Hay días en los que Daniel Núñez decide desconectar del mundo. Abandonar cualquier atisbo de vinculación con lo que rodea al día a día. Despojarse de los elementos que le puedan distraer en la carrera contra sí mismo. Equipado tan solo con un reloj que mide las distancias y las pulsaciones, cinco veces por semana sale a la calle sin teléfono móvil... y sin llaves.
Al volver de entrenar no hay nadie en su casa, por lo que la entrevista tiene que retrasarse unos minutos. Este corredor, que prefiere evitar el anglicismo runner, tan solo necesita un impulso de salida para que rápidamente comience a explicar todo lo que rodea al mundo de las distancias largas, expuesto con la pasión de alguien que siente la velocidad en sus piernas y la concentración en su cabeza.
Daniel Núñez comenzó a correr en el año 2018 con el objetivo de perder peso, vertebrando casi todo el proceso en un cambio alimenticio. Sin embargo, después del confinamiento de marzo de 2020 optó por dar un giro de 180º a su vida deportiva: "Decidí quitarme del gimnasio cuando volvieron a reabrir y empecé a correr por mi cuenta". Unos inicios que estuvieron marcados por los errores típicos de los principiantes: "Hacía más kilómetros de la cuenta y sufrí una fascitis plantar. Fue un poco drama", subraya.
El año pasado decidió "tomárselo en serio"; marcarse unos objetivos, con la ambición y la idea de participar en alguna carrera. Poco a poco llegaron los resultados, una de las claves que le hizo engancharse a este deporte: "Es sencillo mejorar, sobre todo cuando partes de un nivel bajito".
Esas metas que se iba poniendo en el día a día se acabaron transformando en competiciones. Primero, en El Torcal-La Paz; después, la media maratón de Sevilla y al final, los 42 kilómetros de Málaga. "Nuestra ciudad celebra de manera simultánea la media y la completa, así que en verano decidí apuntarme para correr los 21 kilómetros. Era una distancia que tenía controlada, con la certeza de que podía completarla. Después de Sevilla, me di cuenta de que iba a ser capaz de finalizar la maratón de Málaga. A falta de un par de meses, comencé a trabajarlo".
¿Cómo se prepara uno en tan poco tiempo? "Me compré algunos libros y fui siguiendo un plan de entrenamiento con tiradas largas. Poco a poco aumenté los espacios: 25, 28, 30, 32, 35... Hasta que llegó el día". Relata que lo más difícil fue hacer tandas de mucha distancia: "En mi caso voy sin música, a pelo, durante dos horas y media o incluso tres. A nivel mental, puede hacerse pesado, pero tenía ese objetivo y una ilusión enorme por ser capaz de lograrlo. Era algo que no me había planteado meses atrás y mereció la pena".
Como lecturas, recomienda De qué hablo cuando hablo de correr. Un relato "bastante inspirador" de Haruki Murakami que huye de los clásicos manuales en los que explican cuestiones técnicas. Una obra personalista y literaria que inspiró a Daniel con una frase: "Yo corro para lograr el vacío". Después vinieron las guías y su biblioteca se fue llenando poco a poco de ediciones con las que perfeccionar su trabajo en las carreras.
Para todos aquellos que quieran iniciarse en el mundo de la larga distancia, este corredor da un consejo: paciencia. La mejor forma es ir poco a poco, aplicando el método CaCo (caminar o correr) para intercalar diferentes ritmos y evitar lesiones y agujetas. Esto último es clave porque, de ser demasiado pronunciadas, "pueden desanimar a los principiantes".
Otro factor a valorar son los metros y los ritmos: "Es la mejor forma de motivarse. Vas viendo cómo cada vez haces más en menos tiempo. Incentiva a seguir. Aunque veas que te adelantan por la izquierda y la derecha, estás mejorando tu propio ritmo. Cuando partes de 0, solo puedes ir hacia arriba".
¿Están a tiempo de correr una maratón aquellos que quieran plantearse el 2022 como un reto deportivo? Si empezamos ahora, sí. "Llegas seguro y sobrado". Daniel hizo el cambio de modalidad con siete semanas de antelación. "Tenía controladísima la distancia de 25 kilómetros, contaba con una buena base". Sin embargo, reconoce que, partiendo de 0, es imposible lograrlo en menos de 6 meses: "La maratón es la distancia reina, pero es imprescindible participar en carreras de 10 y 21 kilómetros con anterioridad. Estas dos son mis favoritas".
Su primera experiencia haciendo frente a la carrera urbana más exigente fue "muy bonita", aunque llegó a los últimos 200 metros muy justo de fuerzas. Durante el trazado le acompañaron sus amigos y su pareja, y guarda la instantánea tomada pocos segundos antes de cruzar la línea de meta: "Salgo apretando los puños, celebrándolo. Queda la prueba", destaca.
Para superar el reto, tuvo que luchar contra el muro: "Es una situación que se produce cuando se acaban las reservas de glucógenos y tu cuerpo tira de grasas; normalmente, entre el kilómetro 30 y 38. Ahí se produce un bajón, que se suma al cansancio mental de llevar muchas horas corriendo. Por ello, solemos recurrir a los geles de azúcar, así evitamos venirnos abajo y desvanecernos".
¿Cómo hay que prepararse? Daniel corría 4 días a la semana, pero para el mes de diciembre decidió tomárselo en serio y aumentar los entrenamientos a 5 y 6 días. Ahora mismo mantiene ese ritmo, pero explica que para empezar, tres sesiones van bien.
Hace unos meses decidió llevar su pasión a las redes sociales a través de la cuenta de Instagram Corredor.impopular. Tenía ganas de contar sus movidas y si lo hacía en su cuenta existía el riesgo de que hubiera gente a la que no le importara. "También tengo la necesidad de conectar con gente que me pueda aportar cosas. De hecho, gracias a la cuenta he conocido de forma virtual a gente relacionada con el mundo de las carreras que me ha animado o dado consejos. Es una pequeña comunidad que me sirve y ayuda y donde comparto los libros o los pódcast. Y también para darme autobombo con las marcas", bromea.
Antes de correr su primera maratón, Daniel escribió en un cuaderno una lista con "aquellos pensamientos" en los que centrarse para acabar los últimos kilómetros. Anotados a mano con una caligrafía por la que pide perdón, el corredor comienza a enumerar sus ideas: "Piensa en cosas tontas y estúpidas. Dedica los últimos kilómetros a alguien (Noelia, Pablo, papá, mamá, Estrella, Jessi, Demo, Guille). Visualiza tu llegada a meta. Años 2017 y 2018; llegaste a pesar 92 kilos y ahora estás a punto de completar una puta maratón. Los entrenamientos más duros, con viento, frío y calor. Instagram y foto".
Al final, achicando un poco más la letra, puso: "Corredor.impopular merece cerrar (...) con la distancia reina. Y también quiero ver esas fotos llegando a la meta". Ambos deseos se acabaron cumpliendo antes de que sonara la última campanada del 2021.