Hablar de suerte siempre despierta un cúmulo de emociones y opiniones. Algunos la buscan, otros la esperan y algunos más simplemente la desprecian. Pero, ¿qué es realmente la suerte? ¿Es solo una cuestión de estar en el lugar adecuado en el momento adecuado, o hay algo más profundo que podemos descifrar? Hoy me gustaría hablar de este concepto tan interesante y tan intrigante.
Para muchos, la suerte es como esa amiga que aparece de vez en cuando (como ese dicho famoso “aparece y desaparece como el Guadiana”), sin previo aviso y sin promesas de quedarse a tu lado. Es esa jugada del destino que te hace ganar la lotería o encontrarte una moneda en la calle. Pero, ¿es solo eso? Hoy quiero profundizar en esto un poco más.
Primero, tenemos la suerte en su forma más pura y azarosa. Esa que se manifiesta en momentos impredecibles y, a menudo, incontrolables. Aquí entran en juego las loterías, los sorteos, y todos esos juegos de azar que nos hacen soñar con un golpe de suerte que cambie nuestras vidas. ¿Quién no ha fantaseado con ganar el premio gordo y vivir a lo grande? Yo reconozco que casi a diario.
Sin embargo, confiar únicamente en esta suerte es como esperar que te caiga un rayo en un día soleado. Es emocionante, sí, pero las probabilidades no siempre están a nuestro favor. Como decía Séneca, "la suerte es lo que sucede cuando la preparación se encuentra con la oportunidad".
Y aquí es donde creo que llegamos a una interpretación más interesante y valiosa de la suerte. Muchos coinciden en que la suerte no es solo cuestión de azar, sino también de esfuerzo y preparación. ¿Cuántas veces hemos oído historias de personas que "tuvieron suerte" en su carrera o en sus negocios? La realidad es que detrás de esa suerte hay horas interminables de trabajo duro, aprendizaje constante y, sobre todo, perseverancia. Yo misma sigo encontrándome con esa frase de “has tenido mucha suerte Remedios”, y siempre me sonrío al pensar que nadie sabe el camino de tierra, piedras y asfalto que he tenido que recorrer a lo largo de mi vida.
Pensemos en un deportista de élite. Podríamos decir que tuvo suerte al ganar por ejemplo el reciente “Roland Garros”, pero ¿qué hay de todas esas madrugadas entrenando, los sacrificios personales, las horas y horas de esfuerzo, la disciplina e incluso si en algún momento estuvo a punto de tirar la toalla? Ese campeonato, como otros, no cayó del cielo. Fue el resultado de una preparación intensa y de estar dispuesto para aprovechar la oportunidad cuando se presentó.
Entonces, si la suerte puede ser influenciada por nuestro esfuerzo y preparación, ¿cómo podemos fomentarla en nuestras vidas diarias? Quiero poner en este texto unas reflexiones en voz alta que a menudo revolotean por mis pensamientos.
Creo que hay que mantener una actitud positiva, la actitud lo es todo, siempre lo digo. Si enfrentas la vida con una mentalidad positiva, estarás más abierto a ver oportunidades donde otros solo ven obstáculos. No se trata de ser ingenuo, sino de mantener un enfoque constructivo y optimista. Como decía Henry Ford, "tanto si piensas que puedes, como si piensas que no puedes, estás en lo cierto".
Hay que ser proactivo y no esperar a que la suerte toque a nuestra puerta. Hay que ir a buscarla. Ya sea en la vida personal o profesional, ser proactivo nos pone en el camino de las oportunidades. ¿Quieren un mejor trabajo? No se conformen con enviar currículums que en la mayoría de los casos no son ni leídos. Vayan a eventos de distintas áreas, de networking por ejemplo, mejoren sus habilidades, prepárense ya que nunca es tarde, busquen también mentorías. La acción genera reacción como dice mi socia y amiga Alicia Ors, y a mí me encanta esa frase por cierto.
"La suerte también se encuentra en los fracasos. Sé que suena contradictorio, pero cada error es una oportunidad de aprendizaje, doy fe de ello. En lugar de lamentarnos tanto, analicemos qué salió mal y cómo podemos mejorar"
Pero la suerte también se encuentra en los fracasos. Sé que suena contradictorio, pero cada error es una oportunidad de aprendizaje, doy fe de ello. En lugar de lamentarnos tanto, analicemos qué salió mal y cómo podemos mejorar. Edison, el inventor de la bombilla, decía: "No fracasé, solo descubrí 10.000 formas que no funcionaban". ¡¡¡Wow!!! su persistencia fue su verdadera suerte.
El entorno es crucial. Hay que rodearse de personas que inspiren y nos impulsen a ser mejor. Yo siempre he querido estar rodeada en todas las profesiones que he tocado de los mejores, y eso me ha hecho ser aún mejor. A mi particularmente me mantiene motivada, y también me abre puertas a nuevas oportunidades. Y es que las buenas vibras se contagian.
Dicen que los Géminis somos muy curiosos, y es cierto, pero yo creo que en el fondo todos los somos. Nunca hay que dejar de aprender. La curiosidad nos llevará a explorar lugares inesperados y nos permite descubrir nuevas pasiones y oportunidades. Hay que leer libros, apúntarse a cursos, explorar nuevos temas que les pueda interesar. Albert Einstein decía: "La mente que se abre a una nueva idea jamás volverá a su tamaño original".
Ahora que hemos visto cómo podemos influenciar en nuestra suerte, ¿cómo se ve esto en la vida diaria? Se me ocurre pensar en algún ejemplo. Seguro que hoy pensarán que me he vuelto un poco loca en este balcón.
Inventémonos a un Rubén cualquiera, un emprendedor que decidió abrir su propio gimnasio de entrenamiento personal en un barrio pequeño. Podría decirse que tuvo suerte al encontrar un local asequible y conseguir los permisos rápidamente. Pero lo que probablemente no se ve es las horas investigando sobre el mercado, la búsqueda sin descanso de locales libres, ahorrar durante mucho tiempo y las ganas de ofrecer el mejor servicio y profesionalidad. Su "suerte" fue la culminación de su gran trabajo y su capacidad para aprovechar cada oportunidad.
También podemos pensar por ejemplo en Lucía, una estudiante universitaria que consiguió una beca para estudiar en el extranjero. Sus amigas podrían pensar que tuvo suerte, pero Lucía sabe que esa oportunidad llegó después de años de dedicación a sus estudios, y mucha paciencia en las innumerables solicitudes sin tirar la toalla. Su suerte fue un reflejo de su compromiso y esfuerzo continuo.
"Es el resultado de nuestra preparación, actitud y disposición para aprovechar las oportunidades que se nos presentan"
La suerte es un concepto fascinante que va más allá del simple azar. Claro que hay momentos en la vida donde un golpe de suerte puede cambiarlo todo, pero en la mayoría de los casos, la suerte es algo que se puede cultivar. Es el resultado de nuestra preparación, actitud y disposición para aprovechar las oportunidades que se nos presentan.
Así que la próxima vez que alguien les diga "qué suerte tienes", sonrían como hago yo y recuerden todas las veces que se esforzaron, aprendieron de sus errores y se mantuvieron positivo.
No esperemos a que la suerte llame a nuestra puerta. Salgamos ahí fuera y busquemos nuestras propias oportunidades porque nadie nos las dará gratis. La suerte también son esos trenes que en ocasiones pasan por nuestra vida y nos da miedo coger.