En el teatro tradicional de marionetas vietnamitas en Hanoi, cuando te fijas en los altavoces, te das cuenta de que son DAS, una marca valenciana histórica. Uno de los mayores fabricantes mundiales del tejido denim, el de los vaqueros, es Royo, de Valencia.
Cuando empezábamos hace muchos años en el sector de la electrónica, ya había una gran planta de IBM. Le hacíamos un solenoide para un electroimán que hacía que al pulsar las teclas del teclado hubiera una retroalimentación mecánica a la persona que mecanografiaba. Aquellos teclados eran de gran calidad. No creo que hoy se fabrique algo así en ningún lugar del mundo.
Hacíamos los adaptadores de impedancia de red para sus módems, componentes para las fuentes de alimentación y los filtros de compatibilidad electromagnética. Pasó a llamarse Global Manufacturers Services y luego fue una buena planta de Celestica.
El padre de los Salvo empezó Power Electronics importando y distribuyendo equipos, siempre fueron lanzados para los negocios, donde muchos no podían o no llegaban se metían ellos, lo que podían importar o poner en coste en el mercado se lo hacían ellos, hasta que se integraron verticalmente una y otra vez, conociendo más, fabricando más, exportando más, hasta ser una empresa líder en electrónica de potencia para la descarbonización, grandes acumuladores, enormes inversores convierten la corriente continua de los paneles fotovoltaicos a la tensión de red.
En España estamos consumiendo el mismo Gas Natural que en 1989, gracias a la adopción de renovables, y hubo y hay muchas industrias valencianas detrás, lástima que Siliken no lo consiguiera por unas políticas públicas que se cargaron el sector en Europa. Con un 10% de la ayuda que se está prestando al automóvil tendríamos uno de los sectores industriales más potentes del mundo. No hace tanto tiempo en el que cargarse la industria, incluso si era la única que teníamos en España y a veces hasta en Europa, era esa especie de sensación de haber hecho lo correcto, como cuando sacrificas al caballo de tu vida porque se ha roto una pata. Qué penita.
En el audio, y la iluminación profesional, había una industria pujante y competitiva, muy internacionalizada, los valencianos siempre estaban listos para apuntarse en Secartys a una misión comercial, aunque fuera a la cochinchina, allá estaban los de la iluminación de eventos y conciertos, los de los amplis, los de los altavoces, los de los pórticos, y las super pantallas digitales… Nuestros amigos de Equipson en Silla tenían de todo, desde elevadores a caja de audio o instrumentos. Con la maleta siempre lista para exportar.
Andreu World ha estado fabricando y exportando mobiliario en todo el mundo, haciendo los espacios de vida y trabajo más cómodos, más funcionales, más bonitos. Te vas a una iglesia en Noruega y te sientas en sus sillas, te vas a un aeropuerto en EE. UU. o Arabia Saudí y allí está su producto. Muchos oficios, el creativo y el diseño, el industrial, el marketing, la internacionalización …
SPB, en Cheste, que ha sufrido la pérdida de su fundador, Miguel Burdeos, es otra empresa admirable, su gama de soluciones de producto y su obsesión por crecer, mejorar, innovar, en detergencia, suavizantes, hidrosolubles…
El genio empresarial más conocido hoy es Juan Roig, pero en su ecosistema hay verdaderas joyas. Lanzadera ya es un modelo admirado y emulado para la incubación y aceleración de start ups. La recuperación de los espacios de la Copa América para el emprendimiento y la innovación, las start ups tecnológicas allí instaladas como Factorial, líder en digitalización de la gestión integral de personas.
Hemos mencionado el liderazgo de Valencia en desing houses de semiconductores, con Analog Devices, Max Linear y muchos otros agrupados en el Valencia Sillicon Clúster. Esta semana se celebra allí Chip Nation, una iniciativa que pone en valor una industria poco conocida, llena de oportunidades, en la que Valencia lleva desde hace años la delantera.
He visto de cerca unas cuantas iniciativas solidarias para ayudar a recuperar Valencia. He visto ridiculeces como las de hacer un catálogo de servicios pensando en darles a conocer productos y servicios que las administraciones puedan comprar. Me parece hasta mezquino y carente de liderazgo.
He visto iniciativas ágiles de empresas a empresas, desde mandar bombas, vehículos, contenedores o miles de alargaderas. He visto iniciativas como la Revive Valencia de Atlas Tecnológico que pone altruistamente lo que tiene, una potentísima comunidad de conocimiento al servicio de la misión de recuperar y reconstruir trayendo a los mejores de su ecosistema a aportar ideas y soluciones a los desafíos.
He visto la iniciativa de Cre100do, empresas que ayudan a empresas, en cada una de las áreas de la compañía, operaciones, cadena logística, producción, proveedores, logística, … aportando altruistamente las empresas a sus profesionales expertos con un modelo de gestión por proyectos.
Una iniciativa excelente para la que se ha contado con las empresas Cre100do de la zona, contratar equipo de dirección y orquestación de proyectos y algo muy interesante, la experiencia del director de Campofrío al que se le quemó la planta en Soria y restituyó en unos pocos días sus operaciones, trabajando con agentes de todo el ecosistema, con mentalidad amplia, cediendo sus fórmulas y recetas a una docena de competidores que en tiempo récord, trabajaron para ellos y recuperaron una situación crítica.
Los valencianos y los españoles se merecen gobiernos eficaces, pero Valencia se recuperará cuando su actividad genere los empleos, las plusvalías que paguen el desastre. No se me ocurre nada que les ayude más que comprar su tecnología, sus diseños, sus muebles, su fotónica, su electrónica, su agua a domicilio, sus coches, sus equipos de sonido, de potencia, sus detergentes, sus cremas, sus textiles, sus tecnologías láser para el vaquero.
Comprar productos y servicios valencianos y fomentar, todos a una, la inversión internacional y estatal, público y privada en Valencia, empezando por un gran programa de infraestructuras, hidráulicas, pero también económicas como el imprescindible corredor mediterráneo que convierta nuestra costa mediterránea en la red de puertos más competitiva del mundo.
Ayudar a Valencia es conectarla con Algeciras, Málaga, Tarragona, Barcelona y Europa con doble vía de alta velocidad. Ayudar a Valencia es poner en valor su ecosistema de automoción para atraer fabricantes chinos de automóvil y, por qué no, ya que VW no puede competir en Alemania con costes alemanes, potenciar Sagunto.
Ayudar a Valencia es desplegar grandes infraestructuras de almacenamiento de energía, convertir su feria en un Hanover Messe. Ayudar a Valencia es potenciar sus redes de fibra óptica para que sea un hub de computación, ayudar a Valencia es vitaminar a sus unicornios escondidos, como sus empresas de fotónica mediante un fondo público privado que los acompañe a crecer.
Ayudar a Valencia es impulsar un programa que anime a las empresas excelentes que tiene al paulatino abandono del mono producto y monocliente, uno de los riesgos estratégicos en los que incurren los interproveedores de Mercadona. Ayudar a Valencia es impulsar que se establezcan instituciones europeas. Hoy más que nunca hará falta que la European Defense Agency multiplique su tamaño por 10. ¿Por qué no una sede para la defensa electrónica, ciber defensa, y tecnologías duales en Valencia?
Por primera vez vamos a tener un Comisario de Defensa y Seguridad. Necesitará cosas. Vayamos a verlo. Una serie de eventos desde las reuniones del G20, ¿recuerdan L’Aquila en Italia?, a un mundial o las Olimpiadas. ¿Por qué no traer a las estrellas del momento a una serie de grandes conciertos? ¿Por qué no hacer una zona económica especial para la atracción de grandes proyectos industriales con bonificaciones fiscales? ¿Por qué no impulsar más el puerto y sus conexiones con Turquía y otras áreas clave del Mediterráneo? ¿Por qué no un gran programa de compra pública para empresas ubicadas en el territorio?
Reconstruir Valencia no es un reto de la Comunitat Valenciana y el Gobierno, lo es de todos los españoles, de todas nuestras empresas, y lo es de Europa. Volverá a llover, y de nuestra capacidad de equiparnos, mitigar los impactos y movilizarnos en la reconstrucción habremos hecho de la necesidad virtud. Lideremos el mundo en la respuesta al cambio climático. Estamos donde estamos. Esto también nos une. Este puede ser el precedente de cómo a ver las cosas bien ante los desastres naturales que no podremos evitar. Ser más sostenibles, más verdes reducir el calentamiento, mitigar los impactos y saber actuar.
Solo grandes proyectos de gran aliento y alcance harán que esta desgracia vista con el tiempo se haya convertido en una palanca y una oportunidad y que cañas y barro solo nos recuerde al valenciano universal Blasco Ibáñez. Una mente privilegiada y poco conocida entre los jóvenes españoles. No se pierdan el 2 y 3 Chipnation ni el 18 Revive Valencia de Atlas Tecnológico. Todos podemos sumar.