De nuevo nos encontramos en Málaga con una situación que tiene bastantes elementos en común con la que se vivió en los tiempos que antecedieron a la realización del proyecto de la nueva línea de Alta Velocidad entre Córdoba y Málaga. Entre el escepticismo que se derivaba del desconocimiento y de la falta de compromiso generalizados y de la tozuda labor de zapa de los habituales enredadores al servicio de intereses propios y ajenos, el proyecto AVE, que se impulsaba, principalmente, desde una entidad social privada como AESDIMA y otra semipública como la Cámara de Comercio, consiguió salir adelante cuando desde Málaga se creó la presión suficiente para que quienes desde el poder habían estado negando el interés y viabilidad del proyecto se “cayeron del caballo” y se convirtieran en los adalides del mismo.
El libro que ha publicado recientemente Rafael Alcaraz Esteve Secall, El AVE en Málaga, -en el que he colaborado- ilustra de forma muy completa sobre los avatares que afectaron a este importante proyecto de infraestructura ferroviaria del que disfrutamos desde el año 2007.
Después de que la Junta de Andalucía tomara la iniciativa de impulsar los ferrocarriles en todo el litoral malagueño a la altura del año 2000, realizando numerosos estudios y llegando incluso a adjudicar las obras de un tramo de la nueva línea, vino la crisis del 2008 que “mandó parar” cualquier nuevo proyecto de inversión.
A partir del 2013 planteé ante autoridades locales y de la Junta algunas ideas para retomar el tema, sin mayores consecuencias. También el Gobierno central en esos años abordó la realización de estudios, aunque no alcanzaron a hacer avanzar el proyecto del Tren Litoral.
Y así estábamos, cuando a la altura del año 2018 personas que representaban a muy diversas entidades públicas y sociales se reunieron para plantearse qué hacer con este importantísimo proyecto para la provincia de Málaga, existiendo consenso generalizado a su favor -no obstante los diferentes posicionamientos políticos- y de la conveniencia de trabajar desde Málaga para crear bases sólidas en las que sustentarlo.
Soy testigo de ello. Y al comienzo del 2020 llegó el Covid y nueva parada, hasta que en 2022 el Ayuntamiento de Málaga y la Diputación consiguieron que Unicaja, como primera entidad económica de la provincia, se hiciera cargo de la realización de un Estudio-Informe que pusiera al día datos y argumentos sobre el Tren Litoral, y que apuntara una primera idea de solución para el tramo Málaga-Marbella a la vista de los nuevos condicionantes y circunstancias que se presentaban.
De este proceso surge el Estudio realizado por ARCS y Analistas Económicos de Andalucía, que se presentó el pasado 4 de enero. Como responsable por parte de ARCS de la elaboración del referido Estudio-Informe estimo de utilidad exponer algunas cuestiones, a modo de muy breve síntesis de un relevante trabajo de un equipo de profesionales malagueños con amplia experiencia acreditada.
Resulta de interés primordial dejar en claro el alcance y objetivos del Estudio, tal como se manifiesta en su apartado 1, Introducción: establecer los porqués y los paraqués, efectuar un diagnóstico general y una visión global del problema de la movilidad en la Costa del Sol, identificar necesidades y funciones a desempeñar, analizar básicamente condicionantes y expectativas de futuro, para de ahí deducir consensos en la zona y trasmitir la idea de la necesidad de un trabajo coordinado y solidario entre todos los implicados. Así pues, se define el alcance como un Estudio de Planeamiento y de Funcionalidad inicial, y un Informe de Previabilidad que plantea alternativas diversas y una propuesta de actuación evaluada en sus elementos básicos.
En ningún momento se planteó la realización de un proyecto técnico que defina una solución de manera completa y suficiente, pues antes de llegar a esta etapa resulta imprescindible recorrer otras aún más importantes, si cabe, aparte de no ser procedente administrativamente. En la web del Ayuntamiento de Málaga puede consultarse la Memoria de este Estudio.
En la necesidad de ser muy comedido en la extensión de este texto, me permito exponer de forma breve algunas cuestiones que considero principales tanto del asunto en sí como de nuestras aportaciones en el trabajo técnico realizado:
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Se plantea ofrecer una solución a la movilidad y al transporte de todas las personas que residan o se alojen en los municipios ubicados entre Málaga y Marbella, que constituyen, de hecho, un conjunto urbano con una población estable similar a la de la ciudad de Barcelona, lo que necesita soluciones acordes a su realidad social y económica: trabajo, estudios, salud, cultura, relaciones, comercio, etc. Y, además, ofrecer al turismo un elemento sustancial para disfrutar de la Costa del Sol y de Andalucía.
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Para ello se proponen soluciones de multimodalidad y de explotación coordinada de autobuses alimentadores de las estaciones y los adecuados equipamientos de éstas, que están llamadas a constituirse en elementos de nuevas centralidades urbanas en un territorio muy desarticulado. Este tipo de soluciones ya operan en otros países europeos y son preconizadas por la UIC, ente internacional de ferrocarriles. A partir de la creación de la infraestructura necesaria, se podrían aplicar fórmulas de gestión tipo MaaS (mobility as a service).
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Se considera de gran interés en la actualidad la posibilidad de conectar de forma directa -sin trasbordos- la Costa del Sol con el interior de Andalucía, ampliando así las ofertas de oportunidades laborales, sociales y turísticas, y promoviendo la integración social y económica.
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Se ha partido de datos ofrecidos por estudios anteriores, así como de otros derivados de informaciones públicas más recientes. Se han realizado estimaciones de las demandas previsibles (no menores de 40 millones de viajeros al año) y de los costos de construcción (del orden de 2.800 millones de euros) y operación apoyados en antecedentes adecuados.
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Se considera en nuestro estudio -en línea con alguno anterior- que las posibilidades de mejora y ampliación de capacidad en la línea C1 actual son muy limitadas, lo que no permite plantear soluciones de futuro que se apoyen en su infraestructura, amén de los inconvenientes constructivos y de afecciones. Prolongarla incorporando las nuevas demandas de Marbella la llevaría al colapso, aparte de que no sería competitiva en tiempos de viaje con los coches ni cabría integrarla en la región.
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En consecuencia, planteamos la construcción de una nueva línea de unos 50 kilómetros entre el aeropuerto y Marbella (en una 1ª etapa), dotada de vía doble de ancho internacional (LAV), para velocidad máxima de 160 km/h y comercial de 60-100 km/h, subterránea en un 90% a construir bien con tuneladoras (con coberteras suficientes) o en parte significativa con trinchera cubierta junto a la A7. Dispondría de 7 estaciones intermedias emplazadas en los puntos de concentración de demandas, capaces para trenes de hasta 200m de longitud (AVE y doble composición en cercanías y regionales), dotadas todas ellas de vías de apartado que hagan posible el adelantamiento de trenes, y equipadas tipo Vialia. Esta nueva línea se conectaría con la LAV Córdoba-Málaga a la altura de Los Prados, sirviendo también para llegar a Málaga (adecuando el tramo urbano).Es una solución acorde al carácter de ciudad unitaria que tiene ya la Costa del Sol entre Málaga y Marbella, es su "Metro” moderno, ambicioso, capaz y eficiente".
Esta solución permite:
- Cercanías, regionales y largo recorrido en la misma línea, como en Y vasca.
- Tiempos de viaje competitivos: 22 minutos Aeropuerto-Marbella (sin paradas).
- Conectar con el Aeropuerto a más de 4 mill de andaluces en menos de 1 hora.
- Máximos niveles de calidad, fiabilidad, confort y seguridad.
- Optimizar la sostenibilidad de la movilidad en la Costa del Sol.
- Aplicar el Reglamento de Europa relativo a Obligación de Servicio Público (OSP).
- Mantener la actual C1, mejorándola y haciéndola interoperable con la nueva.
- Alcanzar un muy elevado ratio Beneficio social/Coste económico: 8
Finalmente, desearía resaltar algunas cuestiones recogidas en las Conclusiones del Estudio (páginas 84-88):
Se reitera el carácter de documento de base para colaborar en el reinicio del proyecto y generar debate social y consensos locales, en la idea de facilitar la gestión desde los entes superiores que se hayan de ocupar de llevar adelante el proyecto.
Se plantean posibles acciones de continuación:
- Creación de un grupo de trabajo que impulse y siga el proyecto.
- Realización de estudios de demanda y servicios a prestar, gestión y financiación, desarrollos urbanos asociados e impactos sociales y económicos.
- Información y participación social.
- Colaboración entre administraciones.
Y como cierre al presente texto, añadiría unas reflexiones personales. Es necesario y urgente tomar conciencia de las insuficiencias de las infraestructuras y de los servicios de transporte en la provincia de Málaga, y particularmente en su litoral, siendo procedente contemplar la Costa del Sol como una ciudad global, de dimensión notable, que proyecta a Andalucía su desarrollo y el interés del Tren Litoral de Málaga. Se trata de un proyecto complejo, pero viable técnica y financieramente -particularmente con el concepto OSP-, y que incorpora claves para el futuro de la vida social y económica en la zona.
Es tiempo ahora de apoyar en datos las razones en favor del proyecto y huir de agravios y emociones, así como de evitar controversias sobre las soluciones de detalle, que ya llegará el momento de resolverlas.Hay mucho trabajo y gestión por delante, para todas las administraciones y para la sociedad. La convocatoria por parte del Ministerio de Transportes de la Mesa de Trabajo que le fue solicitada en el Foro del 2 de febrero por alcalde y presidente de la Diputación supone un giro muy favorable y en la línea de colaboración adecuada y necesaria.
José Pedro Alba García, ingeniero de caminos, canales y puertos