Cristina Consuegra (Málaga, 1979) es a día de hoy una de las gestoras culturales más competentes y brillantes de la ciudad. La coordinadora del Málaga de Festival, la antesala del Festival de Cine de Málaga, también programa el ciclo de literatura con perspectiva de género del Ayuntamiento y la serie de encuentros con escritores en las bibliotecas municipales a lo largo del año.
La malagueña, que sólo cree en David Bowie, colabora en el programa Días de Andalucía de Canal Sur Radio conducido por Domi del Postigo. Sin olvidar su colaboración en revistas culturales como SecretOlivo. También ha organizado exposiciones como Relatando Ilustraciones y ha publicado el libro Playing Mansfield en la colección Monosabio. Ahora nos contesta a nuestras 12 uvas malaguitas.
¿Bajar a ver las luces de Málaga le provoca mucho agobio, o no le falta ni el paseo por los puestos del Parque?
Tengo un concepto más íntimo de la Navidad. Creo que, precisamente, uno de los asuntos más urgentes que tenemos sobre la mesa es reivindicar lo íntimo, el detalle, lo pequeño. Claro que puedo acudir al centro, con mi hija, y ver las luces de calle Larios, pasear por el Parque, pero entiendo que aquello que construirá la memoria de quienes me quieren y quiero será aquello que se construye desde la calidez y autenticidad de lo íntimo, algo que este tiempo de celeridad y exposición está destruyendo. Sobre el alumbrado, creo que en un momento como el actual teníamos que haber apostado por algo más austero y sencillo.
¿Málaga o Vigo? ¿Qué opina sobre esta competición navideña?
Me parece absurda. Ojalá se pusiera el mismo empeño en impulsar estrategias sólidas, de largo recorrido, en materia cultural. Hablo de cultura porque es mi sector, el que conozco, pero creo que la palabra estrategia se podría aplicar a casi cualquier sector.
¿Una tradición familiar que nunca faltará en estas fechas?
Ver una peli clásica, navideña, con mi hija. En realidad, ver muchas pelis con ella. En sala (¡siempre¡) y en casa.
La Lotería de Navidad… ¿Es de echarla por si toca algo o es de los que opina que es 'el impuesto de los tontos'?
Siempre tengo algún décimo que me regalan, pero no soy de comprar lotería.
¿Qué prefiere Nochevieja, Nochebuena o Reyes?
Nochevieja. Me parece una noche fronteriza, mestiza, de tránsito. Me gusta esa sensación.
¿Es de los que se atraganta con las uvas? Háblenos sobre su Nochevieja… ¿Macrofiesta de etiqueta, fiesta con los amigos o quedada familiar?
Jajajaja. Soy lenta, nunca las termino. Me he convencido de que es mi propio ritual, no ser capaz de terminar con ellas. Sobre el cómo y la compañía, lo tengo claro desde hace años: en casa propia, o en casa de amigos, con quienes quieres y juegos de mesa. Y alcohol, por supuesto…
¿Cuál es el plato que nunca faltará en estos días?
Esto debería responderlo mi madre… Yo soy un peligro público en la cocina…
¿Y ese villancico que es imperdonable pasar de largo?
Last Christmas de Wham!. Temazo espectacular. Y paso de los rollos estos de esos seres tristes a los que les molesta todo (apropiación, cancelación). Paso. Me flipa esta canción.
¿Era de ir a ver la Cabalgata de Reyes? ¿Por qué zona solía verla?
Me han llevado de pequeña, sí. Zona centro, mercado de Atarazanas. Recuerdo poco, la verdad. Más que anécdota, sí soy capaz de revivir esa sensación de asombro que nos vincula a la infancia. La infancia es justo eso, asombro, curiosidad. Y la Navidad, con su relato, potencia eso. Creo que es lo que la hace tan especial.
¿Cuál fue el mejor regalo de Reyes de su infancia?
Recuerdo un maletín de doctora con auténtico entusiasmo. Durante un tiempo, en mi infancia, quería estudiar medicina y me lo tome como una suerte de mensaje, de responsabilidad. También recuerdo la granja y la mansión de los Pinypon. Era una auténtica militante de estos muñecos.
¿Y ese que se dejaron por el camino y nunca llegó?
Pues creo que siempre me trajeron lo que pedí… Y si pedí algo que nunca llegó, la memoria lo ha colocado en un lugar bien lejano.
¿Los Reyes le traían carbón o chucherías? ¿Era usted buen estudiante y una niña responsable?
Chucherías. Siempre fui una niña poco problemática y responsable. Feliz y responsable.