¡Hey! ¿Sabías que mi último reels ya tiene más de 450k de visualizaciones? Si continúa así, podría volverse viral. Y es que las redes sociales se han convertido en una parte esencial de nuestra vida, cambiando completamente la forma en que nos comunicamos, nos mantenemos informados y nos relacionamos entre nosotros. A medida que su influencia crece, es crucial que examinemos tanto sus beneficios como sus peligros potenciales.
Es innegable que las redes sociales han derribado las barreras geográficas en la era de la conectividad global, permitiendo que personas de todo el mundo se conecten y compartan ideas, imágenes, momentos y experiencias en cualquier tramo del día. No obstante, también debemos reconocer que estas plataformas pueden crear lo que en el ámbito del marketing llamamos "burbujas de filtro", limitando nuestra exposición a diferentes perspectivas y, en última instancia, manipulándonos para un beneficio comercial, político, comercial o religioso incluso. ¿Alguna vez te has detenido a pensar en el camino que los algoritmos nos guían a seguir?
Como alguien que lleva más de 10 años inmersa en este mundo, no estoy en contra de los canales digitales, de hecho, soy una apasionada total. Sin embargo, estoy alerta y observo atentamente todo lo que sucede día tras día, y eso sí me preocupa. Mientras que el usuario promedio quizás no sabe cómo alimentar adecuadamente al algoritmo digital, los expertos detrás de escena saben exactamente cómo satisfacer nuestras ansias diarias de contenido.
La desinformación y las noticias falsas también merecen nuestra atención. Las redes sociales se han convertido en una herramienta para difundir información errónea, incluso influenciando la opinión pública y socavando la confianza en los medios de comunicación tradicionales. Y sí, ocurre todos los días en cientos de formas que ni siquiera consideramos.
Hay actores malintencionados que aprovechan las redes sociales para influir en la opinión pública, difundir propaganda y desacreditar a sus opositores. Basta con echar un vistazo al antiguo Twitter para darse cuenta de ello. Además, estas plataformas pueden promover ciertas ideologías o puntos de vista, creando un entorno propicio para el adoctrinamiento, especialmente entre los jóvenes, que son particularmente vulnerables a las influencias persuasivas.
Es fundamental que reflexionemos sobre el papel dual de las redes sociales: reconociendo su valor como herramientas de empoderamiento mientras abordamos críticamente la manipulación y el adoctrinamiento que pueden surgir en estas plataformas, a las que, por cierto, admiro por su poder y potencial positivo.
Recientemente, durante una charla con adolescentes, discutí la importancia de la educación digital y la alfabetización mediática. Es esencial que aprendamos y comprendamos cómo usar los medios digitales de manera segura y veraz, para que nadie manipule nuestros pensamientos ni nuestras creencias. Es hora de darle una vuelta de tuerca a esto, ¿no crees?