la legalidad de las medidas administrativas. Bastante tengo con tirar adelante del proyecto. Probablemente habría pensado que, si el instrumento existía, estaría soportado por la ley y visado por los interventores y abogados de la administración andaluza. Un escalofrío me recorrió el cuerpo. Estaba seguro de que habría hecho lo mismo que la empresa de mi amigo. Si te estás ahogando y te echan un salvavidas no te preguntas si el salvavidas es correcto, reglamentario, lo has comprado y pagado o lo has robado. Te agarras a la vida.
-¿Y cuánto es el disgusto? ¿Es asumible?
- 40 millones – respondió seco.
Esta cifra era un dineral, incluso para una empresa con más de 10 millones de EBITDA. Supe luego que, de los 680 millones de ayudas públicas del caso, hay 44 piezas separadas para recuperar 40,5 millones, reclamados por los mismos que las dieron, la propia Junta. También supe que hay otra línea con 16 piezas para recuperar 35 millones de las ayudas sociolaborales y que un tercer frente busca recuperar comisiones y gastos de las pólizas de seguros colectivos y los mediadores de aseguradoras por 64,3 millones.
Ahí había pymes y grandes porque FCC y una de sus filiales han sido acusadas de ser responsables del daño causado a los caudales públicos por ayudas sociolaborales por 276.222 euros, según publicaba El Mundo en diciembre de 2019 .
Cuántas empresas pueden acabar haciendo las maletas o cayendo finalmente, no lo sé. Pero sé que unos trabajadores disfrutaron unas indemnizaciones de otra época y las empresas vivieron hasta que, ahora, esos que las han levantado, a menudo con trabajos más precarios, pueden acabar en casa sin nada y de paso destruir parte del poco tejido productivo que tenemos. Leía ayer que en la UMA el 24% de los alumni considera emprender. Una cifra que ha mejorado mucho. Con estas cosas, se te quitan las ganas ya que o te mueres o te matan.
Luego vino una pandemia y se regularon ayudas para que las empresas no cerraran, los famosos Ertes, para empresas y autónomos. El importe para el Estado fue casi 100 veces mayor. La Ministra de Hacienda en febrero de 2021 estimaba en 62.000 millones el coste de los ERTEs. Menos mal que no nos acogimos a ninguna ayuda. ¿Se imaginan ustedes que un día alguien las cuestiona, las declaran ilegales y hay que devolverlas?
La ley es la ley y si las ayudas de los ERES de Chaves y Griñán fueron ilegales y los jueces dicen que las empresas son los responsables subsidiarios, no soy nadie para cuestionario, pero articular medidas de carácter mercantil, corporativo o financiero que permitan la ejecución de las sentencias, sin que caigan las empresas y los empleos, está en las manos de los actuales gobernantes andaluces.
Yo me pregunto si alguna vez a alguien le preocupó el verdadero bien jurídico a proteger, el dinero público, el empleo y las empresas, o si “los hunos y los hotros”(sic) buscaban simplemente el poder. Si la Junta actual instrumenta medidas que eviten que las empresas caigan como consecuencia de su propia cruzada hay esperanza. Mientras tanto, tengo a mi amigo en mis oraciones.