Esta semana vamos a tener entre el 3 y el 6 de octubre los Industry Days de la UE en Málaga. Será una ocasión para que el pastor huela a oveja, los reguladores a industria y empresas innovadoras, que los altos cargos de la comisión y sus invitados visiten, como lo hicieron la semana pasada, en el #Collaborate de Atlas Tecnológico a los campeones de nuestra industria.

Arranca la primera jornada con Maive Rute, subdirección general de mercado interior, industria, emprendimiento y Pymes. Seguro que no saben que Primor lidera su sector en media Europa, que Mayoral lo hace en el suyo, que Trops puede ser la solución a la Europa rural y vacía, que Aertec llenará de tecnología los aviones y los aeropuertos del futuro, que OWO hará sentir a los que juegan pero también a los que entrenan, bomberos, militares, policías, deportistas y pilotos, que Seabery permite con realidad virtual y aumentada entrenar a soldadores submarinos para barcos y plataformas oceánicas, que Ayesa lidera en la aplicación en las empresas del Copilot de Azure para la IA generativa en los procesos de negocio, que Atarfil permitirá el micro almacenamiento de agua y energía para los bombeos inversos y riegos, que DHV genera energía para los satélites y rovers que exploran nuestro sistema solar, que Hispasec protege la ciberseguridad de nuestro mundo, que Tamiza vigila los servidores de DNS, y que nuestra industria agroalimentaria alimentará no solo a los picos finos de Bruselas sino a media Europa con Huelva y Almería liderando en innovación sin apenas ayudas PAC.

Le ayudará, sin duda, a que lo conozcan nuestro alcalde y el consejero de Industria, Jorge Paradela. Sería fantástico que se acerquen a DCoop, después de haber visitado Trops y Covap y entendieran muy bien lo que es unir fuerzas, recursos y patrimonio, de manera cooperativa para ser más fuertes y resilientes. Seguro, seguro.

Me miro la información del Power America Institute y se me abren las carnes. Hace ya casi 10 años que son conscientes de la importancia de los dispositivos semiconductores como el Carburo de Silicio (SiC) y el Nitruro de Galio (GaN), dispositivos en los que, especialmente en los primeros, Europa lideraba con empresas como Infineon, Robert Bosch, Semikron y otros a la cabeza y con ingenierías como Siemens, ABB, Alstom y otras a la cabeza mundial en electrónica de potencia para renovables (Solar y Eólica), transporte eléctrico (ferrocarril y tranvía), Transporte de energía (líneas de muy alta tensión) y automoción (vehículos eléctricos con powertrains de 400V y 800V). En España, Circe, Power Electronics, Premium, Circontrol, Ingeteam, Soltec … están a la cabeza en esas tecnologías que serán clave en la descarbonización.

Van los americanos con liderazgo y ayuda de su departamento de Energía y se ponen las pilas, ponen a Lockheed Martin (un monstruo en industria militar) a liderar, y a todos sus campeones a apoyar, las industrias grandes, las pymes y más de 30 universidades incluyendo Stanford a ponerse las pilas, con proyectos y con financiación pública y hoy hay una oferta asombrosa de soluciones innovadoras que van a pasar a Europa de largo, con sus IPCEIs y sus proyectos “First of a Kind” que fomentan la competencia interna. Vaya mito, lo de la competencia interna, invento del siglo XX mientras Europa ha perdido el 30% de su cuota de mercado mundial porque no se entera que debe sumar a sus campeones para competir con los adversarios tecnológicos y comerciales, básicamente EEUU y China, pero sobre todo EEUU. Sí, eso, EEUU. Que no se nos olvide que sus 6 mayores plataformas digitales tienen una facturación como si fueran la cuarta economía del mundo y apenas nadie las regula ni les mete mano porque son ellas las que están en todas partes, en todos los lobbies, en todas las áreas donde hay que influir o frenar para que nada cambie y sigan reinando. Al mínimo intento de regulación o de imposición fiscal alegarán que se desincentiva la inversión y la innovación.

Me miro a Telefónica, y veo cómo la anaconda poco a poco se enrolla sobre ella, irá apretando su abrazo, es cuestión de tiempo, pero ¿pudo de verdad haber sumado con los campeones franceses o alemanes o italianos para haber constituido un campeón global? No lo creo, porque la UE nos regula pensando que somos la pera, los mayores del mundo, mirando un ombligo que hace 20 años que ya no es la primera economía del mundo, que pierde competitividad en términos de PIB per cápita y de PIB absoluto y que mira más la competencia que las políticas industriales que impulsan a los campeones europeos a ser campeones mundiales como hacen los EEUU y los chinos sin pudor. Lógicamente.

Alstom y Siemens pudieron ser un gigante, pero ahora ahí van, la UE no les dejó, muchos otros, sin el concurso para que se hagan grandes de la UE perderán músculo en el contexto global. Pienso en SAP, en VW, Renault y Stellantis, en tantas farmacéuticas y biotecnológicas, en Arcelor que acabó en manos indias, en nuestras petroleras de bolsillo, cada paisito con una, ENI, Total, Shell, Repsol, en nuestras eléctricas de bolsillo -les dejo el dato de la mayor eléctrica china, que en 2022 facturó 530.000 millones de dólares y emplea a 870.287 personas, sólo en ese año invirtió 75.000 millones de dólares y que prevé seguir invirtiendo 136.000 millones para cumplir su plan de 0 emisiones en 2050- en el dilema de la autogeneración y las renovables, en las muchas navieras, en las compañías de transporte y ferrocarril, cada uno con la suya, en los Bancos, sin mercado único europeo real o en las compañías de servicios satelitales, todas pequeñas y fragmentadas mientras la red satelital GPS (facturación estimada en 2023 de 3.100 millones de dólares y prevé crecer al 13% compuesto anual hasta 2028) o Starlink (en 2021 facturó 1.400 millones de dólares) siguen su crecimiento imparable.

Sólo la compañía de Elon Musk tiene previsiones para 2023 de multiplicar por 10. Miren nuestro fantástico sistema Galileo y comparen el modelo de negocio. No pierdo la esperanza porque tenemos grandísimas empresas de satélites como SES en Luxemburgo con 70 satélites con 14.840 millones de facturación en 2021, Eutelsat con 3.005 millones, que solía ser el tercero mundial por facturación perderá posiciones, así como Telespazio (Italia, 758 millones en 2021), Globecast (Francia,722,3 millones). Por ahí está nuestro Hispasat y su gran logro de llevar internet de banda ancha a la España rural, liderando en el mundo como primer país que tiene 100% del territorio cubierto con acceso rápido a internet.

Si comparamos cada una de estas con los grandes campeones emergentes en EEUU y Asia, mirar a la protección de la competencia en el mercado exterior puede ir en contra de una política industrial Europa de grandes campeones, como se hizo con éxito en Airbus, aunque conviene no relajarse. Seguimos pensando que cuando alguien compra una empresa europea invierte. ¡Anda ya! Comprar una empresa no es invertir, es comprarla, es quedarse con sus flujos de caja, su gobierno y su futuro, pero, si no hay ampliación de capital, inyección de caja en la propia compañía para aumentar sus activos, no es invertir en ella, es invertir en quedársela, enajenando el futuro a sus trabajadores y a sus stakeholders. Sigamos engañándonos y cayendo hasta que no nos quede nada.