La Audiencia de Málaga ha condenado a 16 años de cárcel a un hombre por matar a otro, al que propinó numerosos golpes en la cabeza y otras partes del cuerpo con la intención de apropiarse de objetos de valor que hubiese en su casa en la localidad malagueña de Vélez-Málaga, tras lo que lo abandonó gravemente herido en la vivienda.

Según se declara probado en la sentencia, que se dicta tras el veredicto de culpabilidad de un jurado popular, en febrero de 2020, el acusado estaba con la víctima, de 75 años en ese momento, en una cafetería consumiendo unas bebidas y a continuación ambos se dirigieron a la casa de este último, que vivía solo.

Una vez dentro del domicilio, el acusado, "con intención de apropiarse de los objetos de valor que hubiese en la vivienda, y con intención de menoscabar la integridad corporal y salud física de Francisco, le propinó numerosos golpes en cabeza y cara", lo que le causó un traumatismo cráneo-encefálico y facial, según recoge la resolución.

Tras esto se marchó de la vivienda y lo dejó "en un estado muy grave, a sabiendas del riesgo que ello suponía para su vida, llevándose consigo un reloj de pulsera, un anillo y medicamentos". El hombre fue encontrado por sus familiares al día siguiente y le prestaron los primeros auxilios, aunque presentaba numerosas fracturas.

Ingresó en el hospital y falleció en mayo tras empeorar su estado y después de padecer una insuficiencia respiratoria derivada de una bronconeumonía aguda de origen nosocomial, además del traumatismo craneofacial severo y traumatismo craneoencefálico "como causas fundamentales del fallecimiento".

Por estos hechos se le condena por un delito de homicidio a la pena de 12 años de prisión y por otro de robo con violencia a la pena de cuatro años de prisión, debiendo indemnizar a los hijos del fallecido en la cantidad de 50.000 euros.

Al jurado no le quedó duda alguna de que "el ánimo del acusado era el homicida y no el de lesionar", dice la sentencia, y ello "teniendo en cuenta el número de golpes propinados y el lugar de su cuerpo donde impactaron todos ellos, cabeza y cara". Considera que "abunda más aún en esa intención homicida, el hecho de abandonar el lugar, dejando a la víctima inconsciente, gravemente herida".

Asimismo, señala que la agresión "se produce de forma inopinada y sorprendente para la víctima, pues previamente había permanecido con el acusado en la terraza de un bar y añade que utilizó un comportamiento "extremadamente violento e intimidatorio con el fin de obtener lo que era el propósito inicial de la acción, que es el apoderarse del dinero y efectos".

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