La cantera. Ay, la cantera. Ese grupito que trabaja a pico y pala trabajando sin hacer ruido, extrayendo las piedras que en un futuro serán los cimientos de nuestra fiesta.
Esa cantera merece darle una vuelta a su participación en el COAC como invitados en el concurso, que son muchos componentes por agrupación, que los comentarios de sus actuaciones son más inocuos que un emblanco... ¡Que compitan entre ellos y ellas y los echemos a los leones como si de un circo se tratara esto del carnaval!
Primero deberíamos darle una vuelta a la cantidad y calidad de grupos adultos de Málaga capital y luego hablamos, que si no es por la provincia y grupos del resto de Andalucía, tenemos un concurso de 3 días.
Si cada agrupación adulta sacara tiempo y ganas para hacer una infantil con sus niñ@s, estaríamos haciendo una labor de prevención de salud para que nuestro carnaval no padeciera posibles futuras enfermedades crónicas.
Haciendo referencia al pequeño gran Álvaro con su romancero, debería reunirse el "obispado infantil": "Las obispas" Crespi, Luci y Marta Berdugo, "los obispos" Paco Susi, Nene, Adrián Ramírez, Eduardo Díaz, José Domingo, Antonio J. Díaz y Germán de Torrox, "La Mama" Paqui (y digo La Mama y no la Papa, porque se ha ganado el título de Matriarca del carnaval malacitano) y el monaguillo que escribe estas letras para hacer una fumata blanca y elegir el rumbo del carnaval infantil.
Ojalá un pase de apertura en el Cervantes que dure más de 10 miserables minutos, que hay audios de WhatsApp que duran más que los minutos que nos mendigan.
Ojalá un carnaval con una gala en condiciones con horario infantil (sábado o domingo) y llenando un teatro de público y no de padres, madres, tí@s y abuel@s.
Ojalá un espacio para cantar en la calle y atraer a su público.
Ojalá un espeto de boquerones para quemarlo en La Malagueta el día del entierro del boquerón al igual que los mayores por los que procesan tanta admiración.
Ojalá, Momo, bajaras aunque sea en pijama. Quieren explotar una cantera llena de diamantes en bruto y debemos impedirlo.