Un motorista ha fallecido este domingo tras sufrir un accidente de tráfico sin ningún otro vehículo implicado mientras circulaba por el municipio malagueño de Ronda, según informa Emergencias 112 Andalucía, servicio adscrito a la Consejería de Presidencia, Administración Pública e Interior de la Junta.
El siniestro se ha producido en la vía A-374 en el kilómetro 22, en un tramo conocido como Curvas del Cupil, sobre las 16:45 horas, cuando la víctima, que es un joven natural de la localidad gaditana de Algodonales, ha chocado, por causas que se investigan, contra el guardarraíl.
En el lugar intervienen efectivos de Guardia Civil para la regulación del tráfico, recursos sanitarios de la Junta con la movilización de la unidad de urgencias de Ronda y la colaboración de Protección Civil.
Qué hacer ante un accidente
Según la Dirección General de Tráfico (DGT), lo primero y más importante es protegerte tanto a ti como a las víctimas. Primero estaciona tu vehículo en un lugar seguro, si fuese posible antes del accidente y fuera de la calzada donde no estorbe ni produzca nuevos accidentes de tráfico. Apaga el vehículo, echa el freno de mano y coloca las luces de emergencias.
Antes de salir del vehículo colóquese el chaleco reflectante. Coge los triángulos de señalización y señalizar el accidente de tráfico; si es de doble sentido a 50 metros en ambos sentidos y si es de uno, como las autovías, el primero a 50 metros y el otro si fuese necesario a 150 metros mínimo. Quita las llaves de contacto del coche accidentado y echa el freno de mano, si las circunstancias lo hiciesen posible.
Debemos ser conscientes de la importancia que tenemos al ser el primer testigo, como elemento indispensable para activar de manera eficiente los servicios de emergencia. A nivel europeo está establecido como número teléfono de emergencias el 112. Es muy importante dar el aviso de forma correcta y con la máxima información posible del lugar del incidente.
Antes de realizar cualquier maniobra de rescate en el escenario del accidente, se considera necesario realizar una valoración de su seguridad propia y de los accidentados. De ésta forma evitaríamos ser el rescatador rescatado.