Málaga

La Audiencia de Málaga ha condenado a un hombre por acabar con la vida de otro tras una pelea en un edificio okupado de la localidad malagueña de Torremolinos. Se le impone una pena de diez años de prisión, mientras que absuelven a otros dos acusados por encubrir a otro procesado, sobre el que pesa una orden de busca y detención por estar en paradero desconocido.

Esta sentencia se dicta tras el veredicto de culpabilidad emitido por un jurado popular, que declaró probado, tal y como recoge la resolución que el 21 de diciembre de 2019 se inició una discusión entre la víctima y uno de los acusados cuando ambos estaban en ese inmueble "en estado de abandono y lleno de escombros" en dicha localidad.

Así, la discusión comenzó en una de las habitaciones del edificio, irregularmente ocupado, entre otros, por estos dos hombres. En el transcurso de la pelea, el acusado llamó a su hijo, también acusado y que en la actualidad cuenta con una orden de busca y captura al encontrarse en paradero desconocido, el cual fue al lugar donde se producían los hechos.

La disputa siguió y el principal acusado movido el propósito "de menoscabar la integridad física" de la víctima y "sin desechar el resultado muerte, le golpeó en diferentes partes del cuerpo, valiéndose para ello de varios ladrillos que se encontraban en la habitación", señala la resolución. El hijo huyó del lugar rápidamente.

A resultas de los golpes recibidos, la víctima tuvo lesiones que le produjeron una fractura craneal, lo que motivó una parada cardio-respiratoria por traumatismo craneo-encefálico severo que le llevó a un estado comatoso hasta su muerte. Además, presentaba otras lesiones en distintas partes de su cuerpo

Personados agentes de la Policía Nacional en el inmueble se encontraron al procesado y lo detuvieron. Mientras, el hijo fue a su casa, también en Torremolinos, donde estaba la pareja que residía allí, un hombre, también acusado pero que no compareció en el juicio por lo que no ha sido juzgado; y una mujer, igualmente procesada en esta causa.

Momentos después salieron del piso, considerando el jurado que la acusada era "desconocedora" de que este hubiera podido tener intervención en la agresión que acabó con la vida de la víctima, "no habiendo coadyuvado con el mismo para ocultar las ropas que portaba y facilitar su huida del lugar". Por eso, ha sido absuelta del delito de encubrimiento.

Los jurados rechazaron que el principal acusado fuera un mero observador de lo ocurrido y que las manchas de sangre que tenía en la ropa fuera por haber acudido en auxilio de la víctima. No obstante, tampoco consideran probado que aumentara deliberada e inhumanamente el dolor del fallecido.

Por esto, consideraron al acusado culpable de un delito de homicidio, ya que estimaron que durante la instrucción del caso y en las sesiones del acto del juicio se han dado "pruebas bastantes para demostrar en su plenitud la efectiva autoría por su parte del expresado delito".

Además de prisión, se le impone el pago de una indemnización a los familiares del fallecido de 75.000 euros. Los jurados consideraron no culpable a la mujer, tras lo que las acusaciones retiraron la imputación que mantenían por el mismo delito de encubrimiento respecto al otro hombre que estaba en el piso (que no fue juzgado); por lo que también ha sido absuelto.

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